CAPÍTULO VEINTIUNO: Parte de la manada.

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CAPÍTULO VEINTIUNO: Parte de la manada.

Ver a lobos y vampiros colaborando por el bien de Seth y de Isabella era un hito bastante importante para recordar, en ocasiones no era fácil, pero se podía observar que lo hacían por el bien –más que nada- de Seth, ese niño que de cierta forma ya había tomado una parte de los corazones de los que eran participes de todo, era casi como si el niño tuviera un "no sé qué" que hacía a todos querer cuidarlo, era un hecho de que era condenadamente adorable, sobre todo cuando sonreía y mostraba esos hermosos dientes blancos y un perfecto y reluciente eyes smile, quizás eso fue lo que les gustos los demás que no era un personaje de la total ficción; para los vampiros era el hecho de que sentían ese increíble olor de total inocencia, y que su sangre fuera tan extraña, tal deliciosa y hasta exótica, eso traía mas peligros para el niño que solo deseaba ser normal, esa mezcla entre humano y no humano hacía que su olor se intensificara y se sintiera un olor más rico y apetecible.

Era un hecho de que el olor de Seth era algo totalmente exótico para los sentidos de los vampiros.

El niño aun se quedaba pensando cuando sintió los labios de su imprimación sobre los suyos, era un momento que nunca olvidaría; era totalmente mágico y pero también desesperante la forma en la cual flaqueo de forma tan rápida cuando se prometió a sí mismo no dar un paso atrás con sus planes, ahora todo lo estaba pensando, no podía faltar a su palabra y eso lo sabía bien, él no era así, lo que decía se cumplía porque lo había prometido.

Habían pasado bastantes días como para que un vampiro se mantuviera cuerdo por el hambre, Seth lo había visto, esos ojos totalmente negros en Emmett ese mismo día en la mañana que lo fue a visitar de forma casual y dando gracias que no había nadie en casa, ya que el señor Swan estaba en su lugar de trabajo y Bella salió con sus amigas Angela y Jessica.

Se había preocupado por el solo hecho de verlo en esas circunstancias, no pensó en ningún momento que Emmett podría lastimarlo pero sí que podría perder el control ante cualquier cosa por lo que le dijo que mientras toda su familia iba a cazar Seth llevaría a Bella con los demás de la manda, esa noche tendrían una reunión bastante importante según le dijo Jacob hace un par de días atrás. Emmett sin importarle mucho que los vieran se acercó lo suficiente para darle un beso al pequeño niño cerrando ambos los ojos dejándose llevar por ese sentir de dos contrastes de temperatura, de cierta forma era tan mágico como curioso.

Era muy seguro que amaba a Emmett como también el vampiro amaba como nunca a Seth, su Seth.

***

¿Cómo debería sentirse Jacob en ese momento?

Isabella salía de la camioneta de, su ahora su amigo, Edward. Era tan curioso la forma en la cual Bella sonreía, era casi como si se sintiera entre incomoda y feliz a la vez, Edward por otro lado tenía un rostro que mostraba seriedad, de cierta forma sabía que habían quedado en que Bella estaría en la Reservación mientras todo el clan Cullen iba de cacería pero verlos salir de un mismo automóvil había sido como un verdadero choque, casi como revivir el pasado cuando ambos se odiaban a muerte, y por el lado de Jake no quería volver a esos tiempos ya que era algo tan patético recordar cómo se comportaba por una humana, por una mujer.

Vio al vampiro acercarse y solo se recostó en la camioneta de su padre, estaba sin camiseta en esa oportunidad ya que el solo estar con una camiseta holgada le estaba matando del calor y no ayudaba el tener un temperatura de por si elevada. Aunque recordando esa era la primera vez que se mostraba al vampiro en esas fachas, rodó los ojos cuando vio a este hacer ademan de pasar saliva y desviar la mirada.

–Solo hable con ella sobre lo que se avecinaba, tampoco es que queremos decirle todo el mismo día en que las cosas estén sucediendo, sería un shock total. – hablo Edward aun desviando de vez en cuando el contacto con su cuerpo, el vampiro ahora si podía aceptar que aquel no era un simple niño, estaba más que desarrollado creando la edad de uno de 18 o 20 años, pero sabía que muy en el fondo Jake solo había logrado madurar gracias a todo lo que lo estaba sucediendo y tuvo que hacerlo también para apoyar a Seth en los momentos más difíciles por lo que estuvo pasando. En la mente de Jacob solo pudo ver que no estaba muy feliz de verlo junto a Bella, tampoco era que necesitara ser un lector de mentes para lograr adivinar lo que estaba pensando el lobo en ese momento.

No se llamaría Amor sino Doliera 2 [EmmSeth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora