COMIDA

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Sus dedos se movían nerviosos sobre su pantalón, su sonrisa expresaba ansiedad y sus pies chocaban y golpeteaban el piso.

Yoongi esperaba que le entregasen su comida. Decir que no estaba emocionado sería una vil mentira, y decir que no estaba para nada nervioso, también. Sentía su estómago encogerse y temía lastimarse los dedos al morder tanto sus uñas. A Jimin realmente le gustaban las manos del mayor, por esa razón siempre lo regañaba cuando hacía algo así.

Al mayor realmente se le hizo difícil escoger una comida para llevar, ¡Había cientos de ellas! Finalmente se decidió por lo fácil y delicioso. Gimbap y Tteokbokk, para dos personas.

Al ver que los paquetes con comida llegaban hasta él, una sonrisa de oreja a oreja surcó su rostro. Se despidió de la señora mayor que atendía el lugar y salió del restaurante. Suspiró y se encaminó hacia la casa de su menor. En el camino compró alguna bebida para ambos y unas golosinas.

Faltaba una calle para llegar a casa de Jimin, y Yoongi debía verse bien. Sacó su celular, colocó la cámara y observó su rostro y cabello. Cuando estaba a punto de guardar su celular, en la pantalla apareció un sonriente y lindo Jimin detrás de él.

— ¿Qué hace, Hyung? —preguntó el menor tratando de no reírse, ¡Yoongi se veía tan gracioso y tierno!

Yoongi avergonzado respondió: —Na-Nada, ¿Y esas flores? —preguntó al percatarse de ellas.

—Son tulipanes. Son para usted, ¿Le gustan? —extendió el ramo y sus mejillas se sonrojaron.

Yoongi sonrió y tomó el ramo con delicadeza. —Es un amarillo muy bonito. Muchas gracias, Jiminnie. ¿Te gustan los tulipanes?

—Me gustan mucho las flores, de todo tipo, y los tulipanes son lindos... ¿Vamos a casa a almorzar? —Sonrió, y el mayor logró ver algo travieso en sus ojos— ¡El que llega último limpia!—gritó y corrió hacia su casa, siendo perseguido por Yoongi, quién fingía sollozar mientras vociferaba— ¡Piedad! ¡Tengo las flores y la comida, ¿Cómo pretendes que pueda correr?! —Jimin rió fuertemente y decidió esperar a su hyung.

Al entrar a su casa, aun riéndose, el menor invitó a Yoongi a dejar las cosas sobre la mesa mientras que él colocaba los platos, refrescos y vasos. Al abrir la nevera observó su comida del día. Realmente las odiaba. Siempre eran alimentos demasiado raros dados por el Gobierno; aunque no estaba realmente seguro de eso. Sólo recuerda a un hombre con un paquete de comida en su puerta un día específico, diciéndole que debe comerlo sí o sí. Jimin simplemente obedeció, porque ¡Es comida gratis! Y supuestamente del Gobierno. El señor le dijo que era porque sus padres murieron, y mil cosas más. Una vez intentó no comerlo. El hombre se apareció en su casa con otro paquete de comida, entró y lo obligó a comerse todo, prometiendo no hacerlo otra vez. Ese día fue extraño, y le dio demasiado miedo.

Salió de la cocina y se acercó al mayor. —Hyung, debo comer esto antes. Luego comeré la deliciosa comida que trajo —sonrió y se sentó junto a él.

A Yoongi esto le pareció un poco raro, pero no le tomó importancia y esperó a que el menor terminase su comida que, por cierto, no se veía muy apetitosa.

Último bocado y las náuseas recorrieron el sistema de Jimin. Fingió una sonrisa y le indicó al de tez pálida que coloque la comida —con su ayuda—.

Park agradeció la comida al igual que Min y ambos comenzaron a degustarla. Mientras lo hacían se formó una conversación cómoda entre ambos.

Al terminar de comer, Jimin se sentía mejor; las náuseas desaparecieron, su estómago estaba lleno, él estaba feliz y en un ambiente agradable y acogedor. Yoongi vio esto como una oportunidad de hablar sobre lo ocurrido en la universidad.

—Jimin...—susurró, y el mencionado dirigió su vista hacia él —Sobre lo sucedido en la universidad...—se vio interrumpido.

Sus manos comenzaron a temblar y un nudo se instaló en su garganta —Espere hyung. Yo... No lo había pensado bien, y...

—También me gustas; —soltó simplemente y observó al menor a los ojos— Y realmente me gustaría tener algo contigo—declaró e intentó tomar las manos temblorosas de Jimin.

—Te-Tengo miedo, hyung—su nudo aumentó y comenzó a sollozar. Yoongi rápidamente se acercó y lo abrazó, susurrando: —Hyung puede esperar... Hyung puede hacerlo.

—No, no...—susurró— "Usted de-debe pla-plantar su propio jardín y de-decorar su propia a-alma, — trató de hablar llorando con hipidos y suspiros— en lugar de e-esperar que le tra-traiga flores" —recitó las palabras de Jorge Luis Borgues.

—Jimin... podría aguardar a que me traigas todas las flores existentes, los árboles, arbustos... Podría esperar que me traigas el sequoia, y esperarte hasta que crezca; porque "esperar fue la primera lección que aprendí sobre el amor" —citó a Paulo Coehlo y el menor no emitió ninguna palabra más.

Park se sentía tan cómodo y tranquilo que se durmió mientras abrazaba a Yoongi; este al percatarse de esto, tomó a Jimin entre sus brazos, lo llevó a su habitación y lo recostó en su cama. Observó su rostro un segundo, tan bello y puro. Se despidió con un beso en su frente y abandonó el hogar, no sin antes tomar las flores que le fueron regaladas. 



Tulipanes amarillos: declaran amor sin esperanza. 

Sequoia: Es un árbol muy longevo (entre 2000 y 3000 años) y la más alta que existe, llegando a alcanzar 115,61 m de altura (sin incluir las ) y 7,9 m de diámetro en su base. 

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⏰ Última actualización: Oct 09, 2017 ⏰

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