Capitulo 9: "Electricidad"

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El avion dio un salto despertandome de mi siesta. Mis ojos ven el caos y a mi lado no esta Carlos. ¿Qué esta sucediendo? El avion vuelve a dar otra sacudida.
-¡Carlos!-grito-
Mi marine aparece en menos de una hora a mi lado su rostro muestra preocupacion.
-¿Qué sucede?
-Estamos en el centro de una tormenta electrica y los que estan piloteando el avion no contestan. Hijos de perra…
-Me estas diciendo…
-Amanda, necesito que estes calmada hare todo lo posible porque este avion llegue a tierra aunque tenga que pilotear este puto avion.
-Estas de broma…
-Nunca he bromeado en este tipo de situacion carino, hay que improvisar.
En cuanto abro la ventana veo como los rayos corren de manera aleatoria, me llevo una mano a la boca.
Trato de respirar pero mis pulmones no me deja. Mierda estoy teniendo un ataque de panico. Carlos cierra la ventanilla. Toma mi rostro en sus manos.
-Ven. No te separes de mi.
Nos ponemos en pie mientras el avion continua moviendose de manera aleatoria. ¿Qué demonios sucedia con el piloto de esta bien? Sonrio al ver al chico de Boston tocar la puerta del piloto con fuerza.
-¿Qué haces tu aquí?
Carlos pone mala cara.
-Se que no estamos para presentaciones formales pero soy Carlos su novio. Tu eres?
-Ian Norton.
Ian esta vestido de manera casual, shirt negra, jeans, zapatos y un jacket. Su cabello esta corto hasta la nuca pero al frente le cae ondulado. Habia cambiado desde la ultima vez que lo vi.
-Estoy aquí, porque venia de vacaciones. Y tu de regreso a casa?
Asiento.
-Bueno, si no sabemos el status de este avion dudo que podamos regresar a casa-dice Carlos poniendo un gran espacio entre ambos.
No sabia si sentirme feliz en esta situacion me encantaba ver a Carlos celoso. Parecia un nino pequeño.
-Tienes razon, Necesito saber el estado del piloto para saber si puedo pilotear este avion.
-Sabes de aviacion?-pregunto Carlos con sarcasmo-
-Me gradue hace meses.-responde Ian, cortante-
-Bueno cortemos esta mierda hecheze hacia atrás voy a derribar la puerta.
El avion volvio a sacudirse esta vez provocando un leve bajon de luz. Antes de que volviera a sacudirse Carlos dio dos patadas a la puerta esta no se abria.
-Que tal si lo hacemos ambos-sujirio Ian-
-Claro.
Entonces en cuanto sus cuerpos se abatieron la puerta se abrio. Para encontrarnos con dos hombres electrocutados.
-¡Mierda! Un rayo tuvo que haberlos electrucutado.
-¿Estan muertos?-pregunto-
Carlos toca el pulso de ambos.
-No. Aun respiran.
Entre Los dos sacaron a los hombres de alli, luego Ian tomo asiento en el haciento izquierdo mientras que Carlos se sentaba asu derecha, nuestra vista estaba nublada por las nubes oscuras.
-¿Cómo vas a llevar esto a tierra?-pregunto Carlos-
Veo como Ian mira todos los botones y el mapa.
-Estamos a solo 20 minutos de Boston, solo necesitamos comunicarnos con el areopuerto y pedir una pista de aterrizaje. Si no lo hacemos nos estrellaremos llevamos mas de tres horas en el aire y por desgracia el conbustible esta agotandose.
-Mierda.
-Si Carlos mierda…
Veo como Ian y Carlos comienza a pilotear el avion. Ian comienza a llamar al areopuerto. Estos no responden. Vuelve a llamar, se escucha un ruido y luego contesta una voz.
-Gracias Dios, Soy el pilito Ian Norton…
Fue una conversacion que realmente ni yo misma comprendi Carlos parecia comprenderla toda.
-¿Qué estan diciendo?
-Dicen que consiguieron la pista que deben bajar ahora, deberias cerciosarse de que todos tengas el cinturon puesto.
-¿Por qué?
-Esto va ser una montana rusa carino.-dice sonriendo-
Conocia esa expresion, estaba teniendo una descarga de adrenalina. De esas que siempre les dan a el y a mi hermano cuando juegan Air-soft o cuando se van a la guerra. Salgo y tomo el interlocutor.
-Necesito que todos se pongan bien el cinturon pronto aterrizaremos pero necesito que todos esten en sus asientos.
Todos en el avion se miraron con cara de extranados. Carlos me arranco el microfono de las manos.
-Amarrence es una puta orden!
Esta vez, estos hicieron caso el beso mi mejilla y yo no pude evitar sonreir para luego sentarme y abrocharme el cinturon…
Los siguientes 20 minutos fueron realmente alocados. Mi estomago comenzo a dar vueltas mientras el avion desendia. En cuanto este toco suelo el avion volvio a dar una fuerte sacudida seguido de los gritos de todos los pasajeros pero en cuanto este se detuvo no pudimos evitar aplaudir. Corro hasta Carlos quien me levanta en el aire dandole gracias al destino por haberle permitido pasar esta clase de aventura junto a mi…
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Llegamos al hospital agarrados de la mano, me encuetro con un hombre alto, delgado vestido con una camisa de botones blanca, corbata negra, pantalones y zapatos del mismo color. Ojos color verde arbol y el cabello color cenizo peinado hacia atrás. Al vernos agarrados de la mano simplemente no dudo en mirarme con indiferencia y luego saludo a Carlo quien me presento.
-Amor, el es un companero de la universidad a la que asistia Emely, el abogado Klaine Toker.
-Hola-digo tendiendo la mano-
El la estrecha con cortesia.
-¿Cómo estan?
-Estables, ambos.
-Ire por un café ademas debo llamar a Josept debe estar furioso por no haberle avisado mi bien estar.
Este besa mi frente y se va junto al tal Klaine. Descubro la cafeteria gracias a mi olfato. Ordeno un capuchino, tomo asieto en una de las sillas y tomo un respiro repasando los eventos sucedidos. Casi morimos en un avion, Emely casi estuvo a punto de perder al bebe de Carlos mientras yo me sentia nerviosa, mi vida seria extrana ahora. Jamas pense verme el tipo de chica que estaria con un hombre con hijos, no queria sonar egoista pero los tiempos habian cambiado, Carlos tenia razon no habia razon alguna por la cual esa criatura no fuera feliz sin que Carlos estuviera casado con su madre. Como dice mama aveces es mejor: “Tener dos papas felices que dos Infelices juntos”. El reloj jiraba con regularidad mientras la cafeteria se concurria de diferente personal medico. Continio observando el ecenario de casi toda mi familia dandome cuenta que casi me convertiria en una paciente mas de un hospital si Ian y Carlos no lograban aterrizar el avion. Recorde las palabras de Ian cuando bajamos del avion. Carlos ayudaba a bajar a los demas pasajeros.
-LO amas..
Asiento, eso parecio herirlo.
-Es una pena, no pude sacarte a una decente cita.
-No es culpa tuya, ya pronto llegara alguien para ti.
-Eso espero.-responde abrazandome.
Rodeo sus brazos en su espalda despidiendome dejandole muy en claro en lo mas profundo de su ser que mis sentimientos por Carlos jamas cambiarian.
-Se feliz, Amanda Velez.
-Creeme lo sere…

