Nuevo hogar al fin

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Pov Gwaine

Mientras mi hermoso Mer fue por su madre me acerque a Matias y su familia para ayudar a pasar las cosas que aun servían de la carreta destrozada a la otra.

—¿Y a qué se dedicaban antes de salir de su hogar? Probablemente eran granjeros pero también puede que no y que puedo decir, soy curioso.

—Bueno, mi hermano y yo eramos herreros y mi hijo estaba aprendiendo el oficio, mi esposa y mi hija se dedicaban a vender pan y algunos pasteles en el mercado del pueblo, aunque era pequeño. ¿Y usted a qué se dedica?, no tiene cara de granjero y no creo que tampoco sea herrero ¿o si? —bien... ahora que, le digo la verdad o no, bueno técnicamente deserte por lo que soy un traidor pero... ah que mas da.

—De hecho era caballero, servia al rey de Camelot pero... bueno por ciertas razones deserte y decidí empezar una nueva vida con Merlín, le debo mi vida y más, además lo amo demasiado —le explique, no me da vergüenza confesar mi amor por Merlín, de verdad espero que el también llegue a quererme tanto como yo a el.

—Vaya, eso no lo esperaba pero bien, no soy quien para juzgar y en el corazón no se manda, por cierto ¿podría ser que su pareja sea...? —parecía indeciso entre preguntar o no, de seguro se pregunta si es doncel, después de todo su apariencia ya no es tan masculina jeje.

—Si lo que quiere saber es si es un doncel la respuesta es si jeje, de hecho hace muy poco lo descubrimos, mi Merlin es muy especial —le dije con mi típico sonrisa.

—Bueno, en mi pueblo hubo un doncel hace muchos años así que no me son desconocidos, ya deben quedar muy pocos.

—Es verdad, después de todo eran perseguidos y asesinados, ahora son permitidos en Camelot pero aun asi nos fuimos, por otras razones, claro —el se sorprendio un poco, es probable que no supiera todavía sobre la integración de los donceles a Camelot.

—Es bueno, así ellos tendrán un poco de paz ahora... es cierto, no lo mencioné pero, mi sobrina es buena con las plantas aunque no sabe de cultivar y cosechar, a ella le gustan más las flores jeje —bien, eso quizás la haría una buena amiga de Merlín, a el le gustan.

—A Merlín le gustan las flores, se llevarán bien, creo que a la madre de Merlín también.

—Que bien, bueno, es mejor terminar rápido o no llegaremos antes del anochecer —me dijo mientras apuraba un poco más su trabajo cargando las alforjas y los bultos, canastos y demás cosa conmigo mientras su hijo y su hermano los acomodaban en la carreta sana.

Mientras tanto en Camelot

Arturo estaba solo en su habitación, no dejaba de pensar y repasar sus acciones y eso no hacia más que molestarlo, por ser tan desconfiado con Merlín lo había lastimado en lo mas profundo de su alma y posiblemente este nunca lo perdonara, había perdido también a Gwaine un gran amigo por haber dañado a quien el quería, había perdido a su reina... y Morgana su hermana podía atacar en cualquier momento, pensar en todas estas cosas hacia que se pusiera muy triste...

—Merlin... te extraño, nunca pensé que diría esto pero extraño que me fastidies... siempre lograste sacarme una sonrisa a pesar de la situación —ahora lograba ver cuanto le quería su sirviente y amigo, siempre le apoyo, le alentó a seguir adelante en todo, le aconsejo y le protegió aun poniendo su vida en peligro, renuncio a su amor por el con tal de verlo feliz al lado de la persona a quien el había elegido y ahora perdido a manos de su hermana, sin embargo lo único que el hizo siempre fue molestar a Merlin por cualquier cosa, tratarlo como a un inservible, gritarle, lastimarlo ya sea intencionalmente o no... siempre lo puso en peligro innecesariamente, el no lo merecía, y aun no lo merece, a pesar de empezar a cambiar las injusticias en Camelot... no merece un amor tan puro como el de Merlin hacia el y probablemente con todo lo que había hecho este ya no volvería a verlo de la misma manera, probablemente le perdonaría con el tiempo pero aun asi nada seria igual el daño ya estaba hecho y el se arrepentía tanto.

Reescribiendo destinosWhere stories live. Discover now