| Capítulo 3 |

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Había visto a miles de chicos en toda su corta vida, todos con algo en común: su pureza. No entendía cómo cierto rizado lo había mantenido al tanto de todo lo que hacía, siempre estaba más que pendiente de ese lindo gatito.

—Entonces.. ¿Harry Styles?— cuestionó él ojiazul con la mirada en su hermana menor, ya sabía sobre esa información, sólo estaba reafirmando que estuviera bien.

La chica soltó un suspiro mirando su comida, asintió. —No dejaré que lo hagas con Harry, él es un chico realmente tierno e ingenuo.—

Él mayor chasqueo la lengua ignorando aquel estúpido comentario de su hermana.

—Buenas noches, Lottie— su voz había cambiado a un tono frío, la sonrisa de medio lado en sus labios era escalofriante, la menor de aquel lugar tomó aquello como señal de irse.

La simple idea de poder ser él quien tuviese la pureza del bonito rizado era una satisfacción indescriptible, era eso que quería tener, que lo tendría y sólo duraría tres días para lograrlo.

[• • •]

¿Tres días? ja.

No era un acosador. No.
El hecho de que estuviera fuera de la casa de Harry mirando al menor por su ventana como dormía, no era ser un acosador. Era cuidar lo que pronto sería suyo.

Le resultó muy sencillo encontrar la casa del rizado, había bastado con seguir a Charlotte el día que fue hacer una tarea con él menor, lo mejor de todo ese gran lío, fue que Charlotte no se dio cuenta, quien si lo había visto escondido detrás de un árbol había sido Harry, él más pequeño sólo había reído con un rubor en sus mejillas de él y le había saludado con su pequeña manita.

No era tan ingenuo.

Ver a Harry dormir lo había encontrado relajante, llevaba aproximadamente dos días mirándolo desde esa ventana.

—¿L-lou? ¿Qué haces ahí?— se exaltó por la levemente ronca voz del menor, llevaba un suéter color rosa como única prenda, un pequeño peluche en sus manitas, mientras tallaba con la otra uno de sus ojos, parecía adormilado y sus orejitas sobre salían de su cabello al igual que su colita.

—Maldito mocoso, deberías estar dormido— gruñó —ve a la cama, ya— él menor hizo un puchero pero siguió las órdenes del mayor.

Louis de un salto entró a la habitación del menor, caminó por él lugar frunciendo la nariz al olor dulce que llegó a sus fosas nasales.
Él menor se sonrojó de inmediato.

—¿Qué haces aquí y porqué estabas en mi ventanita? mami dice que puedes caer si no tomas precauciones.— Louis rodó los ojos caminando a la cama al escuchar la voz irritante del menor.

Cabe decir que su objetivo de esa noche era poder quitarle la pureza al pequeño gatito, pero no iba bien hasta hora, la tercera noche mirando a Harry y era la indicada para hacer aquello.

Se acostó sobre el menor colocando sus manos al costado de la cabeza de Harry quien lo miraba extrañado y con un rubor en sus mejillas. —¿Lou?—

Él ojiazul lo siseó acercando de más su rostro al del contrario, besó su mejilla antes de hablar.

—se supones que debes dormir ¿no? si no duermes le diré a Anne.— amenazó al menor y es que era tan tierna la forma con la cuál el otro se ponía a llorar que sólo creaba excitación en el más grande.

Él pequeño Harry negó rápidamente y cerró sus ojitos con fuerza para simular estar dormido, Louis satisfecho por aquello comenzó a besar el cuello del otro dejando pequeñas lamidas en esa zona, Harry soltó un pequeño jadeito inexperto en todo eso.

My Little Cat. (L.S)Where stories live. Discover now