Capítulo 13: Lealtad.

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La espada de Jon Nieve se escontraba sobre su cama, el acero brillaba en tonos azules y grises gracias al reflejo del fuego.

"Debo hacerlo, debo hacerlo" se repitió mentalmente.

Tras pasar gran parte del día perdido en sus pensamientos al fin pudo tomar una decisión y rezaba a los dioses por que sea correcta.

Tomó la espada y pasó su mano por el acero y por último la enfundo, la dejo nuevamente sobre la cama junto a una pequeña carta.

Iba con su familia, con su antigua familia. A pesar de estar feliz pensaba en todo lo que perdería, todo por lo que luchó en el castillo negro y los extraños sentimientos hacia aquella norteña que logró ablandar su corazón, aunque sea un poco.

Pero ya no había vuelta atrás cuando montó su yegua oscura con fantasma a su lado.

- Conmigo- le ordenó al lobo huargo, que lo siguió sin dudar.

Cuando estaba a punto de cruzar la puerta, a punto de cometer traición, Sam de interpuso en su camino.

- No lo hagas Jon- exigió el chico bastante asustado con la idea de morir arrollado por la yegua.

- Apártate Sam- su mirada era de una frialdad cortante-. no lo repetiré.

- No- dijo el chico temblando de pies a cabeza-. te matarán por deserción.

Por un momento el arrepentimiento brillo en los ojos del bastardo,

¿Qué haría si Robb no le permitiera quedarse?

Pero todas las dudas quedaron atrás, él sabia que Sam se apartaria y como advirtió espoleó su caballo y a centímetros de chocar con Sam, este se apartó. La yegua siguió con su jinete encima rumbo al sur.

Aunque Jon no notó lo mucho que Sam deseaba mantenerlo vivo.

....

El sonido de unos pasos la alertó y de inmediato se puso en pie, tomó la espada que estaba a su alcance, pero al cruzar el umbral de la puerta pudo ver a Sam, Green y Pyp con el rostro desencajado por el miedo.

-¿Qué habéis hecho?- fue lo primero que atinó a preguntar.

- Es Jon- de inmediato Kat bajo la espada que estaba en el cuello de Tarly y la tiró a un lado.

- Lo que involucre al bastardo no es mi problema- respondió cortante. Esos últimos días deseaba poder estrangular a Jon Nieve que hacía que sus sentimientos volaran como flechas en batalla, cayendo en picada justo en su corazón.

- A desertado de la guardia, y si no lo detenemos lo decapitaran-dijo Pyp como si esas palabras fueran veneno, y eso eran ya que inmediata Katherine supo la gravedad del asunto.

Si el lord comandante se enterarse de ello, la cabeza del bastardo sería clavada en una pica.

- Llevadme con él- exigió.

- Va camino al sur- sentenció Sam-, traté de impedirlo, pero parecía seguro de lo que hacía.

Inmediatamente tomó su improvisado vestido que más parecía un Jubón con faldones
y mangas gruesa de cuero negro, lo ajusto a sus caderas y torzo, tomó su capa de la guardia y siguió a sus hermanos donde rápidamente montaron sus caballos y partieron en su búsqueda por el camino real.

Su caballo corría a una velocidad vertiginosa y pronto su tres hermanos de la guardia quedaron atrás.

Debía alcanzar a Jon antes de que hiciera una locura.

Su cabello se balanceaba por el aire congelado, miraba en todas direcciones y pronto a lo pudo ver algo a lo lejos.

Un lobo blanco se deslizaba por el bosque. Fantasma.

Su caballo galopó por el camino y pronto estuvo cerca del lobo y próximo a él está el bastardo. Se bajo de su caballo y se aproximó a la pareja de fugitivos.

- No volveré- fue lo primero que dijo. Pero ella no lo estaba escuchando, se sacó su guante y el frío inundó su piel, rápidamente elevó su puño y este impacto en el rostro del bastardo.

Este se quedó congelado en su lugar. Kat lo había golpeado igual como una madre reprende a su crío.

- Te he dado muchas oportunidades bastardo- dijo con ira, su molestia era obvia y por un momento Jon se sintió culpable-. el Lord comandante esperaba que fueras honorable y cumplieras tu palabra, pero todos nos equivocamos, no eres mejor que ninguno de los violadores ni ladrones del castillo negro, eres mentiroso- lo apunto con su dedo-, ¡Que los siete te maldigan y te persigan por el resto de tus días por abandonar a tus hermanos!

Jon no supo cómo reaccionar, toda la culpa de haber dejado el castillo negro y sus hermanos le dolió por dentro, y también estaba su verdadero hermano, que marchaba hacia al sur para vengar a su padre.

Eran difíciles decisiones y Kat tenía razón. No tenía honor, pero sacrificaría más que eso para proteger a su familia. Pero la pregunta era ¿Quién era su verdadera familia? ¿Robb, la guardia de la noche?

Se quedo en silencio con la cabeza gacha, ya había tomado su decisión, rápidamente le dio la escalada a Nieve y montó su caballo.

- Lamentó que esto terminará así- fue lo único que pudo decir.

Kat escupió el suelo ocultando su dolor, se sentía rota, aquel chico que consideraba su familia, incluso que llegó a tener sentimientos por el, la abandonaba igual como todos sus seres queridos. Lágrimas amenazaban con escapar de sus ojos, pero las retuvo.

- Solo vete con tu familia, ya tomaste una decisión.

Jon estaba a punto de espolear su montura cuando a galopes Sam, Pyp y Green gritaron su nombre.

Los tres chicos desmontaron y agarraron a Jon de las piernas y lo tiraron contra el suelo.

- ¿Que hacéis?- exclamó Jon furioso-, no hagáis esto más difícil de lo que es.

- No puedes irte- comenzó Sam-. te mataran.

- Es algo que no me importa, tengo que estar con Robb.

- Y yo quisiera estar en colina cuerno, junto a una chimenea leyendo, sabiendo que mi padre no me odia. Quisiera muchas cosas, pero aún así estoy aquí y si te marchas me matarán, eres el único que puede protegerme, pero veo que eres igual de cobarde que yo- finalizó el chico, algo aturdido por sus palabras.

- La noche se avecina, ahora empieza mi guardia. No terminará hasta el día de mi muerte. No tomaré esposa, no poseeré tierras, no engendraré hijos- empezó Green.

- No llevaré corona, no alcanzaré la gloria. Viviré y moriré en mi puesto. Soy la espada en la oscuridad. Soy el vigilante del Muro. Soy el fuego que arde contra el frío, la luz que trae el amanecer, el cuerno que despierta a los durmientes, el escudo que defiende los reinos de los hombres. Entrego mi vida y mi honor a la Guardia de la Noche, durante esta noche y todas las que estén por venir- finalizaron todos a coro.

Y Jon recordó quien era y que había venido hacer aquí .

- Durante esta noche y todas las que estén por venir- repitió Jon-, esta es mi casa.

A Sam se le escapó una sonrisa, igual que a todos. Jon había recapacitado, pero no podía olvidar la mirada de dolor y decepción de Katherine, le dirijo una mirada rápida y lo único que pude ver fue dolor.

A Kat se le llenaron los ojos de lágrimas, pero antes de que cualquiera digiera algo, la bastarda montó su yegua y galopó hasta el castillo negro. Su corazón estaba roto, y lágrimas se deslizaban por sus mejillas y gemidos de dolor lo acompañaban, maldijo los sentimientos hacia Jon y él no poder quedarse en el castillo negro.

La nieve se acercaba y con ella la despedida.

....

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⏰ Última actualización: Sep 29, 2019 ⏰

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