En el que ella lo monta.

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Saqué las galletas del horno antes de que el tiempo acabase. Justin quería galletas hoy, así que se las hice. Él estaba en algún sitio de la casa solo y no sabía dónde estaba, pero me había dicho que lo dejase solo un rato, por lo que seguí sus instrucciones y limpié mientras las galletas se hacían.

Había pasado una hora y Justin seguía sin aparecer. Mi curiosidad ganó.

—Justin... —canturreé andando hacia su habitación. Presioné el oído contra la puerta para saber si estaba dentro.

— ¡Mierda! —Le oí gritar desde el otro lado, aunque los sonidos eran ahogados. Mi mano abrió la puerta rápidamente. Justin estaba tumbado. En la cama. Con la mano en sus pantalones.

Me miró triste.

—Tyves, ven aquí —dijo gruñendo. Me acerqué y me acosté a su lado, abrazándolo. Él estaba sudoroso y cálido.

— ¿Recuerdas cuando te dije que me dabas necesidades? —empezó a hablar y asentí. Exhaló—. Bueno, no he tenido sexo en muchísimo tiempo... —se trabó y me miró— Necesito follarte, Tyves.

No perdí tiempo en besarle. Mi camisa y mallas fueron apartadas de mi cuerpo en poco tiempo, mi sujetador no estaba presente, ya que no estaba usando hoy ropa interior. Le quité la ropa a Justin y mis ojos vislumbraron su preciosa polla, de nuevo.

Mi boca se cerró en torno a ella mientras me tumbaba con las piernas hacia la cabeza de Justin y la cabeza en su polla, de lado. Justin siseó y moví mi cabeza de arriba abajo. Sus gemidos y gruñidos me hacían desear más. Sentí su mano bajando hacia mi coño.

—Joder, ¡no hagas eso! —gemí quitando la boca de su polla para usar mis manos. Por supuesto, él me ignoró y deslizó dos dedos antes de poder apartarme.

Estaba gimiendo y gritando mientras continuaba chupándosela. Antes de poder hacerle correrse, tiró de mi cabeza hacia atrás.

—Monta mi cara.

~~~

— ¿Me pasas mi bebida, por favor? —Justin me arrulló mientras nos abrazábamos en el sofá para ver la televisión. Le tendí su té dulce de la mesa y él lo tomó grácil.

Llevábamos saliendo dos semanas y las cosas iban genial. Fantásticas, de hecho. Si no montaba su cara, estaba abrazada a él o sobre él, o cocinándole cosas.

Él estaba mucho más calmado estos días desde que, um, le ayudé con su problema. Tampoco luchaba contra mí para tomarse las medicaciones. Nuestra noche juntos se interrumpió por una llamada. Él respondió rápidamente.

— ¿Hola? —Sus cejas se unieron. Él no reconoció al que estaba llamando, así que me senté pacientemente para saber quién era—. Sí, soy Justin —sus ojos se abrieron en sorpresa—. Guau, eso es genial. Gracias. Ahora vamos —asintió—. Gracias de nuevo.

La llamada finalizó.

—Nena, ¿sabes qué? —Puso en silencio la televisión.

— ¿Qué? —Sonreí. Él estaba feliz, así que yo también.

—La policía ha pillado a los hijos de puta que me golpearon —la sonrisa en su cara está presente. Mi mandíbula cayó.

— ¿En serio? —Derrochaba felicidad por obtener justicia. Él asintió.

—Tienen mi dinero y mi reloj en comisaría. Tenemos que ir mañana e identificar a esos bastardos —asintió por sus palabras y lo abracé. Justin rio y me devolvió el abrazo.

—Deberías de hacer brownies para celebrarlo —sugirió con una risa y le sonreí antes de besarle.

—Voy a ello —salté para ponerme manos a la obra.

Estaba echando la mezcla en un molde cuadrado cuando Justin gritó de dolor.

—Tyves, ¡ayuda! Me he caído —gritó desde el salón. Contuve el aliento y corrí hacia él. Lo escuché gruñendo en el suelo.

—Justin, ¡oh Dios mío! —grité mientras me agachaba para levantarlo.

—Trataba de coger mi silla, pero me resbalé —explicó.

—Mierda, sabía que no debía de haberte dejado solo. ¿Estás sangrando, te golpeaste?

—Tyves —susurró.

— ¿Necesitas una ambulancia? ¿Tengo que moverte? ¿Por qué tratabas de moverte tú solo? —pregunté mil cosas.

— ¡Tyves! —chilló y me callé.

Se pausó un momento mirándome.

—P-P-Puedo sentir mis piernas.

Bound To It → j.b → spanish versionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora