Papa?

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Llegamos a mi habitacion, ellas quedaron totalmente impresionadas, al ver en el buen estado que se encontraba todo, ellas estaban acostumbrados a un ambiente totalmente distinto.

La pequeña elizabeth Vio por la ventana el mundo, Todo como si no hubiera nada malo en el, un mundo nuevo para ellas.

No creo que puedan salir mucho con esos cuernos -reí algo incomoda- 

-Darkness le toco la frente a la pequeña niña y como si no fuera nada se ocultaron los pequeños cuernos que sobresalían de su cabellera- Con esto podrás salir -Dijo sonriendole a la pequeña niña, con el mismo color rosa de antes-

-La niña sorprendida de su cambio, instantanea mente se vio en el espejo, tocando donde antes estaban sus cuernos- como le hiciste? -dijo muy sorprendida-

Magia -rió el Gran y tierno Dios-

La niña con un tono muy grande de felicidad, me jala del brazo, para acompañarla afuera, mientras tanto el enorme dios no fue tan bueno con la hermana de ella, ya que con crueldad y con dolor, hizo que los enormes cuernos de ella se metieran adentro de su cabeza, dejando que soltara unos enormes chillidos de dolor, que solo los oculto poniendole una mano en la boca, cerrandole la misma de una manera muy cruel.

La pequeña niña de lo emocionada que estaba, no se percato de los sonidos que provenian de la casa, esos pequeños chillidos que ocultados por la mano del dios, no dejaban resonar tanto.

En ese momento la niña me distraia de una manera sutil pero calmada, dejando en cuenta que ese mundo le estaba encantando mas y mas, dejando ver una enorme sonrisa cada vez mas grandes.

Pero en ese momento, el mas inoportuno que se podia tener, aparecieron una pequeña "parvada" de angeles, no representaron ningun problema, ya que mi cuchillo me fue muy fiel dejando hacer que cayeran muertos, la verdad trabajar contra los de la otra dimension.

De una manera algo descontrolada, la forma de brutalidad, todavia no puedo encenderlo a voluntad, solo cuando los angeles se acercaban a mi era cuando se encendia como si de un boton ellos tratara.

Era una extraña sensacion, el simple echo de que la niña fuera conmigo, me esforzaba el doble por que no recibiera ni un solo daño, aun por encima mio, ella me parecia mucho mas importante como si se tratara de mi propia hermana.

Pero no podia evitar siempre que peleaba contra esos monstruos, pensar en David... no sabia donde estaba, lo unico que queria, es estar de nuevo ante el.... besarlo lentamente, poder oler el hermoso perfume de olor dulce, quizas de una marca reconocida de perfumes...
Poder tocar sus suaves manos y poder ver su hermosa ropa, su hermosa ropa que le quedaba a la perfeccion, dejando que sus hermosa figura de sus pectorales marcados se  notaran.

Te extraño -dije con un ligero susurrar-

-La niña me miro con una leve sonrisa y tras dirigir una enorme mirada, con aquellos ojos color negro, esos hermosos ojos que pese a todo irradeaban una alegria e inocencia- que pasa hermana? -Me dijo sin dejar un momento de sonreir-

No pude evitar sonreir, seria demasiado cruel no responder esa sonrisa que solo me estaba haciendo feliz.

Pasaron las horas y a la niña la lleve por media ciudad enseñandole cosas nuevas para ella, cosas que sabia que le encantariar, Dulcerias, comidas deliciosas, Lugares hermosos con vistas que eran aun mas hermosas y por ultimo le mostre aquel enorme edificio, totalmente critalizado, ese edificio que reflejaba las luces de la ciudad en la noche.

La niña parecía encantada, la noción de ver un mundo distinto al suyo, después de eso poder ver cosas tan hermosas y tan enormes como aquellos edificios que adornaban nuestra ciudad, esas grandes construcciones que parecían estar hechas de una especie de mármol grisacio, con un siempre aroma a limpieza, su cristalería que parecían, mas que enormes ventanales, unos gigantescos espejos de tamaño de edificios.

-Woooooow es hermoso estos lugares- dijo la elizabeth con un tono emocionado -nunca había visto lugares así- me volteo a ver con una hermosa sonrisa en su rostro.

Sonreí de manera bastante enternecida -Que bueno que te guste este lugar- 

-Como no me va a gustar- sonrió volviendo la mirada a los hermosos edificios de venta de ropa- es un lugar mucho mas hermoso, un lugar que no creí que existiera- 

La notoria emoción resonaba mas y mas en su voz, se dejaba notar una magia infantil, que para todo lo que ella había vivido, se me hacia raro que no hubiera perdido.

Pasamos un par de calles, y la pequeña volteo a ver una pancarta con el nombre de Lucious Mc greggor y la foto de un elegante hombre con un traje que se denotaba que valía millones y millones de dolares.

-Mira¡¡- dijo apuntando a aquella pancarta -Ese es tu papa¡¡- Me volteo a ver.

Yo me asome por la ventana y con una risa algo curiosa le pregunte -que cosas dices pequeña?- la voltee a ver con una sonrisa algo risueña.

-El es¡ el es¡- insistió con una enorme sonrisa en el rostro -enserio¡-

Sonreí comprensiva -quizás mas tarde trate de contactar con el  ¿si? por ahora....te seguiré mostrando la ciudad -dije cortandole un poco esa conversación que yacía algo incomoda allí, ademas, quizás solo era un juego de niños en el cual me estaba enrollando.