Soy sacada del recuerdo ante la cara llorosa de Carlos la cual en cuanto me localiza no duda en arrodillarse hecho un mar de lagrimas. Boquiabierta como estaba comienzo a calmarlo.
-Carlos?
-No es mio…
Se me hico bastante sencillo entender el mensaje. Si mi teoria era cierta el bebe que llevaba Emely en su vientre no era suyo.
-Carlos…
-El bebe, no es mio, maldita sea…
-No llores, yo te dare hijos te lo prometo, pero calma….
-Perdimos tanto tiempo…
-No, digas eso, no perdimos tiempo la vida nos dio una puebra mas para saber si estabamos destinados el uno para el otro.
-Perdoname, por no haber sido valiente en decirte mis sentimientos desde antes…
-Tendrias que perdonarme tu a mi. Pero no es momento de esto. Respira…
Este me hace caso nos ponemos de pie…
-Vamos a casa…-Le digo tomando sus llaves…
El apartamento o mas bien su estudio era bastante pequeño. En cuanto entrabas te encontraba con la cama, al lado izquierdo la pequena cocina mas al fondo habian dos cortinas que separaban el bano del estudio, creando la ilusion de una pared. La decoracion en madrea y ladrillo hacia ver el apartamento de todo un soltero.
Luego de escuchar toda la historia no pude evitar sonreir de ironia. Resulta ser que el abogado, es el padre de esa criatura, anduvo con ambos a la vez y para ella fue mas facil culpar a Carlos de su paternidad porque lo amaba o eso creia. No la culpaba yo lo amaba tambien y haria lo que fuera por tenerlo a mi lado. Era humana mejor dicho un poco egoista. Pero todo esto me sirvio para aprender de mi misma que el egoismo, jamas podria darme la felicidad. El dejarlo ir me mostro que al final ambos no podiamos estar separados. Su respiracion ahora calmada sigue su curso mientras sus brazos cubren mi sintura pegandome a el.
-¿Qué sucedera ahora?
-Seremos felices…-respondio acariciando mi rostro-
Tomo su rostro en mis manos beso su frente.
-Me hiciste esperar mucho Carlos, demaciado…
-La espera a terminado para usted srta. Velez.-responde en tono bromista mostrando una de sus mejores sonrisas-
-Me asegurare de eso,Sr. Ramirez…
Pozo mis labios en los suyos y este en respuesta comienza a abrirse paso dentro de mi boca reclamandome como completa e irrebocablemente suya…

TREINTA DE MARZODonde viven las historias. Descúbrelo ahora