El diario rojo

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Hace mucho tiempo, pero no demasiado, hubo una chica que, como muchas, sufría de una amarga soledad. No era que no tuviese amigos o familia, por el contrario, siempre estaba rodeada de gente, incluso de guapos pretendientes; sin embargo, sus ojos estaban vacíos. En lo mas profundo de su alma se gestaba una vacuidad que cada día se hacia más y más grande.

Yo no comprendía cómo una chica que parecía tenerlo todo reflejaba en su mirada ese abismo. Y es que la soledad se presenta de muchas formas y ninguna es amable.

Como no le hablaba muy bien, decidí sólo dejarle un regalo sobre su pupitre, con una nota que decía:

"Cuéntale lo que quieras, no te juzgará".

Envuelto en un sencillo papel de regalo estaba  un diario de hojas blancas y cubierta de cuero en un hermoso color caoba rojizo.

Un día, simplemente dejo de asistir al colegio. Dijeron que... se suicidó. No encontraron una nota –que es común en casos así–, sólo el diario en blanco o casi, porque en la primera página y escrito con su propia sangre se leía:

"Quédate a mi lado"

Quédate a mi lado (Temporalmente Suspendida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora