Mi vida cambió desde que conocí a Sophia, tan sólo en estos meses he podido realizarme como persona, además logré deshacerme de toda chatarra que albergaba mi casa dando un aire de naturalidad completamente diferente al que me tenía acostumbrado. En tan sólo dos meses volví tener esperanza en la humanidad que alberga este mundo, cada vez que yo despertaba miraba la luz del sol que atravesaba la ventana a lo que yo creía que tenía una nueva oportunidad para poder crecer y cambiar parte de mí.
De regreso de nuevo del café de Sophia, tuve un pensamiento extraordinario, un pensamiento que tal vez quitaría horas de sueño, un pensamiento que podría acabar con nuestra relación. Prendí la radio un rato mientras me relajaba de todo lo que sucedió en este día, ahora la canción quedo a la perfección con la primera estación que llegue, "Sugar" de Maroon 5. Me llenó de emoción que esa canción retumbará en cada una de las paredes de mi casa.
Limpié mi casa acompañado de las notas producidas del radio, nunca me había sentido más feliz de ordenar y limpiar toda mi casa; no tarde mucho en encontrar un rincón donde la luz de la casa no pasaba la luz del sol.
En aquel incógnito lugar encontré una pequeña caja, una caja de madera al estilo de un cofre pirata en miniatura; en ese momento olvide que era ese tesoro que albergaba en su interior, no era más que fotos de hace tiempo. Aquellas fotos era recuerdos de aquella persona que deje ir, sé que no es bueno vivir de los recuerdos pero, entonces ¿cómo puedo lograr sobrevivir sin olvidar mi objetivo de toparme algún día con aquella chica que al despertar estabas juntos y pocas horas después desapareció?.
Esas fotos traían recuerdos acerca de todo lo que vivimos juntos, paseos, reuniones, comidas, citas, emociones y demás acontecimientos que lograron hacerme caer en la melancolía. Este sentimiento me hizo darme cuenta si sería buena opción por fin dedicarme el amor a aquella persona especial, o en el caso contrario seguir torturando con la idea de si algún día la volveré a ver a la primera persona que amé de verdad.
No tenía mucho tiempo de pensar y deducir una respuesta así que, decidí hacer mejor intentar algo nuevo total creo que en estos meses de conocerla pienso que es un buen momento para decirle que si podría hacer mi pareja, ella es tan esplendorosa, su mirada es capaz de inmovilizar cualquier ser que habita en la fas de la tierra, la inmensa cabellera color fuego que deja un rastro de pequeños diamantes que la acompañan en cada paso queda; sin olvidarme de sus gustos: además ser buena con el origami y con manualidades con tornillos, adora indagar sobre aquello que no conoce, le encanta hacer ejercicio pero en especial yoga y demás cosas pero en esencia fué lo que me enamoró de ella.Pasaron dos horas desde que decidí armarme de valor e invitarla a salir para poder comer como "amigos" o eso se supondría que pasaría algo mejor.
Estuve esperando en frente de un restaurante japonés, con excelente sushi según diversas críticas de internet.
La completa seguridad que tenía mi ser me abandonó completamente para poder confesarme lo que siento cada vez que me voltea a ver, cada vez que habla o cada vez que camina al lado de mi. Pensé en cualquier situación que podría salir mal, estaba preparado para cualquier alternativa que podría ocurrir, excepto una, ¿qué hacer cuando una persona te rechaza en público y no desmoronarse cuando solo las miradas caen sobre ti?.
Llegó cinco minutos después por razones que solo mujeres conocen y algún día conoceremos los hombres.
-¡Me alegra que vengas a pasar el rato conmigo! - La temperatura aumentó en mi cuerpo ocasionando que se subiera a mi cabeza y por consecuencia dará un tono colorado.
-Vamos a pasar, hace frío y no quiero que te enfries tomatito -en ese momento guiño su ojo izquierdo.
Pasamos al restaurante donde tenía un ambiente tan original y muy bien logrado por los distintos arbustos y adornos que parecía que era un portal a aquel lugar del sol naciente; nos apresuramos a tomar una mesa mientras nos bañamos en un Japón a escala donde mostraba una mesa cerca de un ventana pintada donde mostraría una paisaje llenos de árboles de cerezo.
-Bien, ¿desean ordenar algo para comer?
Esa voz provenía de el camarero asignado a nuestra mesa, poseía cabello platinado pero pintado pues era joven para poseer canas, además parecía que la distinción de cada mesero poseía un color diferente que van discretos como Azul marino a completamente notorios como Rosa o Amarillo.
- Me gustaría ver la carta - Dijo Sophia.
El mesero dejó dos carpetas forradas de piel guinda con bordes dorados en la mesa.
Antes de que fuera le pedí al mesero que si podría acompañame un momento.
- Necesito un favor, hoy pienso a declararme a esa chica -señale a Sophia.- y quiero que en el postre coloque una rosa comestible y en mi plato una nota que yo escribí -saqué la nota y la deposité en sus manos.- pagaré lo necesario.
El mesero de cabellera platinada se lo pensó un momento para solo asentar con la cabeza.
- Bien, pero tendrá que avisarme con anticipación para preparar todo.
Bien, todo iba al pie de la letra solo queda el paso más crucial y la razón de esta reunión, que ella me acepte y pueda olvidar a Tany.
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Cuando El Amor Llega A La Luna
Science Fiction¿Con quien te quedarías aquella persona que amaste y creíste muerta o aquella que te salvó del suicidio?