Lirio llegó a la noche a su casa y agotada decidió hacerse una cola de caballo fallida antes de ir a dormir, al recostarse comenzó a girar en su cama hasta acomodarse y finalmente dormir. Durante su sueño ella se acostaba, de pronto un sonido de lluvia golpeando la ventana le hizo alertarse un poco, aunque le restó importancia para volver a dormir cómodamente en su cálida y confortable cama. De nuevo reaccionó un dolor punzante en su muñeca y pié la hizo salir corriendo de la cama hasta golpearse la frente con la pared, el agua invadía la habitación y ella se encontraba encadenada desde en fondo de su cama, al comenzar a flotar en el agua se dirigió al techo ya inexistente que se había reemplazado por una capa de tinta a base de aceite, tan oscuro que reflejaba su rostro, pero al salir por un segundo contempló un letrero que decía: "El lago de tinta, en honor a nuestro amado y siempre querido pintor" Antes de volver a ahogarse, sacó tres dedos a la superficie a la vez que sintió el viento y una brisa que congelaba todo a su paso.
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Su alarma no tardó en sonar para hacerla reaccionar e inmediatamente apagarla, tras esto se fue a darse un baño para despejar su mente de aquella terrible "pesadilla".
