Capitulo 1

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Los primeros rayos del sol del alba lograban verse desde el este, eliminando poco a poco la oscuridad de la noche. A lo lejos podían oírse las sirenas de las patrullas de la policía y de los camiones de bomberos, incluso podían verse algunos helicópteros sobrevolando la zona, y no es para menos, aun a esa distancia se escuchaba el griterío de las personas; se veían ciertas partes iluminadas, producto de los pequeños incendios a árboles y casas. Lo que hace tres horas parecía la fiesta más alocada, digna de los dioses del Olimpo, se había convertido lenta pero constantemente en el mayor desastre que hubiera visto Royal Woods en cincuenta años. En el estadio de beisbol de "Los Gallos de Royal Woods" lograban verse varias personas, desperdigadas a lo largo de una sección de las gradas. En el centro de todos había un muchacho joven de cabello blanco, con camisa anaranjada y dientes frontales prominentes llamado Lincoln Loud. Estaba con la mirada agachada, sosteniendo su cabeza, pensando en todo lo que había sucedido esa noche.

Dando un gran suspiro levanto la cabeza y miro a su alrededor.

A su izquierda Clyde estaba acostado en la grada en posición fetal mientras se chupaba el dedo y temblaba. Todo el lado derecho de su cabeza estaba rapado, literalmente no había nada: ni ceja, ni pestaña, y la mitad de su cráneo estaba totalmente afeitado; a un lado de Clyde estaba su hermana Lynn, estaba dormida, o quizás inconsciente, Lincoln no lo sabía con exactitud; sus brazos y piernas colgaban entre los espacios que había entre cada grada.

A su derecha Rusty se ponía un pedazo de hielo en la cabeza debido al golpe que se había dado, y su cabello aun echaba algo de humo en las partes donde se había quemado; a un lado de él, el hermano menor de este, Rocky, estaba sentado con la cabeza de la hermana menor gótica de Lincoln, Lucy, descansando en su regazo mientras acariciaba su negro cabello. Dejando de lado que Lucy también había quedado atrapada en el mundo de la inconsciencia, ambos estaban completamente bien. Lincoln se permitió sonreír un poco al saber que esos dos siempre se cuidarían el uno al otro.

Unas gradas más abajo estaba Kevin acostado, pasando su mano delante de su cara, examinando que no hubiera perdido la vista por el golpe que había recibido en el ojo. Lincoln vio como suspiro de alivio y se llevaba una mano al pecho, suponía que, aunque hinchado, su ojo estaba bien. Las gemelas estaban a los lados, cerca de él, también acostadas. Lola traía puesto el overol de Lana, además de tierra y varios raspones a lo largo de su cara y su cuerpo... Que Dios se apiade de sus almas cuando la joven diva despierte. Lana por otra parte estaba tapada por la chaqueta de cuero de Kevin para cubrirla del fresco de la noche, ya que no traía nada más puesto que el traje de baño favorito de Lola. Antes, cuando Lola tenía seis años y Lincoln once, no le importaba que fuera lo que usara su hermana, pero ahora que Lola tenía doce y Lincoln casi dieciocho, se cuestionaba seriamente por qué una niña pequeña usaría un bikini. Lana también tenía manchas alrededor de la boca, probablemente también en su cuerpo, cuando se vomito encima. El latino le había dicho a Lincoln que no había ningún problema, que su hermana era prioridad, ya después lavaría la chaqueta.

Dejando la tristeza de lado un poco, sonrió al ver a sus amigos, aun después de todas las adversidades que habían pasado, ahí seguían junto a él. Empezó a recordar todas las aventuras y desventuras que habían vivido juntos, agradecía el haber encontrado tales amistades. Escucho unos leves gimoteos detrás de él, su hermanita Lily comenzaba a despertarse. Si no fuera por la situación en la que se encontraba, y porque estaba real y genuinamente asustado por la seguridad de ella, Lincoln estaba seguro que colgaría a Lisa del árbol más alto que pudiera encontrar en Royal Woods.

- Ya, ya Lily, tranquila. Tu hermano mayor está aquí.

Al igual que sus demás hermanas presentes, Lily también estaba acostada en la banca. Lincoln la levanto y la sentó en su regazo mientras le acariciaba la espalda, sacándole una sonrisa de confort.

Lily podría tener ya siete años, podría ser mayor a cuando Lisa gano su Premio Nobel; mayor a cuando Lola y Lana provocaban daño y destrucción equivalente a un tornado de clasificación tres; y casi de la misma edad en la que Lucy escribía poemas sobre la muerte, la oscuridad, el más allá y el olvido. Pero Lincoln ciertamente no podía quitarse de la mente la imagen de esa tierna bebe que se chupaba el dedo, que dormía con su mantita purpura y que le encantaba pasearse desnuda y lanzarle sus pañales a la cara. Eso y sumado al hecho de que al ir creciendo se comportaba y hacia el escandalo como una niña de su edad, hacían que el peliblanco no pudiera evitar seguir viendo a su hermanita como una bebe.

- Lincoln. - La pequeña rubia abrió un poco los ojos y alzo la cabeza para poder mirar a su hermano.

- ¿Qué pasa Lily?

- Fue la mejor fiesta a la que he ido. Wooo... - Dijo con una sonrisa mientras alzaba el puño en el aire agitándolo suavemente, para después volver a quedarse dormida.

- No es como si hubieras ido ya a muchas, pequeña. - Susurro mientras reía despacio para no despertarla.

Lincoln vio a su alrededor y vio a sus amigos sonriéndole, dándose apoyo silencioso. Rocky, quien seguía acariciando la cabeza de Lucy y no había hablado desde que habían llegado al estadio, habló por fin.

- Y, cuando esto se calme... ¿Qué es lo que pasara?

Clyde se tranquilizó un poco y rápidamente respondió

- Pues, si nos va bien, creo que nos mandarían a la correccional de menores hasta que los cuatro seamos mayores de edad, para después calculo entre unos dos o tres años de prisión, además de una deuda que podría extenderse hasta nuestros nietos... - Se rasco la barbilla. - Y en el caso de Kevin, él y su familia serán deportados y la deuda posiblemente se extienda hasta sus tátara-nietos.

- ¡ARHG! - Resoplo el susodicho. - "¡Puta economía!"

- ¿Todo eso si bien nos va? - Pregunto Rusty preocupado.

- No conozco totalmente el sistema judicial. - El moreno se rasco la barbilla. - Pero si, todo eso si bien nos va.

El pelinaranja se había quedado temblando en su posición.

- Wow, Clyde. Nunca te había visto así de tranquilo. - Exclamo el peliblanco sorprendido. - No te ofendas amigo, pero te he visto romperte por cosas mucho más pequeñas que esto.

- No te preocupes, ninguna ofensa recibida. - Le respondió con una sonrisa. - En realidad, estoy esperando a llegar a casa para para ahora si romperme a llorar totalmente mientras me arrastro miserable y patéticamente hacia mis padres rogando perdón.

Los demás chicos se quedaron escépticos ante las palabras de su amigo durante unos momentos hasta que el aire se llenó de comentarios como "tiene razón", "probablemente haga los mismo", "eso es bastante sensato", etc. Rocky no pudo hacer nada más que soltar una carcajada por las cosas que decían ese cuarteto de tontos. Se acomodaron en los asientos de las gradas mientras veían pasar los camiones de bomberos por la calle a toda velocidad; incluso sobrevolaban helicópteros cisternas, esas naves que transportaban miles de litros de agua para combatir incendios forestales, se dirigían hacia el vecindario de Lincoln.

- Oye Clyde. El Dr. López no tendrá un familiar, un amigo o un conocido que sea abogado que este lo suficientemente loco para que nos ayude un poco. - Pregunto Kevin viendo si podían salir aunque sea un poco del pozo en el que estaban.

- Creo recordar que alguna vez menciono que tenía un primo abogado... - El latino estaba a punto de hablar cuando Clyde lo interrumpió. - Pero cuando el Dr. López se enteró de que Lori se iba a casar con Bobby, se cambió de número y se mudó sin dejar rastros.

- ¿Y qué tiene que ver que se haya casado la hermana mayor de Lincoln para que se haya mudado? - Pregunto extrañado. Todos, incluido Rocky, se le quedaron viendo fijamente, Lincoln y Rusty levantando la ceja. Kevin se quedó un instante pensando, hasta que la realización llego a su cerebro. - ¡Oh! Ya, ya; ya entendí. Lo siento, "pregunta tonta".

Las carcajadas estallaron en los cinco jóvenes que estaban ahí durante un buen rato, habían olvidado a las chicas que estaban durmiendo hasta que varias empezaron a gruñir por el ruido. Las risas se fueron apagando de poco a poco hasta llegar al silencio, Lincoln miro al cielo y no pudo evitar soltar un suspiro y decir

- Solo espero que Lisa este bien.

Proyecto X-LoudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora