Penitencia I

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Había pasado un par de días desde que Ben había dejado plantada a Mal en el altar. El rey había tratado de hablar con ella por todos los canales posibles pero no había forma, no podía contactarla.

-Hermano... –digo Chad observando a Ben algo preocupado. –Necesitas ir a casa. -el rey de Auradon negó con la cabeza tomando la copa que el barman había puesto delante de él.

-Necesito a Mal – gimió alto Ben haciendo que los que estaban a su alrededor voltearan a mirarlo, Chad puso una mano sobre su boca.

-Tienes que superarla –susurro el rey de Charmington intentando quitarle la copa, Ben logro salirse del agarre de Chad, tomándose el licor de un sorbo.

-No quiero –gritó haciendo que los murmullos de los presentes empezaran a sonar.

-Ben compórtate –dijo Audrey mirando al rey desaprobadoramente.

-No me interesa lo que digas –respondió Ben queriendo tomar otra copa que el barman le había alcanzado pero la castaña lo evito –Audrey –dijo Ben mirándola directo a los ojos.

-¿Qué? –dijo desafiante la reina de Charmington convencida de que no iba a permitir que Ben tomara una gota más de licor.

-La perdí –susurro el rey de Auradon abrazándola por la cintura, parecía un niño abrazándose al regazo de su madre –la perdí para siempre –Audrey miro a Chad que le devolvía la mirada con desconcierto.

-Solo tienes que esperar que se calmen las cosas –susurro Audrey abrazando a Ben, era su amigo y lo quería mucho –cuando todo esté más frío podrás conversar con Mal.

-¿Tú crees? –Ben no había cambiado de posición pero esta vez su voz sonaba esperanzada.

-El verdadero amor perdona -susurro la reina, la cual con ayuda de Chad hizo que Ben se pusiera de pié. –Ahora vamos a casa.

Los tres salieron del bar caminando lento, Ben necesitaba darse un baño y dormir mucho.

-Bella –dijo Audrey cuando la madre de Ben entro a la sala del gran castillo.

-¿Cómo está? –le preguntó dándole un beso en la mejilla a la chica.

-Chad está ayudándolo para que pueda darse un baño y echarse a dormir –la reina asintió –está realmente deprimido y no sé qué puedo hacer para ayudarlo.

-¿Has tratado de hablar con Mal? –Audrey negó con la cabeza.

-Llame a Evie –dijo mientras ambas caminaban al sofá para tomar asiento –y me dijo que no quería que nadie alterara a Mal por el momento, que estaban bien.

-Es entendible –dijo la ex reina de Auradon –ella debe estar aún más destruida –Audrey asintió en el momento que escucharon a Chad bajar por las escaleras.

-Reina Bella –saludo a la mujer muy educadamente y ella le respondió el saludo con un movimiento de cabeza –Ben ya está dormido pero lo último que sollozó fue que quería a su mamá.

-Voy a verlo –Bella se puso de pie –gracias por ir a buscarlo –apretó una mano de Audrey y caminó hacia el cuarto de su hijo.

Los reyes de Charmington se miraron.

-Es tarde y mañana tengo que estar temprano en Notre Dan –dijo Chad estirando la mano para que su esposa la tomará –vamos de una vez.

-Si –dijo Audrey poniéndose de pie y tomando la mano de Chad –Annie debe de querer que le lea un poco antes de dormir y la niñera debe estar desespera.

Ambos salieron del castillo de Auradon hacia su propio castillo, estaban preocupados por su amigo pero tenían una pequeña niña de cuatro años a la que debían cuidar.

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Ahora es turno de la penitencia de Ben. 

Gracias por leer este fic, se está volviendo muy popular y estoy encantada porque pensé que nunca iba a poder escribir Beal. 

Este capitulo está dedicado y ella sabe para quien. 

Por cierto, el nombre Correo va a ser cambiado por Cartas. 

Me despido... hasta el próximo capitulo 

¡Larga Vida Al Mal! 

Cartas de AmorWhere stories live. Discover now