Regreso a casa, cada día lo mismo.
Papá mira la televisión, mamá volverá tarde del trabajo. En la cocina, una nota:
"Ponlo a calentar en el microondas, sírvele a tu papá.
Con amor, mamá"
Miro el paquete.
¡Otra vez comida congelada!
Caliento y sirvo un solo plato, lo dejo frente a él en la mesita de la sala.
—Ah, ya era hora —gruñe mientras devora su contenido—. ¿Qué tú no vas a comer?
¡Ja!, pregunta como si le importara; le miento diciendo que ya comí en la cocina. La verdad es que desde hace días que apenas pruebo bocado, Misifus –un gato callejero– se encarga de cubrirme.
Subo a mi habitación sin muchas ganas y comienzo a sacar mis libros para ponerme a estudiar.
•••••••••••
Despierto, estoy a dolorida, dormí sobre mis libros otra vez. Los exámenes se acercan y no logro concentrarme.
Un baño y a la escuela.
Y así, cada día de mi vida.
Si es que ésto es vida...
•••••••••
Ahogada en llanto me dejo caer sobre la cama.
¡Ya no lo soporto, es sofocante, duele vivir así!, ¡¡DUELE!!
Las lágrimas duelen, no paran de salir, ya no tengo fuerzas y pienso...
Me quede dormida sobre mis lágrimas, ahora me duele la cabeza.
Miro el reloj, aún es de madrugada. Recojo mis libros desperdigados a mi alrededor.
¿Qué es esto? ¡Este libro no es mío!
Tal vez lo tomé por error en la biblioteca. No tiene titulo y tampoco nada escrito. ¡Qué extraño! Mientras lo hojeaba unas letras comenzaron a formarse decían:
"Na...ga...te"
¡¡¿Qué?!!
Iba a tirar el libro pero por alguna razón terminé de leer en voz alta:
—Nagate Tanikaze
Sin más, me preparo para la escuela y solo espero recargada en la cama a que sea la hora para salir.
•••••••
Subo corriendo a mi habitación y cierro la puerta tras de mí, sujeto la perilla como si de verdad ésta pudiera sostenerme, tengo los ojos cerrados, temo que si los abro el llanto vuelva a brotar. Mi pecho duele como si fuera a explotar, aprieto puños y dientes tratando de controlarme...
—Ya me estaba aburriendo.
¡¿Es la voz de un chico!?
En ese momento el dolor en mí pecho se convirtió en susto.
—Dime, ¿trajiste algo de comer.
Vuelve a decir aquella voz.
Abrí mis ojos tanto como pude y lo vi, ¡era real! Sentado sobre mi cama estaba un chico como de mi edad, 16 años, cabello negro, como de 1.70 de estatura, y bien parecido.
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Quédate a mi lado (Temporalmente Suspendida)
FanfictionSi pudieras pasar un día, o una noche con un chico, o una chica del anime, ¿con quien sería? En esta historia voy a regalarles una noche o un día entero en compañía de un personaje del anime. No es necesario leerla de principio a fin. En el primer...