Amargo.

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No podría ser peor. Para mi buena suerte tenía el presentimiento de que Namjoon no confabuló para llevarme a un lugar oscuro donde los amigos de Hoseok aparecerían con bates y me aplastarían los huevos. Sólamente me propuso ir a la fiesta del amigo de Hoseok que más me odia y su turba de bárbaros llamados "amigos".

No podría ser peor, seguro. Y el simple hecho de que nadie quería verme ahí, me quitaba las ganas. Pero, ¿Y Hoseok?

Estaba impresionado. Si lo pensaba, namjoon casi nunca es serio. Podría reírse si alguien se cae en una alcantarilla incluso.

Pobre señor en la alcantarilla.

Pero esta vez parecía enojado conmigo, tal vez... Sólo tal vez... De verdad hice mucho mal, y tenía que disculparme. Era ahora o nunca. Ya habían pasado las nueve y la fiesta había comenzado. Lo único que tenía que hacer era ir, ver a hoseok a los ojos, decirle que lo siento, e irme. Fácil.

Salí de la ducha, sin ponerme a pensar mucho porque sabía que me arrepentiría. Ni siquiera me preocupé por la ropa; pantalones desgastados, camisa blanca arrugada y unas botas fueron mi atuendo esa noche.

No quería decir que estaba jodido, pero... Estaba jodido. Por mi mente pasó "¿Qué harás cuando vean tu extravagante auto?" "¿Qué harás con ese azul en el cabello que llama la atención a kilómetros de distancia?". Enserio debía relajarme.

El lado bueno era que si demostraba que iba con buenas intenciones no me saltarían encima como serpientes sin comer, tampoco creo que sea una situación tan seria como para recurrir a eso.

Dejé el auto tan cerca como pude, y supe casi instantáneamente dónde era el lugar. Detrás del estacionamiento. La música y los gritos resonaban en todo el lugar, al final esta gente sí sabía cómo divertirse.

  —¡Yoongi! Psst. ¡¿Qué haces?! —Namjoon estaba sujetándose tras la pared. Susurrando.
Para nada sutíl, porque por supuesto que no llama la atención un tío escalando una puta pared. 

—¿Qué haces tú?

—Oí tu carro —saltó la pared—. No puedes entrar solo, ¿Estás demente? Jin te cortará la cabeza.

—¿Cuál de las dos?—dije tratando de bromear.

—Las dos.

glup. 

—¡Es broma hermano! Mira lo pálido que estás jajaja.

—Déjate de estupideces. ¿Podemos irnos?

Namjoon trató de escoltarme, caminando a centímetros delante de mí. Sin embargo, no funcionaba. Podía sentir las miradas clavándose en mi nuca, y los susurros por doquier. Llamándome por toda clases de insultos. Era un ambiente tan hostil.

Al entrar en la casa Namjoon y yo nos colamos entre la multitud. El lugar apestaba a cerveza, cigarrillos y depresión por las canciones de Daughter y de The Neighbourhood.  
No había mucha luz más que unos focos azul y violeta neón.  No eran más de las once y sin embargo unos cuantos ya se veían ya bien muertos y buscando hoteles cercanos en sus celulares. Tenía el leve presentimiento de que esta fiesta no pasaba de las tres. Igual ni quería averiguarlo.

 —Llegamos —Namjoon se detuvo en seco delante de mí. Era la entrada al patio y no veía más que una silueta en la oscuridad mirando el cielo.

 —¿Dónde está Hoseok?

—El que está ahí parado.

—NO. NO TE CREO. ¿QUÉ HAGO? ¿QUÉ LE DIGO?

let's talk about your ass ➽ YOONSEOK (Instagram + kkt)Where stories live. Discover now