El Quinto Elemento

Mi hermanita la bipolar

CREO QUE ES JUSTO DECIR QUE EL CAMBIO A BIEN DE LA CALIDAD DE LA HISTORIA SE DEBE A  QUE ESTA PARTE LA ESCRIBIÓ                

rococo1892

Njord

-Puñetero barco.- maldije dándole un puntapié a una de las cajas de hierro, lo cual no fue una decisión acertada. Jadeé por el dolor y me alejé cojeando para tropezar y caer en una silla. "Uh, eso ha debido de doler y ¡qué torpe!" debéis estar pensando. Sí, dolió. Y mucho. Pero no soy torpe. El caso es que llevaba un día de locos. Yo ya sólo quería llegar a casa y morirme... algo que nunca sucedería (al menos lo de la última parte). Me encontraba con un humor de mil demonios y, encima,oí a alguien riéndose de mí. De mí.
-Cállate- le corté la risa de manera brusca.

- Lo que tú digas, pato.

Incluso bajo el agua podría haber escuchado su tono burlón... aunque no vi la gracia (y sigo sin pillarlo... oh. Mierda. Pato, patosa... Aer, vas a morir hoy).

-¿Qué quieres?- pregunté de forma lenta dándole a entender que como no fuese importante habría un asesinato esa misma tarde.
-¿Acaso no puedo ver a mi querida hermanita? Eso duele... Njord Aghetla Percamone.- Le fulminé con la mirada.

-Lo siento, tenía que hacerlo. Te molesta demasiado que te llamen por tu nombre completo...-comentó riéndose por lo bajo, causando que por mi mente pasaran diversas formas de matarle haciendo que todos creyeran que había sido un accidente... (aunque no podíamos morir).

-Pero yendo a lo importante: tengo que contarte algo. - me dijo serio-. Ya se lo he dicho a Geo, mas no me hace...

 -Entonces será porque no tiene importancia... espera, ¿has descubierto que no tienes neuronas? ¡Vaya, novedad! ¿Y qué quieres: un pin, una chapa...? - le interrumpí molesta todavía por todo: primero se había reído en mi cara, luego me había molestado... ¿qué más? 

 -¡Es importante! 

 -Lo que tú digas, Aer...

 -Están habiendo numerosos casos sobre desapariciones y...

 -...Dime algo que no sepa... 

 -.. absorbe los cuatro elementos... 

 -...ya, ya...¿qué? ¿absorbe los cuatro elementos?- me levanté rápidamente para después volver a sentarme riéndome.Menuda tontería. Como si los enclenques humanos hubieran encontrado la manera de hacer eso.

 -¡No te rías, es cierto! Njo... 

 -Llámame M.Clarke, es mi nombre... normal... aquí incluso las paredes tienen oídos, mejor vayamos a otro sitio a charlas sobre tus delirios...

¿En qué mal momento no hice ningún curso de psicología?

-Venga, vayamos a Renga. Me apetece un helado. 

 -El caso es que aparecen sin aire, ni agua...

 -¿En el organismo? 

 -Sí, Njo... Clarke.

 Me levanté para quitarme los guantes y fui a los vestidores y empezar a quitarme el mono y ponerme unos vaqueros con una camisa azul.

-Sin los cuatro elementos... eso puede ser grave. La ciencia mortal nunca ha llegado a conseguir tal. Ni siquiera conozco ninguna sustancia química que pueda hacer tal cosa... Alejandro, si fuese cierto eso que dices...¿qué crees que sería? Los dioses (todos,no preguntes)están tranquilos. Y, de momento, no nos han dicho que haya amenaza alguna.

-Yo... no tengo ni la menor idea.

Oí su voz tras la puerta. Cogí mi pelo negro para hacerme un moño alto y unas gafas RayBan. Salí y me lo encontré apoyado en la pared.

-Me estás pidiendo ayuda para algo que, en un... ¿90%? Un 85% siendo optimistas, NO existe. ¿Algo que nosotros YA habríamos notado?

Me puse en el hombro mi bolso para guiarle a la salida.

-Todo se encuentra en tranquilo... pero si tú has visto algo a través de Águila Helada... será mejor prevenir que curar. >>Nos reuniremos. Donde siempre. Intenta que vengan los demás y veremos qué hacer. Dentro de un par de días, tengo que terminar un par de encargos con el barco que ha llegado hoy. <<Y esta noche, Leviatán Mortal, mi avatar, mirará las aguas. Aunque estén en calma... sin embargo, antes de la tormenta, siempre se encuentra predisponiéndola la calma.

-Nos vemos, Aer. 

 -Lo mismo digo, Noji, nos vemos. Gracias. 

 -Tonterías.-comenté metiéndome en mi z4 gris y arrancando. <<Hoy va a ser una noche movidita>> me dije para dirigirme a Renga, pedirme un helado de whisky y después caminar por la playa esperando a que anocheciese y se fuese la gente.