Seguimos con la ruta que había pensado para ir por toda la ciudad, terminando en la heladería del viejo Joe, una heladería en la cual se vendían, por un precio algo accesible, los mejores helados que había comido nunca.

-Mama siempre me traía aquí cuando era pequeña- le tome de la mano antes de bajar del coche y con una indicación con la mano le pedí al chófer que nos esperara.

Entramos a la heladería, el interior de esta era como un viaje en el tiempo, mesas rojas con asientos de piel rojo, al estilo de los 70's, las paredes decoradas con un rayas verticales de color rosa y blanco y el piso era como un tablero de ajedrez gigante, con plazas cyan y blancas.

Todo en esa heladería, era hermoso brillante y con un aspecto clásico, nos acercamos a aquel viejo hombre, no lo veía desde hace mucho tiempo, su enorme sonrisa la seguía manteniendo, aun que su cabello de negro yacía cubierto de canas, volteo a verme y con una enorme sonrisa, dijo:

-No puedo creer a quien tengo aquí¡¡¡- Me miro, con esa energía tan particular que siempre tenia al verme a mi y a mi madre, inclino un pequeño gorro blanco y se limpio las manos en el delantal blanco- La pequeña Azul Ribbeck¡¡. 

Realmente me sorprendí, como el me había reconocido? no me había visto en casi una década y me reconoció como si me hubiera visto ayer, en eso el llego y se acerco y me abrazo -veo que sigues la tradición de tu madre trayendo a tu hija a mi heladería- dijo con una enorme sonrisa.

Reí con un nerviosismo notorio -ella no es mi hija, es una pequeña amiga ¿verdad?- voltee a ver a elizabeth que se hallaba a un lado mio, tomándome de la mano, ella sonrió y asintió.

joe rió algo fuerte y me dijo -Lo mismo que decía tu madre, nunca diciendo que son madres para no sentirse tan mayores- rió de nuevo -hablando de ella- me dedico una enorme sonrisa interesada -Como esta? hace mucho que no se pasa por aquí- 

Baje la mirada un poco y trague saliva -En paz descanse falleció- dije después de un suspiro

La sonrisa se borro lentamente de su rostro -mi pésame... en verdad siento mucho tu perdida- me puso una mano en el hombro -cual quier cosa que necesites ya sabes que tu tío joe esta aquí- 

Sonreí -Muchas gracias...pero...venimos a comprar unos helados- sonreí de nuevo -esos helados que tanto amábamos nosotras-

Sonrió de manera bastante grande -claro que si¡- paso por detrás de la barra y tomando dos conos -de que desean los sabores de sus helados las señoritas?-

-mmm.... deme uno como el que pedía cuando era niña- sonreí -y para la pequeña...uno de choco-chips- sonreí -se que le encantara ese- 

-Un especial de fresa sakura y uno choco-chips a la orden- sonrió y tras poner la pose de un soldado tomo la cuchara heladera y nos preparo dos enormes conos de helado con dos bolas de helado cada uno, el de choco-chip llevaba un barquillo de vainilla y chocolate y una galleta incrustada en el helado, mientras el de fresa sakura llevaba una decoración con mermelada de fresa y una pequeña rosa de árbol de sakura echa de chocolate solido encima. 

Cuando los tome y se lo pase a la pequeña -cuanto va a ser tío Joe?- 

-pfff- me dijo sonriendo y acomodándose de nuevo su sombrero -no me atrevería a cobrarte el helado a mi sobrina favorita y su pequeña hija- sonrió y pasando la mano por encima del mostrador le despeino un poco el pelo a elizabeth, causando que soltara una pequeña risa juguetona.

-Vamos tío- sonreí -hagamos algo, lo que no le pago de helado se lo dejo de propina- sonreí

-hombre...pues las propinas son ya de cada quien- rió juguetón- pero con unos cuantos centavos me basta de propina- 

sonreí y saque dos billetes de 20 dolares -por su amabilidad- los metí con al bote de las propinas -al buen y galán tío Joe- 

Joe me sonrió -espero pases mas seguido por aquí Azul- sonrió -me recuerdas mucho a tu madre... pero vaya que he sido grosero¡-  sonrió -como te llamas pequeña?- sonrió dirigiéndose a elizabeth

-E-elizabeth- dijo algo tímida 

-La pequeña elizabeth ribbeck- sonrió -un gusto conocerte pequeña- sonrió mas grande

Elizabeth sonrió con ternura.

Se abrió la puerta del local y entro una joven -papa- 

al voltearla a ver me di cuenta que era -vanessa?- 

-A-azul?- me dijo timidamente

-papa?- voltee a ver a tío Joe con una sonrisa confundida

Joe sonrió -veo que se conocen- 

-s-si ella iba en mi salón- dijo vanessa algo nerviosa

-Si- sonreí -bueno discúlpenos pero es que ya se nos esta haciendo tarde tío Joe, el Taxi nos esta esperando afuera- 

Sonrió -esta bien, pero a la siguiente se quedan mas para platicar- sonrió de nuevo un poco mas grande

-Seria un placer tío Joe- sonreí y tomando la mano de elizabeth voltee a ver a vanessa -un gusto haberte visto amiga- sonreí y salí de la heladería subiendo de nuevo al taxi con elizabeth tomada de la mano.
















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⏰ Última actualización: Feb 02, 2018 ⏰

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