FleurMione III

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Capitulo 3: Flujo y Fluir

No te puedes esconder de tus miedos. Eso era lo que Fleur estaba pesando acostada en la arena caliente, sus alas esparcidas debajo de ella absorbiendo la luz del sol y sus ojos azules cerrados, escuchando el gentil jalar y empujar del mar. Ella vagamente estaba llevando el lapso del tiempo, asegurándose de llegar a casa a tiempo y alistarse para la boda.

Un suave gruñido escapo de su garganta y su mandíbula se tensó, sus ojos se apretaron con fuerza ante el pensamiento. Su destino ya estaba sellado, una nube paso y pudo abrir los ojos lentamente antes de meter sus dedos en la arena caliente bajo ella. Eso era casi cómodo como para quedarse para siempre. Que divertida noción, quedarse donde sea para siempre cuando estas loca por una mujer que no puedes tener.

Tal vez la solidaridad era realmente la vida de Fleur. Una pequeña sonrisa se formó en sus labios para luego mover su mano derecha sobre su cara para bloquear el sol ya que la densa nube se había movido. El hilo rojo brillando débilmente mientras acariciaba su mejilla.

—Me persigues mucho, hilo del destino.—ella susurro mientras soplaba al viento y Fleur suspiro antes de dejar caer el dorso de su mano en su cara. Algunas veces odiaba poder ver el maldito hilo del destino atado tan firmemente a su dedo.

La noche que ella lo vio por primera vez brilla fue la noche que Hermione aparición en la puerta de Shell Cottage hacia tres años atrás, después de que ella cuidara de la joven mujer. Bañarla, vestirla y quedarse con ella durante las noches cuando la morena estaba plagada de pesadillas. Había pasado tan repentino, que casi le había dejado sin aire. Ella había estado felizmente casada con Bill por un año y un cambio de movimiento, esta niña, esta mujer entro y se robó su corazón.

—Me llevas hacia Hermione, me jalas hasta ella, me empujas y jalas hasta que ya no puedo pelear más y luego me alejas de ella.—el hilo rozo su mejilla una vez más. —Eres una falsa sensación de seguridad. Una trampa en que caigo tiempo después de tiempo. ¿Deberías de perseguirme tanto en el día de su boda? —

Fleur dejo salir una risa ante lo desanimada que salió su voz. Aun sabiendo que vas a terminar con el amor de tu vida no es suficiente como para querer ir a su boda, pero ella era una de las damas de honor, después de todo y ella quería que Hermione fuera feliz. Ella nunca había amado tan ciegamente a alguien antes. No de esta manera, no al punto donde ella cruzaría océanos y grandes terrenos con ella o que ella podría perseguir a alguien de esa manera.

En su tiempo de vida, ella siempre era la que era perseguida, nunca la que perseguía, el zorro astuto que llevo a los hombre y mujeres por el mal camino. Pero a pesar de su papel, ella siempre era la depredadora. Era tan extraño para ella alcanzar a alguien tanto como ella quería alcanzar a Hermione Granger. Ella nunca amo tan incondicionalmente en la manera que ama a la sabe-lo-todo, manejadora, persistente morena. Ella ama su indomable y fiera personalidad casi como ama sus bromas juntas.

La manera en que sus ojos siempre están cálidos, aun cuando está enojada o esta furiosa. Ella suspiro suavemente antes de pasar su mano izquierda por sus cabellos y su mano derecha cerrada contra la arena caliente. Fleur pensó que escucho un débil trueno, pero lo ignoro, tratando de dejar el reflujo y el fluir del agua tomar ventaja sobre sus sentidos.

—¿Fleur? —

Ojos azules se abrieron de golpe mientras que su cuerpo se sentada y rápidamente se daba vuelta para ver a Hermione a unos cuantos metros, su cabello rizo ondeaba con el viento. Hermione nunca había visto antes la transformación de Fleur y ella estaba casi segura de que un ángel estaba sentado a la orilla del mar en lugar de su compañera Veela. Cabello plateado ondeando mientras Fleur estaba frisada, mirando a la mujer que parecía ser Hermione y ella puso un cabello rebelde detrás de su oreja.

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