En el que odian.

4.4K 308 38
                                    

Justin seguía enfermo. Habían pasado unos días, pero seguía estando malhumorado y siendo un llorón. Se sentía mucho mejor, pero seguía con el virus en su cuerpo.

El verano se estaba acabando, así que tenía que informar al doctor de Justin sobre su progreso hasta el momento. Durante estos últimos días, había estado fuera constantemente, encontrándome con gente para demostrar que había estado ayudando a Justin con su progreso durante el verano. Él seguía siendo mi trabajo de verano y mi paciente sin importar la relación que manteníamos ahora. Yo sentía que le había ayudado mucho, más de lo que él pensaba.

Él ya había dejado dos de sus medicamentos y yo le ayudaba a tomarse la medicación de la bipolaridad cada día. Las pastillas le dejaban un poco grogui, pero le calmaban. Se podía ver lo relajado y tranquilo que estaba cuando se las tomaba.

Yo se las hacía tomar sin ningún problema, cuando nadie más conseguía hacerlo si les pagaban por ello. Estaba orgullosa por eso.

Pagué la comida china y me dirigí al coche.

Hoy iba a sorprender mucho a Justin, no solo con la comida, sino por el nuevo SUV negro que había comprado para los dos. Estaba bien para que ambos pudiéramos conducir, y suficiente grande para colocar su silla si fuera necesario.

Había ahorrado mucho dinero desde que conocí a Justin y pensé que esta era la mejor manera de gastarlo. En eso y en nuestras vacaciones futuras que íbamos a planear juntos pronto.

Rápidamente, salí de China Palace, sonriendo a una señora mientras me iba. Ella me miró con desagrado. Me miró de arriba a bajo, con burla, y se giró.

Mi sonrisa se desvaneció. Ahí estaba otra vez. Estaba comenzando. La gente siendo mala conmigo por ninguna razón. ¿Qué le había hecho? ¡Todo lo que hice fue sonreírle!

Me desanimé un poco, abrí la puerta del coche y entré. Esperaba que Justin pudiera animarme cuando volviera a casa.

***

Entré en casa con todas las bolsas, captando la atención de Justin desde el sofá.

—Por fin has vuelto.

No pude saber cómo estaba esta noche. Eran las 7:32pm, así que seguramente estaría de mal humor, como era usual. Rodé los ojos.

—Estoy en casa, Justin, sí. También te quiero, cariño. ¿Qué tal el día? —siseé, cogiendo unos platos y agua en botella de la nevera.

Justin suspiró audiblemente.

—Ven a sentarte, Tyves. —Me miró. Yo asentí, caminé hasta él y me senté.

Dejé su comida en la mesa, justo delante de él. Él se sentó con un gruñido y se me acercó para besarme la mejilla. Me sonrojé y le mostré una sonrisa. Él estaba poniéndose un cojín en su regazo para dejar ahí su plato mientras comía.

Traje mi comida después, e hice lo mismo que él. Cogí un cojín y puse mi plato encima.

—Nunca te he preguntado cómo te ha ido el día, me acabo de dar cuenta de eso —habló Justin después de cinco minutos de silencio, solo con la serie que tenía puesta de fondo. Le miré—. Tú literalmente te encargas de todos mis cuidados y yo no hago nada para demostrarte lo tanto que lo aprecio. —Sacudió la cabeza—. Siempre hablamos sobre mis problemas, por qué siempre era tan sentimental, pero yo nunca te he preguntado sobre, bueno, sobre ti. ¿Qué pasa, cariño? ¿Qué has hecho hoy? —Sorbió unos tallarines.

No pude resistir una sonrisita mientras recordaba el coche.

—Nos he comprado un coche. Un SUV. —Me metí brócoli en la boca.

A Justin se le cayó el tenedor en el plato.

—¿Tú qué? —siseó.

—Necesitábamos nuestro propio coche, yo tenía dinero, así que me deshice de mi antiguo coche pequeño y he comprado uno nuevo más grande. —Me encogí de hombros.

Justin me miró asombrado durante un minuto.

—Bueno, ¿cuánto te ha costado? —Bebió agua.

—20.000, pero de momento solo he pagado 12.000 —hablé.

Él asintió.

—Bien, yo pagaré lo que queda. —Comió arroz.

Entonces a mí se me cayó el tenedor.

—¡¿Qué?! —protesté.

