Tres

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"Maldito cabrón, ¿cuánto tiempo llevas haciéndole eso a Daehwi? Si lo ibas a lastimar así, mejor no te hubieras casado con él."

Aquel mensaje era la única pista que tenía sobre la ubicación de su pareja, ni siquiera se arregló, solamente salió del departamento y no pensó en nada hasta llegar a la puerta de aquella casa.

--Él está aquí, necesito verlo. –Dijo el pelinegro una vez que le abrieron.

--¿En qué pensabas?

--No te incumbe.

--¿Por qué mierda dejaste que tu amante lo contactara?

--Nunca lo hice.

--¿Ah no? Porque gracias a eso, Dae llegó aquí llorando y hecho un lío.

--No entiendo de qué carajos hablas Samuel, solamente déjame entrar y no te metas en esto.

Antes que alguno de los dos cediera, Daehwi apareció frente al pelinegro, quien se quedó paralizado al verlo acostado en la cama de su primo con ropa que no le pertenecía a él.

--Daehwi... -El mencionado hizo contacto visual con Dongho, el pelinegro nunca había visto esos ojos tan tristes y apagados.

--Me gustaría que te fueras.

--No viste mis mensajes. –Dongho hablaba casi en un susurro, para ese momento Samuel ya había entrado en la casa.

--Oh sí lo hice... y también vi otros mensajes. –Daehwi hablaba despacio, rogando para que su voz no se cortara. –¿Sabes? Estuve aguantando esto por mucho tiempo, primero con la esperanza de que en algún momento lo dejaras y volvieras a ser mío. Después acepté la realidad y creí que podía compartirte con alguien más, realmente estaba dispuesto a hacerlo.

--Dae...

--Pero después de ayer, me he dado cuenta que ese chico con el que estás realmente te quiere, y tú también lo quieres a él.

--Eso no e –

--De lo contrario, no habrías cedido ante él cuando se supone que ibas a "terminar con eso".

Un silencio incómodo y pesado se instaló entre ambos, Dongho quería defenderse pero no había nada que pudiera decir a su favor. Daehwi estaba dispuesto a dejar salir todo.

--Estoy cansado... Quiero dejarte ir. –Los ojos del castaño comenzaron a llenarse de agua.

--No volverá a pasar, te lo prometo.

--No creeré en nada de lo que me digas Dongho, no caeré de nuevo en el mismo agujero.

--Te estás quejando de lo que he hecho, pero al parecer tú no te quedaste atrás. –El mayor miró de pies a cabeza a Daehwi.

--¡Yo no soy como tú! Aquí no pasó nada, Samuel se convirtió en uno de mis mejores amigos después de haber terminado con él sólo porque yo quería estar contigo... Vaya estúpido que fui. –El castaño sonreía desganado y con lágrimas resbalando por sus ojos.

--¿Entonces por qué...?

--Salí de la casa a mitad de la noche con sólo un short y chamarra, es obvio que necesitaba otra ropa o moriría de frío.

Dongho se acercó a Daehwi con paso lento y lo tomó por los hombros.

--Te necesito.

--Y yo también, pero tu amor se terminó hace un tiempo y no logré encontrar la forma de recuperarlo. Estás conmigo porque... La verdad, no sé por qué mierda sigues conmigo, pero esto tiene que acabar.

El pelinegro no podía creer lo que escuchaba, Daehwi realmente estaba dispuesto a dejarlo, no entendía sus sentimientos: Ambos se necesitaban, el castaño lo amaba ¿por qué no podía perdonarlo una vez más?

--Intentémoslo una vez más, vayamos a casa y olvidemos todo lo ocurrido.

--¿Olvidar que has estado con alguien más por 4 meses? ¿Que por tu culpa perdí la oportunidad de tener una familia? ¿Que antes de besarme, ya habías besado otros labios? No creo que eso sea posible, hay cosas que simplemente no pueden cambiar.

Daehwi lloraba y su voz entrecortada apenas y se podía mantener en un tono estable, su respiración forzada se escuchaba claramente y Dongho no hacía nada más que mirarlo.

Ambos sabían que estaban colgando de la cuerda floja, un movimiento en falso y alguno de los dos caería. Porque uno tenía que irse intacto y al otro le tocaría sufrir la pérdida del "amor de su vida", no había otro desenlace para esta historia.

--Hace tiempo, cuando me veías llorar me abrazabas y me decías que todo estaría bien, ahora estás aquí parado como imbécil y tu presencia me provoca aún más frío. –El castaño se secó con el antebrazo y encaro al hombre que ha amado.

--¿Qué tengo que hacer para que me perdones?

El castaño se quedó pensando por un momento, dudando de los posibles resultados que obtendría si cedía ante Dongho. Él quería negarle al pelinegro cualquier oportunidad, pero al ver sus ojos tristes y escuchar el dolor en su voz, acabó doblegándose.

--Una.

--¿Qué?

--Dame una buena razón por la que deba volver a casa y olvidar todo lo ocurrido.

Dongho lo miró sorprendido, ¿realmente estaba dispuesto a darle una oportunidad? Lo pensó muy cuidadosamente, casi tardó tres minutos en dar una respuesta. El pelinegro tomó a Daehwi de la barbilla, lo miró y unió sus labios.

Era un beso triste, nada de pasión o deseo, solamente había sabor a nostalgia y dolor en aquellos labios, pero Dongho no se rindió e intento encender la pequeña flama que Daehwi quería apagar, aquella minúscula candela era la única esperanza del pelinegro. El beso no duró más de unos treinta segundos, pero eso bastó para Dongho, no podemos decir lo mismo del castaño.

Se separaron y se miraron a los ojos otro par de segundos, la mirada de Daehwi denotaba expectación, mientras que la del pelinegro mostraba ansiedad.

--Te necesito. –Fueron las dos palabras que salieron de los labios del mayor, quien por un momento creyó haber logrado convencer al castaño.

--Error. –Daehwi dio un par de pasos hacia atrás y miró al pelinegro con decepción. –Ya no hay futuro para nosotros. –Dijo el castaño con un gran dolor en el pecho.

--No entiendo, ¿qué quieres que te diga?

--Si te lo dijera, no tendría sentido. Mejor me voy.

Daehwi entró a la casa y unos minutos después salió con sólo su celular en mano, se plantó frente a Dongho y dijo:

"Yo realmente te amé, gracias por todos esos bellos momentos juntos, y a pesar de todo el daño que me has hecho, no cambiaría nada del pasado. Gracias por todos los maravillosos años juntos y también por los peores meses de mi vida."

El castaño comenzó a caminar lentamente, aún con la esperanza de que Dongho fuera detrás de él y le dijera las palabras que necesitaba escuchar. Pero entre paso y paso, Daehwi se había alejado demasiado del pelinegro y la posibilidad de volver a sus brazos era nula.

"Te amo"

Aquellas eran las palabras que Daehwi quería volver a escuchar de los labios del pelinegro, esa hubiera sido su buena razón para volver a casa y olvidarlo todo, pero nunca más escucharía eso, al menos no saliendo de la boca de Dongho. 



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Fin (?)

UnfaithfulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora