Durante unas semanas fue como si mi vida se parase. Todos los días eran iguales.
La gente se fue olvidando de nosotros y de nuestro vergonzoso tema. Aquel acto hizo que un hilo nos uniese a Charlie y a mi. Allá donde fuesemos nuestras miradas eran complices pero cortas y tensas miradas. El miedo estaba en nosotros y andabamos vigilando nuestros actos que aunque fuesen pocos en realidad nos comiamos con los ojos.
Por fin llegaron las vacaciones de ferias y con ello un descanso que ansiaba con todas mis fuerzas. Seguramente fuese la única que no iría a la fería por falta de amigos, solo me faltaba ponerme un cartel en la frente: "Busco gente solitaria que quiera ir a la feria con alguien solitario para no estar solos."
Pero eso no importaba, simplemente tenía tiempo para descansar y no ver a la gente del instituto. Kelsey hace como unha semana me dijo que quería hablar conmigo sobre lo ocurrido y todo lo demás, pero le seguía dando largas, solo necesitaba un día más para pensar y entonces hablaríamos de todo en conjunto.
Antes de vacaciones tuve una sorpresa por parte de Charlie, creo que fue algo bastante agradable. Me dijo que si quería quedar algun día con él para ir a la feria y esas cosas. La verdad es que se le veía bastante emocionado con la idea y he de decir que yo también. Le dije que ya lo hablaríamos y me dedicó una de sus hermosas sonrisas.
Hoy es ese día, no el día con el que he quedado con Charlie, eso todavía no es una realidad, sino el día con el que voy a hablar con Kelsey sobre todo. Llevo esperandola como cinco minutos, pensaba que era ella quién tenía prisas por saberlo todo, pero ahora era yo la ansiosa por contarselo todo.
Llegó unos segundos después de que me cuestionaba si abrir la puerta o no dejarla entrar con todos sus aparatos de periodista, pero ahora necesitaba una noticia de portada con la noticia en primicia: "Meghan, la solitaria podría quedar con Charlie, el tipo más majo del insti."
—Pasa Kelsey, puedes dejar todos tus aparatos de periodista y chismorreo nada más entres al lado de la puerta.— dije bromeando.
Kelsey pasó e hizo un gesto simulando que aquello que llebaba pesaba mucho y seguido de eso empezamos a reirnos de aquella broma.
Mamá no estaba, había salido a comprar y había dejado un bizcocho en la cocina para que nos lo comiesemos mientras hablabamos. Le conté todo lo ocurrido aquel día tan asqueroso y luego después las buenas noticias que me dio Charlie.
—¡Pero eso es fantástico! ¿Qué le dijiste?
— Le dije que lo hablaríamos...
—¿Sólo eso? —dijo poniendo una carasa.
—Sí, pero no sé que hacer. Estoy confusa.
—Pues en esto no puedo opinar, aunque si lo hiciese te diría que quedases con él. ¿Qué otra oportunidad vas a tener?
Kelsey tenía razón. El tiempo que quedaba lo pasamos hablando y comiendo bizcocho hasta que llegó mamá y conoció a Kelsey.
Por la tarde decidí hablar con Charlie. Me dió su teléfono cuando me preguntó, así que solo yo podía hablarle.
—¿Cuándo quieres quedar?
No dije nada que le hiciese pensar que era yo excepto por aquella pregunta.
Al momento me respondió.
—Esta misma tarde si lo deseas.
¿Esta tarde?No tenía nada que hacer, así que, ¿Qué iba a decir?
¡Pues claro!
Contesté a Charlie y quedamos dentro de un rato en la esquina enfrente de la feria.
Seguido de el mensaje me fui corriendo a vestirme y le dije a mamá que iba a ir a la feria con kelsey y más gente que conociamos. Esta mañana le había pedido a Kels que me cubriera la estrategia y ella había aceptado ya que aquella tarde tenía que salir a hacer unos recados.
Tenía todo preparado para lo que quisera que fuera a pasar. Salí en busca de Charlie y casi llegaba, pero empecé a ponerme nerviosa. ¿Realmente aquella era mi oportunidad? Y si lo era... ¿Era real o era un sueño?
¡Qué demonios! Debía hacerlo y pasar un buen rato junto a él.
Seguí caminando hacía Charlie. Allí esperaba con su sonrisa en los labios , mirando a todos lados: la gente, el ambiente y desde unos intantes me miraba a mi. Ya no podía esconderme y aquello me ponía todavía más nerviosa que antes. Saqué todas mis fuerzas y buenos pensamientos y me acerqué a donde él estaba.
Nos miramos y sorprendentemente aquello era algo vergonzoso para los dos. Estaba empezando a ponerme colorada como un tomate y él me miraba con la cara ruborizada pero su sonrisa mostraba algo realmente distinto: Aquel era nuestro momento y sus intenciones quedaban realmente claras. Quería que aquella tarde fuese nuestra, divertida y romántica a su manera como una verdadera primera cita.
Pasamos una buena tarde subiendo a las atracciones y cuando la velada acabó, decidimos sentarnos en uno de los bancos que habían algo más allá, lejos de la ruidosa feria pero al mismo tiempo cerca de todo.
Nos sentamos y apoyé mi cabeza en su hombro. Su perfume era suave y perfecto. Él me abrazó suavemente y noté la magia que fluía entre nosotros. Miré hacia arriba, donde se encontraba su rostro y seguidamente él me miró con sus dulces ojos.
Y cuando pensé que aquello era perfecto, nos fuimos acercando y nuestros labios empezaron a rozarse. Aquel dulce sabor de sus labios era el paraíso. Nuestros besos tubieron lugar allí mismo. Me sentía la chica más felíz del mundo y allí quedó la noche entre besos y diversión. Aquello era lo más perfecto que podía haber deseado nunca. Él y yo. Juntos e inseparables. Únidos.
Él y yo. Marlie♥

ESTÁS LEYENDO
La Felicidad En Tus Ojos
FanfictionMeghan es una adolescente que conoce a un hermoso chico llamado Charlie. Este será el chico de sus sueños...