CAPÍTULO VEINTICINCO: Una simple decisión.

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CAPÍTULO VEINTICINCO: Una simple decisión.

Esa tarde cerca de las 3 de la tarde Jacob fue a recoger a Seth para que fuera hacia el campamento que los estaba esperando a los tres. Alistó solo algo de ropa y fue todo, no más que eso, solo pensó que quizás tendría que entrar en fase por si es que algo se salía de control y debiera de apoyar a los suyos o vampiros. Después de todo Isabella era la única humana que era presa fácil. Cuando bajó de la moto de su amigo, ya llevaba consigo aquella pequeña mochila, misma que había llevado a la casa de Emmett, comenzó a caminar por el lugar, según le dijo Sam, su olor tendría que quedarse solo en el lugar de batalla, por lo que sabiendo que solo podría contribuir con eso, cogió una de las pocas piedras que tenían buen filo y cortó la yema de su dedo índice, lo suficiente como para que saliera una buena cantidad de sangre.

Pasó su dedo por diversos lugares pero no saliéndose del lugar donde sería todo. Tenía que cortarse a cada momento ya que su herida cerraba de inmediato. Dejó los últimos rastros sobre hojas del lugar y troncos de los árboles para después dirigirse hacia donde estaba su amigo, pero no contó con ver a Emmett en el lugar, vistiendo una sudadera negra, camiseta azul oscuro y unos pantalones del mismo color que la sudadera; a los ojos del hombre lobo, aquella era una vista grandiosa; por cada lugar Emmett desprendía masculinidad.

– ¿No crees que estas exagerando?– preguntó Emmett sonriendo de lado observándole de brazos cruzados.

–Si es en lo único que me dejaran ayudar, entonces quiero hacerlo bien. –

–Volverás locos a los neófitos. – el vampiro cogió su mano mirando el corte que Seth se había hecho y como está ya comenzaba a cerrarse por sí sola. Emmett agradecía tanto que Seth fuera un licántropo, no soportaría verlo morir a manos de algún vampiro sin haber tenido protección alguna. Aquel olor se intensificó para los sentidos del vampiro que no dudo en pasar parte de la ponzoña que se acumulaba sin proponérselo.

–Está bien... no quiero incomodarte. –

–De cierta forma a mi ya no me molesta, pero aun así se que no es momento para esto. – soltó la mano del niño sonriéndole de lado, mientras volvía a mirarle a los ojos; siendo un lobo o estando como humano, Seth siempre sería aquel niño tan lindo y de buen corazón que había conocido aquel desafortunado día, tenía siempre preguntas como ¿Qué hubiera sucedido si no hubieran podido hacer nada por Seth, ya que no tenía sangre de licántropo corriéndole por las venas y Carlisle hubiera optado por salvarle la vida convirtiéndolo en vampiro? ¿Hubieran sido distintas las cosas? ¿Estaría tan enamorado de él como hasta ahora lo está? O ¿no le hubiese importado y continuaría su vida con Rosalie?

–Promete que estarás bien, Emmett, por favor. – el niño se le quedó mirando a los ojos esperando una respuesta a su suplica.

–Lo estaré siempre que tú lo estés, así que no intentes nada heroico, tu bienestar es lo principal. Edward estará para ti si es que algo sucede, yo iré de inmediato luego de que todo acabe, y después... no sé si estarás de acuerdo pero... quiero comenzar una vida solo contigo, olvidarnos de todos y solo ser los dos. – el vampiro le volvió a coger de la mano acercándole para ofrecerle un fuerte abrazo, reteniendo su mandíbula sobre la cabeza del menor, la estatura era exacta para el vampiro, casi encajaban como una pieza de rompecabezas.

– ¿Técnicamente me estas pidiendo dejar a mi familia y manada para huir contigo? – preguntó mientras mantenía sus manos alrededor de la cintura del vampiro quien solo asintió con la cabeza, sintiéndolo claramente el licántropo. Desde aquella noche, Seth se había prometido ser solo él y nadie más, velar solo por su felicidad ya que se la merecía. Solo en esa oportunidad sería tan egoísta para dejar todo atrás y pensar en Emmett y él. Lo haría, aunque no sabía si iba a funcionar.

No se llamaría Amor sino Doliera 2 [EmmSeth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora