Capitulo 5

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Llegaron al estacionamiento del supermercado donde Lincoln encontró rápidamente un lugar para estacionarse, salieron de la van y todos comenzaron a estirarse para desentumir las articulaciones.

- ¡Ay la reuma! - Se quejaba el latino al estirarse y tronar sus huesos provocando una ligera risa en la rubia más joven.

Empezaron a caminar hacia la entrada del local, platicando animadamente los siete sobre cosas varias, la mayoría relacionadas al evento que sucedería más al rato, cuando Lincoln hizo detener a sus hermanas menores para hablar con ellas.

- ¿Por qué no se adelantan y miran por ahí algo que les interese?

- ¿¡EH!? - Exclamaron las tres al mismo tiempo.

- ¡Pero queremos ir a comprar con ustedes! - Hablaron las gemelas.

- ¡Sí! ¿Por qué no podemos acompañarlos? - Fue el turno de Lily de protestar.

Lincoln suspiro, él sabía que esto podría llegar a suceder, pero tenía la esperanza de no tener que llegar a eso. Saco su billetera del bolsillo y saco noventa dólares los cuales repartió equitativamente entre sus hermanitas, dejando boquiabiertos a sus amigos y a las pequeñas rubias con los ojos brillando tan fuerte como si fueran diamantes.

- ¡Gracias Lincoln! - Gritaron al mismo tiempo las pequeñas.

Todas habían empezado a correr hacia el centro comercial, pero antes de que pudiera alejarse demasiado, Lincoln tomo a Lily del brazo, deteniéndola; quien lo miraba extrañada con una ceja levantada.

- ¿Linky?

- Teniente Lily, tengo una misión muy importante para usted. - Dijo el peliblanco con seriedad.

- ¡Si Coronel Lincoln! - Le contesto poniéndose firme y haciendo un saludo militar.

- Su misión es vigilar detenidamente a las Cadetes Lola y Lana, además de asegurarse que no se metan en ninguna clase de problema que amerite que nos puedan sacar del establecimiento. - Acto seguido Lincoln comenzó a quitarse el silbato que alguna vez le había pertenecido a Lori y que se fue entregando a cada Loud siguiente cuando quedaba a cargo de los hermanos, del cuello. Los ojos de la menor del clan Loud se abrieron enormemente al verlo. - Y como muestra de la autoridad que le estoy otorgando, le hago entrega del silbato oficial de la autoridad, por si llegan a dudar de usted.

- ¿¡Enserio lo puedo usar!? ¿¡De verdad!? ¿¡De verdad!? ¿¡De verdad!? - Decía mientras saltaba de alegría. Lincoln la miro con la ceja levantada y cruzado de brazos. Cuando Lily se dio cuenta de lo que estaba haciendo se detuvo, volviendo a ponerse en posición de firmes. - Eh... quiero decir ¡Sera un honor cumplir con esa tarea señor!

- Tranquila, no pasa nada. - El peliblanco soltó una pequeña carcajada por la actitud de su hermanita mientras le acariciaba la cabeza, ganándose una risilla por parte de la rubia. - Solo trata de no meterte en problemas tu también.

La pequeña niña Loud corrió para tratar de alcanzar a sus hermanas con una enorme sonrisa de felicidad en su rostro, mientras el silbato colgaba de su cuello. Clyde, Rusty y Kevin se acercaron a Lincoln viendo la escena extrañados.

- ¿Y eso por qué fue? - Pregunto el chico afroamericano.

- Tendrá siete años, pero Lily es mucho más madura que las otras dos, además que ya ha separado o detenido a ambas cuando pelean antes de meterse en problemas. - Fue la respuesta del peliblanco.

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