Fue sin querer

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FUE SIN QUERER

‒¡Buen partido! ‒ animó la entrenadora, el pelirrojo le dio una sonrisa mientras se secaba el sudor de la frente, estaba empapado de sudor, sin duda, este había sido uno de sus partidos más duros.

‒Buen jugado, Kagami-kun ‒ el chico pálido de pelo azul se acercó a él animándole.

‒Buenos pases Kuroko-kun ‒ el peliazul le sonrió, y a Kagami se le revolvió el estómago. Será del partido, pensó.

Sus compañeros ya se habían duchado y habían salido, los únicos que faltaban eran el pelinegro y peliazul.

Se habían duchado y cambiado, Kuroko se estaba limpiando los pies mientras Kagami estaba revisando que había guardado todo mientras se secaba algo el pelo con la toalla.

El chico pálido se levantó, con tanta mala suerte de tropezar con su propia toalla.

‒Oh...

Kagami se dio cuenta de que se estaba cayendo y lo intentó coger, pero también perdió el equilibrio y se cayó, con el cuerpo del otro chico encima suyo. Ambos estaban sonrojados.

‒Lo siento ‒ se disculpó Kuroko ‒ Fue sin querer.

‒No pasa nada ‒ le dijo el pelirrojo.

Sentía que todo su cuerpo quemaba y ardía en llamas en el contacto con la piel del peliazul, no lo entendía, ¿que pasaba? Cuando tocaba a sus compañeros no tenía esa misma sensación que estaba sintiendo ahora con él.

‒¿Quieres...? Es decir... Te invito a un batido de vainilla luego, si quieres, vamos... ‒ Kagami se tropezaba con sus propias palabras, no sabía lo que le pasaba.

‒Eso sería muy dulce ‒ responde Kuroko, el pelirrojo le mira a los ojos, esos ojos azules tan profundos que tenían esa mirada característica. Recordó el momento cuando encontró al perro que tenía sus mismas fracciones, y aunque le daba pánico estar al lado de esa pulga con patas, poco a poco le iba gustando cada día.

Kagami se da cuenta de que los ojos del otro chico se están haciendo más grandes, y es ahí cuando se da cuenta de que el rostro del pálido se está acercando hacia el suyo peligrosamente.

Kuroko lo besa y cierra los ojos en el acto, mientras que el pelirrojo los mantiene abiertos, demasiado abrumado para pensar en ese momento. ¿Qué había pasado?

Nota como la lengua del pálido se mete en su boca mientras mueve lentamente sus labios, y no se lo piensa un segundo antes de agarrarle por la nuca y corresponder bruscamente a ese beso.

Ninguno de los dos tiene intención de parar, simplemente quieren disfrutar del sabor de los labios de la otra persona.

Kuroko se separó, Kagami adelanta la cabeza buscando otro beso más, fastidiado porque se ha terminado. Abren los ojos y se miran.

‒Tenía que agradecerte el batido de alguna manera.

‒Entonces te invitaré a muchos batidos ‒ dice Kagami mientras vuelve a besar al peliazul.

ONE SHOTS - [KUROKAGA] - YAOIWhere stories live. Discover now