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El pecho me dolía de lo agitado que estaba, el aire comenzaba a faltarme en los pulmones los cuales me quemaban y lo peor, sentía mi corazón acelerado, tanto que pensaba que en cualquier momento saldría disparado de mi pecho como si de una bala se tratase.

Aún con todo el silencio que reinaba en la casa sus pisadas no podían pasar desapercibidas, el ambiente era tan silencio y agobiante que hasta las gotas de sangre que caían de su cuchillo se podían oír aún con la distancia que había puesto entre los dos.

Llegué a una habitación, me adentre y rápidamente cerré la puerta apoyando mi espalda en esta tratando de regular mi respiración.

-¿Como demonios había llegado a esta situación?, - pensé alarmado y con miedo lanzándome al suelo con los ojos llenos de lágrimas, la derrota en mi mente, sentía mi cuerpo tensarse ante cada sonido que llegaba a mis oídos y por inercia lleve mis manos a ellos para evitar que el sonido me siguiera atormentando aún más de lo que estaba.

-Ese tipo me mataría definitivamente sin importar que- los pensamientos sobre eso volaban de un lado a otro atormentando mi mente casi por milésima vez.

Tres toques a la puerta me sobresaltarón haciendo que mi corazón se parara por breves segundos y que el poco aire que tenían mis pulmones me abandonará.

Lleve mi mirada a la puerta y note como lentamente el picaporte era girado, me arrincone contra la pared más alejada a la puerta, no lo podía evitar, ahí estaba el, uno de los asesino más buscado de Corea tras la puerta de la habitación de mi mejor amigo el cual hace minutos había sido brutalmente apuñalado por este sin oportunidad de salvarse.

††

No era raro que yo pasará mi fin de semana junto a Taehyung, después de todo yo no tenía a nadie y los días en los que no tenía ni clases, ni trabajo, mi casa siempre cogía un aura aún más solitaria para mi parecer.
Así que sin ninguna queja Taehyung me recibía en su casa los dos días para tener la compañía el uno del otro.

Todo iba normal nada fuera de lo común, bromas tontas, pláticas amenas, comida chatarra y películas de terror, lo típico que hacíamos esos días, uno que otro ruido se escucho afuera de la casa pero tanto mi mejor amigo y yo no le tomamos mucha importancia, lo atribuimos a que era fin de semana y la gente iba de fiesta o cosas por el estilo, que equivocados estábamos.

Después de unos minutos escuchamos un leve sonido de vidrios cayendo al suelo, eso se escuchaba en la cocina, le di una mirada preocupada a Taehyung y el arrugó el ceño con confusión pero apesar de eso llevo un dedo a su boca en señal de que debía de mantenerme callado. Tomo mi mano y juntos fuimos hacia la cocina.

La puerta de cristal que tenía la casa ahora tenía un hueco cerca de donde el seguro se encontraba, el agarre de Taehyung en mi mano se endureció más para después soltarme y mirarme a los ojos.

-Jimin no creo que debamos estar más tiempo aquí, hay que salir rápido,- la mirada que me daba demostraba terror y preocupación -el está loco, no se que es capaz de hacer- estaba empezando a soltar oraciones incoherentes mientras su mirada recorría toda la cocina temeroso, como si buscará algo...

De un momento a otro volvió a tomar mi mano y camino a paso acelerado nuevamente a la sala, mas de repente paro es seco y su mano empezó a temblar.

-¿Tae?- extrañado mire su rostro, lucia aterrorizado, los ojos bien abiertos, pálido, los labios entre abiertos y con la vista fija en un punto, curioso voltee a donde miraba y ahí estaba el, sentado en el sofá dándonos la espalda, jugando como si nada con el cuchillo que tenia en mano como si fuera lo más natural del mundo

Monster - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora