1. Desencuentros

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Cada día todo se hace más difícil, la velocidad del día ha cambiado. No logro completar mis tareas diarias, y ya he tenido costos.

Miro hacia atrás, y pienso que todo lo que he hecho en mi vida no tiene sentido, no sé si yo olvidé el sentido o si el viejo sentido me ha dejado a mí.

Estoy intentando que lo que viví allá no me afecte, que sea lo que para la gente normal es, imaginación, un sueño o simples pensamientos, quiero dejarlo ahí, así. De lo contrario, estoy destinado a abrir un nuevo camino, pero ¿por qué yo?, no creo que haya nacido especial, no es razonable que se me asignara una misión tan importante a mí.

Me rehuso, viviré una vida normal.
...

Hace un tiempo atrás, en la oficina, no lo pude evitar. Puedo jurar que vi lo que Fernando hacía, él era uno de mis compañeros de trabajo, un huevón que le gusta la plata más que nada, por eso estudió comercial en la universidad de la cordillera, un arribista clásico, pero creo que hubiera sido un excelente actor.

Yo estaba sentado en mi cubículo y sentí la vibración, un flujo de energía oscura se irradió mientras Fernando estaba en la oficina de don Hector, el ex-jefe, voltié a mirar pero la puerta estaba cerrada, pasaron 5 minutos y salió con dirección al baño.

En ese momento no logré saber que acto había ocurrido en esa oficina, pero bastaron 3 días para saberlo.

Hubo reunión, y el nuevo jefe del área, Fernando, junto a uno de los Gerentes, nos informaron que don Hector ha sido despedido por vender información a la competencia. Todos quedamos sorprendidos, Hector tenía más de 50, llevaba 15 años en la empresa, y hasta estos últimos meses, siempre había sido un ejemplo para todos.

No cuadraba, y fue inevitable conectar con la sensación de hace 3 días. Supuse, lo que he estado haciendo más de lo habitual, suponer. Era un tanto obvio que Fernando articuló el despido y, muy probablemente, ejecutó los actos de respaldo para que fuera legal. No sé si actuaba sólo por sus propios intereses, o fue mandatado para eso, pero sí sé que hubo un mal actuar, llámenlo intuición.

Ese día, Hector había ido a la oficina a firmar su finiquito y buscar papeles, me animé a ir a su encuentro, y al verlo, verlo a los ojos, lo sentí, desde ese momento supe que había sufrido injusticia. Intenté conversar con él, pero se negó, me dijo que no podía hablar nada, pero las miradas y la energía creo que no engañan, el tipo estaba devastado por dentro. Le dije que yo creía en él, y que si necesitaba algo podía contar conmigo... se rió, como cuando eres sorprendido pese a tus esfuerzos por aparentar una imágen exterior distinta a lo que llevas por dentro, me dijo "gracias" y continuó su camino a la salida.

Ahí iba un buen hombre, trabajador, serio, padre de familia, que no vió lo que se articulaba en sus narices.

Desde un tiempo a esta parte, uno de los cambios que he tenido, es que me es más difícil controlar las emociones, y pues al ver y sentir el acto de injusticia, fue inevitable, de verdad, lo intenté, pero el pragmatismo que me caracterizaba se ha ido, y en esta ocasión la ira me inundó, una sensación de fuego que subía desde mi vientre hasta más arriba de mi cabeza, sentía como irradiaba fuego. Caminé con paso firme a la oficina de Fernando y lo encaré.

I.- Tengo que conversar contigo sobre Hector y tus visitas a su oficina mientras él no estaba.

F.- No sé de qué estás hablando, estoy ocupado, cierra la puerta cuando salgas.

I.- Estoy hablando en serio, esto no puede quedar así.

F.- Si no quieres ser el siguiente, retírate.

I.- Sé lo que hiciste.

F.- A ver ¿Qué hice?.

I.- ... Tu enviaste los mails para quedarte con la jefatura.

F.- Ya que insistes en hablar, ¿Qué quieres? , ¿Qué sacas con esto?, él no va a recuperar su pega por tu defensa.

Tenía razón, la verdad es que no sacaba nada estando ahí, debería hacer vista gorda, como todos los demás, aceptar que ganó quien se movió mejor en el juego... Pero qué, acaso lo que vi y senti, y la injusticia presenciada ¿debo omitirla porque no me aporta?. Ahora soy más intolerante a la injusticia, y eso me genera un gran conflicto, sé que no soy un superheroe para andar haciendo justicia por los demás, pero si tengo el conocimiento sobre un acto tal, algo debo hacer... ¿Aunque no me convenga?).

I.- Quería que supieras que este puesto fue obtenido suciamente y estás manchado.

F.- (Se rió) ¿Cuántos años tienes?, ¿en qué mundo estás viviendo?, ah ya sé ¿quieres que te despida?.

I.- Y qué ¿a tí no te produce nada haber dejado a Hector sin trabajo?.

F.- No sé, no pienso en los demas, me da lo mismo, ahora mirame estoy mejor acá, y tú considérate despedido... y ya que tanto te interesa, sí , yo lo eché, conversé con uno de los gerentes sobre unos proyectos , ideas y visión, cosas que tú no tienes, y finalmente logramos echar al viejo, y sin ni uno.

I.- Y ¿tu crees que va a quedar así?.

F.- Jajaja y ¿cómo va a quedar?, éstas cosas se hacen con respaldo, todo está en regla, el viejo se la buscó por ineficiente, arriba ya nadie lo quería...
Ven a buscar tu finiquito el viernes.

Ese día se me marcó a fuego, es uno de los íconos del funcionamiento del sistema. Efectivamente no puedo esperar que se mida la bondad de las personas y del correcto actuar, cómo si se hace en otras partes, pero sí esperaba que el actuar correctamente te dé una especie de bendición o protección, y que el resultado inmediato sea "estar mejor", pero no siempre es así. En muchas ocasiones el actuar incorrecto hace avanzar a las personas, la bendición actualmente es sólo una ilusión, y peor aún, en este sistema el ser correcto es una desventaja, finalmente es estar fuero de foco, siendo extremadamente moralista, sin embargo, no me refiero a la moral, me refiero a la humanidad, ¿Cómo no conectarte con el que sufre injusticia?, ¿Cómo no sentir, o empatizar al menos, con el posible sufrimiento o mal rato que pueda vivir otro?.

Esto me recuerda lo poco que hemos avanzado como sociedad universal, y pienso que éstas palabras no tienen mucho sentido en este contexto. Hace menos de 70 años, miles morían en las guerras, hoy en día miles mueren, sí personas mueren y familias sufren, aún estamos igual que en la prehistoria. Todos aún estamos sobreviviendo.

Y yo, impactado por presenciar un par de injusticias laborales. Sinceramente no lo entiendo, ¿Por qué no puedo obviar este tipo de cosas? Lo hice durante años. Me estoy apartando del resto, porque "veo" más que el resto, siento más que el resto, antes yo no era así.

La capacidad de ver, sentir e imaginar, con resultados prácticos y tangibles, me han traído problemas, no sólo el laboral mencionado. Aún traigo a cuestas un quiebre sentimental, por no poder seguir los códigos habituales de interacción en relaciones de pareja. También sufrí conflictos con amigos y terapeutas de toda índole.

Al parecer este es un camino que debo recorrer sólo físicamente. Sí insisto en ser comprendido por el resto no lograré nada, todo el mundo está en sus vidas, lamentablemente esclavos del sistema actual. Los que pueden ser más críticos son aquellos que mejor juegan al sistema, a los que les va bien actuando, aparentando y sin interés en lo que les puedo decir, porque a ellos le funciona.

A veces quisiera no haberme conectado, o desconectado.

La serie de conflictos, me ha llevado, más bien, obligado a cambiar de vida. El proceso es duro, pero es inevitable, creo que tarde o temprano les pasará esto a todos...







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