<<Tengo miedo, mucho miedo. Marcos me aterra, mi hermano me aterra. ¿Temerle a mi hermano me convierte en una mala persona?>>éstas palabras recorren la mente de María mientras intenta dormir a altas horas de la noche.
Ella está a metros de la habitación de Marcos, su mellizo.
En un principio existió un tercer mellizo llamado Miguel, el cual murió minutos después del parto.
La muerte de Miguel afectó mucho a Laura y Diego, los padres. Con el tiempo pudieron superarlo y saberlo llevar de forma que no los hiriera tanto. La felicidad que les brindaban sus dos hijos también les ayudó.
A medida que los niños crecían, sus personalidades se fueron tornando como dos caras de una moneda. Marcos era introvertido y reservado. María era todo lo contrario, una niña muy sociable y extrovertida.