Capítulo 3

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Me abracé a ella tras ver sus dolor en sus pequeños ojos. Nos quedamos así unos largos minutos. Abrazar a mi madre era lo más bonito que la vida me había concedido,sentir sus brazos alrededor de mi cuerpo era reconfortante y me hacia sentir mejor. Tras el abrazo le pedí que se sentara a mi lado y le pregunté sobre la enfermedad de mi padre contándole así que la escuché años anteriores hablando con mi abuelo y que había estado llevando esto yo sola y dejándola también a ella sola y desolada.
A trompiscones entre lágrima y lágrima mi madre me contó toda la trayectoria de la enfermedad de Tony,mi padre. Me dijo que no había suficiente dinero para pagar su tratamiento,ya que la sanidad ciudadana no se hacia cargo de su caso porque estaba en fase terminal.
En ese momento algo dentro de mi se rompió como un jodido plato que cae al suelo y se rompe en miles de pedazos. Pensar que mi madre estaba echando muchas horas extras y hacia lo imposible para llevar a casa un sueldo decente y que después de todo esto no bastara me mataba,me quemaba todo mi ser.
Tras unas horas después de haber estado en casa de mi abuela ayudándola con las tareas del hogar,llegué a mi casa y mis padres no estaban ya que tenían revisión con el Sr. Ken (su doctor de la clínica privada).
Encima de la mesa de la cocina vi el periódico y percibí un anuncio del propio redactor del periódico que se necesitaba una adolescente para una sesión de investigación en un apartado del noticiero semanal. Yo me quería dedicar a la literatura y al periodismo y esto se me daba bastante bien. Seguí leyendo y vi que el sueldo eran trescientos cincuenta euros al mes y poco más para abajo vi el teléfono de contacto. Cogí mi móvil y marqué al móvil indicado.
Al principio pensé que era buena idea pero luego cai en la cuenta de que compáginar el último año de instituto y mi nuevo trabajo iba a ser difícil,aun así decidí llamar para informarme de todo.Me dijeron que cada semana tenía que entregar una serie de noticias e investigaciones que ellos mismos me indicarían cada semana. Ese mismo día tenía que presentarme en la biblioteca de mi ciudad para inscribirme. No quería que nadie se enterase,así que cogí las llaves y salí de casa.

Mi vida,mi héroe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora