Capitulo 2.

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Desperté al día siguiente con gritos de mi padre. 

-¡April, despierta!-gritó desde alguna parte de la casa.

Mi hermano entró a mi habitación y corrió las cortinas. Los rayos del sol me impidieron seguir durmiendo. 

-Fuera de mi habitación.-grité levantándome. 

-Han sido órdenes de papá.

Salió corriendo de mi habitación y cerró la puerta dando un portazo.

-Idiota.-murmuré.

Anoche me dormí pensando en el chico del bar. Solo me parecía mono, el amor no es lo mío,

Me dí una ducha rápida, me hice una coleta y me vestí. Lleva unos pitillos negros, un jersey color vino y mis converse negras. Bajé corriendo las escaleras y me encontré a mi padre cocinando. Nunca se le dio bien cocinar y se notaba en el desastre en la cocina.

-Papá ¿te ayudo?

-No, tú solo come.

Me senté en la pequeña mesa de madera y mi padre me colocó delante un plato con tortitas deformes. 

-No creo que esto sea comestible.

Miré a Jake y este hizo una mueca de asco. Papá dejó la espátula en la encimera y se giró. Suspiró y rió.

-Hace años que mamá bueno, murió y todo estos años hemos desayunado en cafeterías. Nunca me interese por aprender a cocinar, creí que nunca importaria.

Hubo un silencio incómodo hasta que Jake habló.

-A mi siempre me gustó comer en las cafeterías, las camareras eran muy guapas y simpáticas.

Todos reímos. Me levanté y le di en la cabeza a Jake. Gruñó y puso los ojos en blanco.

-Déjame pesada.

-Te quiero.

-Yo no.

-Sí que lo haces

-Cállate.

-Vale ya.-nos paró papá.-Coged dinero y comed en la cafetería que está cerca del colegio.

-Jake irá solo, no tengo mucha hambre.

-Más para mi.-cogió dinero en la cartera de papá.-Vámonos.

Me levanté y le dí un beso en la mejilla a mi padre. Cogí mi bolso y salí de casa junto a Jake.

-April, ese jersey te queda grande, deberías comprarte ropa de tu talla.

-Cállate mocoso, no me gusta que los jerseys me queden justos y lo sabes.

-Tonterías.

Le acompañé hasta la cafetería y entré con él.

-¿Sabes como llegar?

Asintió y se sentó en la barra.

-Adiós.-me despedí.

Llegué a la puerta del instituto en el cual habían pocos alumnos pero esos pocos ya me observaban. Ignoré las miradas aunque la verdad no me importaban mucho. Una chica bajita delgadas y rubia se me acercó.

-Soy Meredith pero llámame Mery.-sonrió. 

Por su vestimenta no era para nada una niña de papá. Llevaba unos vaqueros azul marino, una sudadera negra y unas converse del mismo color. Me caía bien.

-Soy April.-sonreí.

-Como eres nueva y sé que te perderás en este maldito instituto, te ayudaré.

Asentí y ella tiró de mi brazo para enseñarme donde era cada clase. Sonó el timbre y las dos fuimos a nuestras respectivas clases. Quedamos en que en el recreo volveríamos a vernos. 

Entré a clase, habían pocos alumnos pero como no, los pocos que estaban me observaban. 

Me senté al fondo, así evitaría sentirme observada todo el rato. Dejé mi bolso encima de la mesa y saqué una libreta. Entraron los alumnos que quedaban. Luego la profesora. Hicieron que me presentara y digamos que no lo hice con muchas ganas. 

Pasé el recreo junto a Mery y me presentó a sus amigos. Muy simpáticos todos. 

A la salida, saqué mis ipod y los cascos pero hacer mas llevadero lo de esperar a que Jake saliera. Un chico me llamó atención. Estaba de espaldas a mí pero su chaqueta de cuero delataba quien era. Andrew. En ese momento se dio la vuelta y me miró, como si me hubiera leído la mente. 

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⏰ Última actualización: Apr 22, 2014 ⏰

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