CAPÍTULO DIECISIETE: El peligro está en casa.

4.5K 355 97
                                    

CAPÍTULO DIECISIETE: El peligro está en casa.

Jacob estaba en una de las motos que había reparado, la cual terminó de maravilla para su uso diario, dejándole la camioneta a su padre y él tuviera algo más de estilo con una buena moto que lo transportara.

Una camiseta negra junto a unos pantalones gastados y unos zapatos en el mismo estado eran la vestimenta de Jacob, le agradaba la vida cómoda en su atuendo, le gusta vivir de esa forma. Aceleró más mientras subía aquella empinada colina, haciendo una maniobra para terminar por estacionar su moto y bajar de esta mientras esperaba por Cullen. No importaba que estuviese lloviznando.

Quizás no era necesario que fuera hasta donde él, pero por extraños motivos de Sam, terminaba más cerca de él que de costumbre. Comenzaba a resultarle algo paradójico el querer alejarse y terminar mucho más cerca, casi se le hacía común estar cerca a aquel vampiro que no resultó siendo tan idiota como pensó, si quitaba esa manía por comportarse de forma caballerosa y casi tonta, podría agradarle y no tratarlo casi como una sanguijuela, si lograba cambiar eso, podría pensarlo.

Sus brazos terminaron cruzados sobre su pecho, sus músculos se agrandaron ante tal acción, a pesar de ser aún muy joven, su apariencia había madurado de forma grata, y aquel color bronceado junto a su cabello corto le daba una apariencia de chico de playa exquisita, de aquellos que viven su vida a sus anchas sin importar lo que fueran a decir de él. Era una apariencia demasiado varonil para un joven como él. Añadiéndole la sonrisa de ladina que muchas veces soltaba cuando estaba con el vampiro para siempre sentirse mejor que el otro.

Su presencia bajo aquella suave lluvia decía que aquel era un hombre totalmente hecho para la vida.

Una camioneta negra se hizo presente y supo que aquel era Cullen, espero por él mientras sentía aquellas miradas de las chicas que pasaban por su lado, todas y cada una de ellas le sonreía a Jacob y murmuraban lo guapo que era, que quizás estaba esperando por su novia para sorprenderla o alguna otra cosa de novios.

Edward sintió esos pensamientos y rápidamente bajo de auto, casi mirando de forma asesina a cada una de las chicas que pasaban al lado del chico lobo. Por un momento se puso a pensar en sus acciones y casi se golpeó mentalmente por lo que estaba haciendo, no era una chica celosa o algo por el estilo, pero por extraño que sonara su subconsciente tomó posesión de su cuerpo al actuar. Negó de forma prudente con la cabeza y se acercó hasta el chico quien mantenía esa pose que le hacía ver bastante maduro y por no decirlo, atractivamente para todo ser que estuviera cerca.

–Creo que una de las reglas que se tiene en el tratado era que nadie traspasa los límites, Cullen. Y tu hermano pasó el límite, dos veces. – Edward llevo sus manos hacia los bolsillos que estaban en sus costados colocándolos dentro de estos. Terminó asintiendo ante lo que había escuchado.

–Carlisle y toda mi familia nos queremos disculpar por lo ocurrido, fue un impulso que Emmett tuvo, dada la situación. – Jacob giró el rostro hacia un lado mientras pensaba un poco más lo que diría, Edward pudo sentir el por qué de su pensar, se lo esperaba.

–Ciertamente estoy arrepintiéndome de haberle dado aquella oportunidad junto a Seth, quizás termine por cazarlo yo mismo y si es que Leah lo desea, ella terminaría por darle el golpe final. – el rostro de Jacob se mostraba serio, y ciertamente el vampiro se sentía algo avergonzado por la reacción de su hermano en ese momento. –Pero algo más grave llamo mi atención y es la pelirroja. – Edward asintió a dicha oración.

–Estuve ahí, no tienes que decirlo. – Jacob dejó caer sus brazos a sus lados mientras acortaba la distancia con el vampiro, teniéndolo un poco más cerca; los jóvenes que pasaban a los lados de ambos chicos no paraban de mirar el encuentro de ambos, pareciera como si en cualquier momento algo interesante y digno de hablar hasta después de la graduación fuese a ocurrir frente a ellos de un segundo a otro. La presencia de Jacob se puso imponente frente a la del vampiro quien se mantuvo en la misma posición y bajó un poco la cabeza, era casi como si mostrara sumisión, pero para Edward aquello era mostrar al enemigo que estaba dispuesto a escuchar lo que fuera a decirle y tomarlo de la mejor manera posible, y evitar alguna pelea en pleno Instituto.

No se llamaría Amor sino Doliera 2 [EmmSeth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora