"Esos sentimientos" - One-Shot- Yuri On Ice

Esos sentimientos

¡¡Hola a todos!! Les traigo otro one-shot que hice para un concurso de Yuri On Ice amino (Allí estoy como Frehya, por si les interesa), ya se darán cuanta que me encanta participar de estas cosas XD  Espero que les guste :)

Como siempre, la imagen de la portada de la historia no me pertenece, sino a su respectivo artista (el cual si lo encuentro con gusto pondré su nombre), yo solamente lo edité.

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¿Por qué demonios estaba corriendo? Y esas lágrimas que caían por mi rostro... ¿Qué mierda se supone que significaban? ¿Yo llorando por algo como eso? ¿Qué eran esos sentimientos que me invadían? Debía ser una maldita broma, no podía ser tan débil por esas emociones que me abrumaban hasta el punto de llorar...

¡Maldición! ¡No era un llorón! Todo era por su culpa, lo odiaba, deseaba que mis sentimientos fueran esos de vez de... Esa cosa que volvía idiota a las personas, las cuales en mi caso de vez de hacerme tener mariposas en el estómago, eran más bien filosos aguijones de avispas que me desgarraban por dentro.

Entonces me detuve de golpe, ya que unas terribles náuseas me invadieron, sentía las arcadas y sabía que era muy posible que en cualquier momento vomitaría. No sabía porqué lo iba a hacer allí, ya que la asquerosa escena acaramelada que había presenciado no estaba ante mis ojos como hacía momentos antes. Todas esas cursilerías y amor que esos dos me restregaban en la cara eran ideales para expulsar todo lo que estuviera en mi estómago.

- Maldito katsudon y estúpido viejo calvo - Dije mientras apoyaba mi mano izquierda justo arriba de mi estómago y la otra la usaba de apoyo para sostenerme de la pared del edificio que se encontraba al lado mío.

Luego levanté mi mirada hacia el cielo, segándome por el deslumbrante sol de la tarde... Precisamente eso era lo que me faltaba, todo parecía brillar. Me quedé viendo un rato más el despejado manto azul hasta que no fui capaz de mantener mi mirada en la estrella resplandeciente. 'Maldición", fue lo que pensé, para después refregar mis ojos sin delicadeza alguna, estos no me paraban de arder.

Siempre odié sentirme tan débil, además de detestar llorar y a pesar que las lágrimas habían cesado, mi enojo no hacía más que aumentar por todo lo ocurrido. Entonces, estando molesto conmigo mismo, me dispuse a caminar nuevamente, pero como tengo más mala suerte que la que puede provocar un gato negro a un supersticioso... Choqué con alguien, cayéndome en el proceso.

- Arg... - "Lo que me faltaba, que un idiota me llevara por delante"- Pensé y seguido de eso levanté mi mirada, topándome con el culpable que me había tirado al suelo.

- Disculpa... - Comenzó a decir, sin embargo no estaba como para escucharlo.

- ¡Sí, como digas! - Me levanté de golpe, sin importarme lo mareado que me estaba sintiendo ni lo doloroso que había sido mi caída - ¡Ahora déjame en paz! - Le dije elevando considerablemente mi voz, tanto que las personas que estaban alrededor se voltearon a ver qué ocurría y yo como respuesta los asesiné con la mirada.

Sabía que a quién estaba gritándole y tirándole todo mi furia era Otabek, trataba mal al único amigo que tenía, pero no me estaba importando en lo más mínimo. A pesar de pensar eso, me apresuré a irme de allí antes que me detuviera, ya que la mirada que éste me trasmitía era algo que no quería soportar y más por el trato injusto e injustificado que le di. Además, no sabía bien qué hacer cuando su rostro mostraba alguna emoción, dejando de ser el chico calmado e inexpresivo.

Entonces a pasos apresurados llegué al hotel donde me hospedaba, ignoré a las personas que me hablaban y al resto que estaba en los alrededores... O al menos eso intenté, pero eran tan insoportables que se me escaparon varios insultos y fulminé a la mayoría con la mirada. Si fuera capaz de matar sólo con eso, ya todos estarían muertos y tampoco me importaría. Solamente quería llegar a mi habitación y una vez en ella cerré de un portazo la entrada de esta.