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Llegó corriendo a la estación, con la respiración entrecortada y sudando. Había demasiada gente, no le era posible ver a su novio.

¿Y si se había perdido? Youngjae era tan despistado que seguramente habría querido salir de allí por su cuenta y ahora se encontraba en algún callejón sin salida preguntándose como volver a Seúl. O aun peor ¿¡Y si lo habían secuestrado!? Es decir, ¿Quién no querría llevarse a un chico tan lindo consigo? Ok, tranquilo, simplemente debía llamar a la policía e informarles que su novio no aparecía y...

—¡Jaebumie~!

Olvidenlo, ahí estaba.

El chico lo saludó desde la entrada del lugar, cargando una mochila y con un muñeco de peluche en la otra mano.

Suspiró aliviado y algo avergonzado por todo el drama que se había montado en su cabeza. Vio emocionado como Youngjae corría hacia él con una sonrisa enorme en el rostro y los brazos extendidos. Sonrió también, las mariposas en su estómago se avivaron, y abrió los brazos para recibir a su novio. Este se lanzó a él e inmediatamente lo estrechó contra sí y plantó un beso rápido en sus labios.

Se separó enseguida y le dijo sonriente —¡Te extrañé mucho, Jaebum!

Le dio un beso suave en la mejilla, y eso hizo que Jaebum dejara de retenerse a sí mismo. Lo tomó aun con más fuerza y volvió a unir sus labios, esta vez con más profundidad. Pudo sentir como Youngjae sonreía mientras se besaban. Hubieran querido mantenerse así por más tiempo, pero empezó a notar los murmuros a su alrededor, así que decidió separarse de una vez.

—Yo también te extrañé, no sabes cuánto.

El menor se preocupaba mucho menos por la opinión de los demás, así que volvió a aferrarse a él, con esa mirada risueña que tanto encantaba a Jaebum. Correspondió el abrazo, pero entonces recordó por qué estaba en ese lugar.

—Pero Youngjae ¿¡Que haces aquí!?

Ignoró por completo su pregunta y le extendió el peluche que cargaba consigo. Cuando Jaebum lo observó mejor se dio cuenta de que tenía la forma de un gato, y era del mismo color que Nora.

—Supuse que extrañarías a esa odiosa. Vi esto en una tienda de regalos por aquí y lo compré para ti, toma.

El corazón de Jaebum empezó a palpitar aún más rápido y el calor subió a su cara. Demonios ¿Se estaba sonrojando? No podía evitarlo, ese gesto de parte de Youngjae había sido demasiado lindo. Tomó el peluche y hundió su rostro en el para ocultar su sonrojo.

—¿Qué pasa? ¿No te gustó? ¿¡Acaso no te gustan estas cosas y yo no sabía!?

En efecto, no era un gran fanatico de los peluches y cosas de ese tipo, pero si venía de Youngjae no le importaba, lo recibiría con todo el gusto del mundo.

—En verdad gracias —dijo volviéndolo a abrazar— No sabes cuánto te extrañé, a ti y a Nora. Pero responde mi pregunta ¿Qué haces aquí?

Desvió un poco la mirada y sonrió de manera nerviosa —Ya te lo dije, te extrañé mucho ¿necesitas más explicaciones?

Le pareció que su novio intentaba ocultar algo, pero prefirió ignorarlo.

Estaba más que encantado de tener a Youngjae consigo, pero no podía llevarlo a casa, y ya era demasiado tarde para pasear. Intentó convencerlo para que volviera a Seúl, pero se negó.

El castaño no iba a admitirlo, pero ya que estaba allí, quería hacer todo lo posible para convencer a Jaebum y que lo dejara ir a su casa, conocer a sus padres. Y no podía averiguar si ya se había encontrado con Jinyoung tan fácilmente, necesitaba preguntarlo con sutileza. Así que insistió, diciendo que lo extrañaba demasiado y no quería separarse de él tan pronto (Que no era ninguna mentira). Cuando puso de nuevo esos ojos de cachorro que sabía eran la debilidad de su novio, este accedió finalmente.

Heartbroken | 2jaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora