Hilo

Fleurmione V

Capítulo 5: El Final de una Era

No puedes evadir los conflictos, eso era lo que Fleur estaba pensando mientras miraba con cuidado a Molly y a Ginny. La Sra. Weasley solo estaba mirando a Hermione por un momento mientras Fleur observaba con la escena se desarrollaba. Ella estaba un poquito nerviosa. La Veela estaba al tanto de temperamento de los Weasley y las raíz de eso venia de su matriarca, por buena mujer que sea, ella podía ser igual de imperdonable cuando se trataba de su familia. Fleur no estaba anticipando que Molly accediera y fuera en busca del-pronto-a-ser-novio y cuando lo hizo, Hermione casi colapso mientras dejaba salir un suspiro de alivio.

—Okay. — Ginny dijo parándose frente a la morena y cruzaba los brazos sobre su pecho. —¿Qué es lo que esta pasando aquí? ¡No estas lista para la boda en lo absoluto! Tu cabello está deshecho y tu babydoll no está. Así que, ¿Qué pasa? — sus ojos café claro miraron a Fleur quien tenía una mirada estoica mientras movía los hombros y aclaraba su garganta.

—Eso es para que Hermione lo explique.— ella dijo calmadamente mientras escuchaba a Molly gritar algo desde afuera. —No yo.—

En verdad, Fleur le hubiera dicho todo a Ginny, pero en realidad no era su lugar. Esta era la historia de ella y Hermione, y este capítulo le pertenecía a Hermione. Ella no iba a intervenir a menos que fuera necesario y ahora, no lo era. Tampoco ayudaba que la rubia estuviera internamente asustada de que Hermione no lograra sobrepasar todo eso. Eso estaba fresco, nuevo y probablemente estaba abrumando a la joven bruja. Así que, Fleur, como toda buena enamorada debería ofrecerle el espacio que la morena necesitara en ese momento en particular.

—Lo explicare, Ginny. —Hermione murmuró mientras escuchaba la puerta trasera crujir y la Sra. Weasley entrar como un torbellino en la sala empujando a un dudoso pelirrojo. —Pero después de que hable con Ron. —

—¡Oh, mamá!-- Ron exclamó al ser rudamente guiado a la sala y Fleur no podía hacer más que fruncir el ceño al ver los ojos azules pálidos se iluminaban al ver a Hermione. Ella se trago sus celos mientras el sonreía y se rascaba la parte trasera del cuello. --Caray, Hermione, sabes que es de mala suerte que el novia vea a la novia antes de la boda-- Oh entonces que mala suerte.

—Estoy enterada, Ron. —la morena suspiro para luego frotar su cien y mirar alrededor del cuarto. —¿Podemos hablar a solas por favor? —sus orbes café oscuro miraron a Ginny y Molly quienes asintieron e hicieron su camino hacia la puerta que daba hacia le pateo.

—Vamos, Fleur. —Molly murmuró mientras movía la mano para que la rubia la siguiera. —Ginny y yo podemos empezar arreglar tu cabello mientras ellos dos hablan.—la Veela asintió mientras miraba a Hermione y tomaba un paso hacia adelante.

—En realidad. —

"Gracias Merlín" Fleur suspiro internamente mientras pausaba y miraba de regreso a la bruja pequeña. Ella no quería pasar un enorme tiempo en una conversación en las garras de las mujeres Weasley mientras que su alma gemela estaba hablando con el hombre con el que supuestamente se tenía que casar ese día.

—Me gustaría que Fleur se quedará aquí. —casi podrías escuchar a las quijadas de Ginny y Molly golpear el piso mientras miraban fijamente a Hermione. —Esto...esto la envuelve a ella también y necesito de su apoyo. —una chispa pareció encenderse en la cabeza de Ginny cuando sus ojos se abrieron como platos y su ceño se frunció mirando entre su amiga y su hermano, pero a pesar de batalla interna, sabiéndolo empujó a su madre hacia la salida.

—Vamos mamá.— ella dijo gentilmente mientras jalaba a la mujer mayor. —Solo dejémosle hablar. —Ginny realmente no sabía cómo convencer a su madre de dejarlos, también ella teniendo dudas de saber la verdad por ella misma, pero ese no era su lugar para quedarse. Así que, en contra de los argumentos cierra quijada de su madre, ella lo logro y la guio hacia la puerta, y muy lejos del Burrow.