Colocó su plato en la mesa, suspirando. Yo hice lo mismo.

—Todo lo que haces es limpiarme el culo y hacer todo por mí. Literalmente vives tu vida alrededor de mí. Lo menos que puedo hacer es ayudar a pagar por nuestro coche familiar. Te amo, Tyves. —Me cogió de la mano y le dio un besito.

Me sonrojé y sonreí por su dulzura. ¡¿Qué había hecho para merecer a alguien como él?!

—¿Qué más has hecho hoy, cariño? —repitió la misma pregunta que antes. Mi sonrisa se desvaneció, recordando esa vieja bruja que se había burlado en mi preciosa cara. La sonrisa de Justin también se desvaneció al ver mi cambio de humor—. Tyves —suspiró—, dime qué ha pasado.

Abrí la boca para hablar, pero la volví a cerrar.

—Bueno, a veces la gente hace esto de mirarme mal o burlarse de mí —comencé a hablar—. Hoy le he sonreído a una señora y me ha mirado fatal. No lo entiendo. ¿Por qué la gente me mira en público o me gira la cara? —seguí hablando. Justin me cogió de la mano—. Sé que esto es muy aleatorio y que nunca te he contado esto, pero es algo que he tenido que aguantar desde que tengo conocimiento. La gente me acosa en público o sienten repulsión supongo por cómo me veo. ¡Me miran con hostilidad! —Los ojos se me llenaron de lágrimas.

Había estado tan ocupada con Justin que se me había olvidado cómo me trataban cada día.

—Oye, mírame. —Justin me acercó a él—. ¿Has pensado alguna vez que esa gente que te envía esas miradas o se burla de ti es porque se siente celosa de lo jodidamente preciosa que eres? —Me miró a los ojos. Yo sacudí la cabeza.

—¡Justin, eso no me halaga! ¿Están celosos así que me miran de arriba a bajo y me matan en sus cabezas? No me siento nada halagada. No lo entiendes. Es difícil de explicar, y es raro y estúpido, lo sé, ¿pero cómo te sentirías si fueras tan guapo que gente que ni siquiera conoces te odiase? —Sorbí. No creía ser así de guapa, solo estaba aclarándolo.

Justin sonrió.

—Yo soy preciosísimo, y sé que si la gente me quiere odiar, que me odie. —Rió un poco—. Mira, no sé exactamente tu experiencia, pero la gente me trata como a la mierda también por mi silla, ¿recuerdas? —Se señaló las piernas—. Oh, es muy tierno, ¡pero está en esa silla! —exageró, moviendo sus manos y poniendo voz de chica—. Esa mierda es todo lo que escucho en público. Me molestaba, pero ahora no me importa, claro, porque tengo a ti. —Nos sonreímos—. Pero la gente es imbécil en general, no te lo tomes como algo personal. Y honestamente, a veces algunos solo es que están teniendo un mal día. Sonríeles aún más y márchate. —Asintió. Yo asentí también.

Pasó un minuto cuando me volví hacia Justin.

—¿De verdad soy tan guapa? ¿Hasta el punto que le desagrado a la gente por eso? —Arqueé una ceja.

Se formó una sonrisilla en la cara de Justin en segundos.

—Eres literalmente la chica más bonita que he conocido en la vida. No puedo esperar a formar un futuro contigo. Tener como cincuenta hijos contigo, casarme contigo... —dejó caer—. No quiero nadie más que a ti. Tu belleza, la manera en la que cuidas a los demás, especialmente a mí, cómo siempre quieres ayudar. Es lo que me gusta sobre ti. Eres la mujer más sexi que he tenido el placer de tirarme, y la única chica capaz de ponerme duro en años. Te amo, Tyves. ¿Eso contesta a tu pregunta? —Arqueó una ceja.

Estaba jadeando como un perro y asintiendo con furor. Él asintió.

—Bien, ahora túmbate y déjame demostrarte lo tanto que te quiero. —Sonrió a la vez que me acercaba para juntar sus labios con los mío.

———————

¡HOLAAAA!

¿Qué os ha parecido este capítulo? ¿Os ha dado tanta rabia como a mí lo que le hacen a Tyves y a Justin?

Muchísimas gracias por vuestros votos y comentarios, es muy agradable ver todo el apoyo que nos dais. <3

Nos leemos en comentarios,

Ana (hundredrew)

Bound To It → j.b → spanish versionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora