Aun sintiendo ese dolor en el pecho, subió al bus y se sentó en el asiento cercano a la puerta. Observó cómo antes de que estas se cierren un chico entró apresurado y se sentó junto él.
— ¿Qué haces aquí?—preguntó asustado. No creía que iba a tener la charla entre ellos tan rápido.
—Te acompaño de dónde sea que vayas para luego ir a comer juntos—respondió Yoongi con una sonrisa. No iba a obligar al menor a hablar sobre su confesión luego de verlo tan nervioso, pero tampoco no dejaría que no hablasen sobre ello, trataría de sacar el tema en el almuerzo.
—No, no, tú no puedes acompañarme—su respiración comenzó a ser más pesada y sus ojos se llenaron de lágrimas que no dejó caer—. Vo-Voy a un lugar pri-privado y...
El mayor al ver el estado del menor se asustó; trató de no demostrarlo para que la situación del menor no empeore. Con las manos temblorosas acunó al menor con sus brazos— ¿Vas al cementerio, no? Este bus sólo te lleva hacia allá —susurró al sentir el ambiente demasiado íntimo. Sentía ambos corazones latir rápidamente y como Jimin temblaba un poco —. ¿Sabes qué? Me gustaría ir contigo para contenerte, para secar tus lágrimas y abrazarte. Para que compartas tu sufrimiento conmigo, y para que me enseñes otro lado de ti. ¿Me-Me dejarías? —preguntó. Yoongi había hablado demasiado, no quería presionar al menor, pero simplemente las palabras habían brotado de su boca. Habló con sus sentimientos para el dueño de estos.
Jimin se tensó; sintió como si se ahogara y la mano del mayor sobar su brazo afianzando el agarre de su abrazo. Apoyó su cabeza en el pecho del mayor y poco a poco fue calmándose. Observó el rostro de su hyung mirándolo, esperando por una respuesta, con voz rasposa dijo: —No, no, vete —aunque en realidad lo que quiso decir fue todo lo contrario. Al ver el rostro del contrario al escuchar su respuesta, y sentir como este se separaba de él, volvió sentirse mal, con un nudo en su garganta y las lágrimas a punto de correr por sus mejillas, habló: —Te-Te espero en el al-almuerzo... —y no le importó nada más en ese momento que ver la sonrisa que le regaló el mayor.
Min se había sentido realmente triste cuando no dejó que lo acompañase, pero era entendible. Usualmente a las personas les gusta ir al cementerio a solas para desahogarse, lo que sería difícil con él a su lado. Su tristeza se fue cuando el menor dijo que lo esperaba para el almuerzo, y su mente comenzó a pensar las posibles comidas que Yoongi podría comprar para compartirlas con Jimin. Volvió a abrazar al menor con una sonrisa esperando que el bus llegue a destino.
Al percatarse de que estaban a unas calles de la entrada del cementerio, Yoongi decidió decirle unas palabras antes de que Jimin baje del autobús. Acunó su cara con las manos y habló —"La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente" —citó una frase de François Mauriac y contempló como Jimin se paró de su asiento y caminó hacia la puerta sin decir nada. Salió del autobús y agitó su mano sonriendo hacia el mayor.
En el camino del cementerio a la universidad, Yoongi se la pasó pensando en la muerte. Citando frases de libros que leyó y examinándolas, adaptándolas a sus pensamientos.
"La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos" —Antonio Machado.
Soltó un suspiro tembloroso y movió sus piernas hacia la entrada del cementerio, donde un guardia observaba los movimientos de los que decidían entrar. Tratando de recordar el número en el que sus padres están enterrados. Llegó al número veintidós, dirigió su vista a la lápida en la que yacía el nombre de su madre y su padre, juntos. Con su cuerpo temblando, las lágrimas saliendo y su voz temblorosa, trató de formular lo que deseaba decir —Se-Señor y Se-Señora Pa-Park, o debería decir... Ma-Mamá y Papá, yo... Lo si-siento mu-mucho, siento no recordarlos, si-siento e-estar pensando mal de u-ustedes...—sorbió su nariz con sus manos aún temblorosas —No-No sé cómo hayan sido co-conmigo pe-pero necesito a alguien ju-junto a mí... Ne-Necesito una fa-familia—sollozó —Pe-Pero ahora te-tengo a Yoongi Hyung; él me cuida mucho. Yo cre-creo que lo a-amo, pero tengo mi-miedo...—guió su vista hacia sus dedos, desviándose hacia el reloj de su muñeca, en el que se leía que faltaba poco para el almuerzo— De-Debo irme—susurró mirando sus lapidas, reprochándose el no haber comprado unos jacintos púrpuras para dejarles. Si bien el dejar flores proviene desde la antigüedad por razones en las que en la actualidad ya no son necesarias, Jimin siente que las flores son especiales, ya que, estas pueden hablar por ti, o incluso más que tú; además de su belleza y olor. Por eso mismo, al salir del cementerio, no pudo evitar comprar esas flores que tanto le recordaron a Yoongi.
Jacintos púrpuras: pedido de perdón, lamento, tristeza, pesar, aflicción.
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Ballena Azul | YoonMin
Fanfiction❝El juego "Ballena Azul" llegó a los oídos de Park Jimin, un futuro jugador.❞ ○YoongixJimin