D O S
Los sentimientos, normalmente, se diluyen con el tiempo; todo termina inevitablemente; pero esto no fue así. El miedo seguía torturando la mente de las personas, dominando cada partícula de su ser; haciéndolos marionetas en sus propios cuerpos... Matandolos en vida. Ha pasado un año desde que esta toturosa historia dió comienzo; uno condenadamente putrefacto y desgarrador. Eren, Mikasa, Armin y Anabelle, todo ellos han enviado su solicitud para poder incorporarse a la militar. Yo también lo he hecho. Con el deseo de aumentar mi resistencia, fuerza y habilidad, me he detenido a pensar, con la cabeza completamente fría, en si esto era lo que quería... Ciertamente, fue así. Impulsado por mi inexperiencia absoluta en los combates de cualquier rama y el constante recuerdo de que, cuando éramos una familia, yo no era nada más que una inútil. Mientras Anabelle y mi padre salían cazar, mi madre y yo no éramos nada más que dos frascos sin motivos y completamente perdidos: sólo éramos unas simples mujeres, no había mucho más. Ahora, pensando en ello, sólo puedo martirizarme una y otra vez por haber desperdiciado mi tiempo así; haciendo absolutamente nada por mí.
Mis pensamientos se ven interrumpidos por los gritos eufóricos de un hombre de tés morena; estábamos recibiendo... Una bienvenida, no podía decir mucho más.
─¡Ahora son miembros oficiales de la unidad de formación no.104!, y por desgracia para ustedes, yo soy Keith Shardis, y estarán a mi cargo, no estoy aquí para darles una cálida bienvenida, todos ustedes son el ganado a la espera de ser comidos por los titanes. ¡Son peores que ganados!.
Para los próximos tres años los voy a entrenar, inútiles. ¡Les voy a enseñar cómo luchar contra los titanes!. Cuando se enfrenten a un titan dentro de los próximos tres años ¿Seguirán siendo comida para ellos? ¿O se convertirán en el muro glorioso para proteger estas murallas?, ¿O unas personas poderosas que pueden derrotar a los titanes?. La decisión estará en sus manos. ─ alardeó Shardis y, siendo sincera, la asperecesas de sus palabras, cargaban una gran verdad...¿Seré una persona poderosa que pueda derrotar a los titanes? ... ¿O seguiré siendo yo... ?.
Sus pasos se escuchaban con un glorioso retumbar entre nosotros; pesados y demandantes avanzaban sin una duda hacía sus objetivos; clavando sus ojos con un furor extasiante.
Mi corazón da un salto, y, por alguna razón que desconozco completamente, pienso que se dirige a Armin. Quizá una corazonada.
─ ¡Oye tu!.
─¡Si, señor!. ─ y oh, efectivamente es Armin.
Es... Reconfortantemente extraño haberlo intuido.
─¡¿Quién diablos eres?!. ─ gritó, con una postura recta, exigiendo una respuesta.
─¡Soy Armin Arlet, del distrito de Shinganshina, señor!. ─ la voz temblorosa de Armin hace un ruido suave entre aquella tensión, lo he visto nervioso muchas veces, pero me atrevo a decir, que lo está disimulando amenamente.
─¡Ya veo!. ─ exclamó, menos demandante ─Buen nombre para un retrasado mental. ─ aseguró. Mi frente hizo un ademán de funcirse; aquel nombre se lo había puesto su abuelo, era importante para él. No me deja un sentimiento cálido que haya comentado eso. Era importante para Armin. ─¡¿Tus padres te llamaron así?!.
─Me lo puso mi abuelo, señor. ─ habló el rubio y, por un momento, admiré su valentía al responder decentemente cuando se le notaba... Asustado, diría yo.

ESTÁS LEYENDO
𓋜 ¡Déjate Querer! || ศгɱıŋ ศɭεt ◌᮫۪۪
Fanfic↱ ᵕ̈ᴅɪsᴛʀɪᴛᴏ sʜɪɴɢᴀɴsʜɪɴᴀ; ᴀñᴏ 845. : : : : : : : : : : : ┉ ❝ ↷ 」 _____ Frei, se encontraba durmiendo tan profunda y plácidamente, cerca de un lago sumamente cristalino y cautivante a aquellos ojos que le mirarán sin avaricia y egoísmo. Gritos altos...