She and She

Capítulo 2

—¡TII-LIII!

La maldita alarma me despierta a las 4:55 a.m. maldigo con mi voz ronca mañanera y me dirijo al baño a darme una ducha.

>>Mi aspecto realmente asusta<<, pienso mientras me miró al espejo. Mi cabello rubio esta todo desordenado, mis ojos azules están hinchados de todo lo que he dormido ya que me acosté anoche temprano pensando en cosas sin sentido, y tengo una cara que ruega: '¡Matadme ya porfavor!'

Miró mi móvil viendo todas las notificaciones mientras me cepillo los dientes, depronto este vibra en mis manos, un nuevo mensaje de Kaccie ilumina la pantalla

["-Hey guapa, tengo el auto de André, pasó por ti dentro de una hora"]

André es su padrastro, Kaccie lo odia infinitamente al intentar reemplazar a su padre pero como podemos ver le sabe sacar provecho a la generosidad de este, sonrió para mi misma al imaginarme lo que tuvo que hacer para que el muy idiota le soltara el auto a esa decerebrada. Tomó un baño de media hora y después de veinticinco minutos más cambiandome y alistando mi uniforme que olvide alistar ayer. Bajo para hacer algo de desayunar.

Se preguntaran por mis padres, vale vivo con mi tía Merlín y su esposo Scott, Papá vive en Madrid y hace más de tres años que no lo veo.

A Mamá lastimosamente no la conozco y no se nada de ella; pues me abandonó a mis tres meses de nacida dejándome sola con Papá, debo admitir que fue una infancia dura sin una figura materna a mi lado pero entonces llegó la tía Merlín que ha llenado ese espacio vacío en mi pecho.

Bajo y lo primero que veo es a Peeta que me saluda moviendo su gran y peluda cola y me da un gran lamido en la cara, después de terminar con mi bebé notó la presencia de Scott.

Scott es un hombre alto, de cabello azabache y de ojos claros, es bastante simpático y joven, unos treintaicinco años. Se encontraba con su pijama celeste arrugada y tomando una gran tasa de café en uno de los grandes muebles de la sala

—Hola cariño— dice mientras le doy una gran sonrisa, aunque no lo conozco mucho (pues mi tía se casó con el hace poco) se ha comportado muy amable y educado conmigo, ha de admitir que es una gran persona y en poco tiempo se ha ganado afecto de mi parte

—Hola— contestó mientras recojo mi cabello rubio en una coleta a medio poner

—Hay café en la despensa— dice algo somnoliento, me dirijo emocionada y tomó una gran jarra

—¿Urgencias laborales?— preguntó algo chistosa mientras sirvo el café, pues no era muy común verle despierto tan temprano

—Al parecer nadie sabe ya administrar el Banco sin que yo esté hay para decirles que hacer— contesta frustrado mientras yo me siento en el mueble frente de el —Ni siquiera he podido pegar un ojo anoche, estoy atrasado con algunas cuentas y no es como si me pudiera dar el lujo de dormir