|~•Capitulo 3•~|

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Ya había pasado mas o menos una hora y habían anunciado que mi vuelo iba a salir pronto por lo que me levante para ya subir al avion, pero me di cuenta de que Castiel se había dormido. ¿Cuanto duerme en un dia? Me acerqué a el para tratar de despertarlo y que no perdiera el vuelo pero no podía, si seguía así yo igual lo perdería.

—Vamos Castiel, despierta. –Lo sacudí un poco y al final abrió los ojos, me miro durante unos segundos y luego se levanto rápidamente.– Un poco más y perdíamos el vuelo.

—Seria tu culpa por no despertarme antes. –¿Enserio? Hago que no pierda el vuelo y me trata así? No entiendo a ese chico, trato de ser amable y me trata así.–

—Mejor subámonos ya. –Tomé mis cosas, Castiel las suyas y nos subimos rápidamente al avión.–

Ya dentro busqué mí asiento y dejé mis cosas arriba, como en el avión anterior. Suspire cansada y como estaba al lado de la ventana me puse a ver por ahí, ahora que lo pienso, Castiel esta vez no esta a mi lado, supongo que eso es una buena cosa.

—Oye enana, ¿no quieres venir un asiento atrás? –Esa voz... Me volteé rápidamente y lo miré, ahí, con su sonrisa burlona de siempre.–

—Prefiero mil veces estar con una persona que no conozco a estar con un nalgas planas a mi lado, gracias. –Seguí viendo por la ventana ignorando lo que decía el pelirrojo, ni siquiera lo escucho.–

—Pero mira que coincidencia, ¿que haces aquí Rebecca? –Esa voz se me hacia conocida, y por una vez no era la voz de Castiel, pero por desgracia era alguien peor, Dake, el chico que me a tratado como el perro desde que lo rechacé hace dos años.–

—No te importa. –Lo miré con odio y volví a ver por la ventana con la mirada perdida, este va a ser mi peor viaje de toda mi vida.–

—Tabla, no hay nadie a mi lado, ¿no quieres venir? –Al escuchar la pregunta  del pelirrojo, tome mis cosas rápidamente y me senté al lado de él suspirando.– ¿Quien es el?

—Un idiota. –Castiel no pregunto nada mas y se quedo viendo por la ventana, estaba muy agradecida con el, no quería estar al lado de Dake.– Gracias.

—No me des las gracias que solo te lo pedí para seguirte molestando. –Y ahi vamos otra vez con la sonrisa burlona, creo que por mas molesto que sea lograré llevarme bien con el, le sonreí y su cara ahora era de confusión a lo que solté una pequeña risa. El pelirrojo alzó los hombros y se acomodo para dormir devuelta, yo por mi parte me puse mis audífonos y cerré mis ojos para relajarme un rato.-

Cuándo volví a abrir los ojos estábamos a punto de llegar al aeropuerto, sólo faltaban 20 minutos. Había dormido bastante, casi como Castiel, pero cómo era de esperarse el seguía dormido y evidentemente estaba recostado en mi. Suspire y simplemente me quede ahí sin despertarlo aunque ya había dormido mucho el día de hoy.

Luego de 10 minutos lo desperté, de milagro se despertó al primer intento. Dake seguía domido y no tenía ni la más minima intencion de despertarlo, no a él, si fuera por mí lo dejaría en el avión y lo enviaría a china. En fin, el avión aterrizó y todos bajaron de él, pero una azafata intentaba en vano de despertar a Dake, por lo que lo dejo ahí y fue a llamar a alguien más, luego el pelirrojo y yo nos bajamos del avión; yo por mi parte me fui a por mis maletas. Creí que Castiel iría a tomar otro vuelo pero por lo que veo para él también era su último vuelo. Sin decir nada nos fuimos los dos a la salida, el silencio que había era bastante incomodo, hasta que él lo rompió.

—Asique tu destino también era aquí? –Por un momento pensé que ni uno hablaría.–

—Si, decidí mudarme aquí ya que se me hizo un lugar muy bonito. –No sé porque le contaba mi vida a éste chico, pero la verdad es que me sentía agusto cuándo hablaba con él–

Nada es lo que parece |•~ Castiel ~•|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora