Esto apenas comienza

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-Tenemos un caso Dean- dijo Sam mientras le enseñaba su laptop.- un hombre mata a su esposa a golpes y le saca el corazón.- su hermano que recién entraba al salón, se sentó a su lado.

-Muchos hombres matan a sus esposas Sam.

-No hubo razon para hacerlo, eran un feliz matrimonio de 25 años y él dice no recordar que pasó.

-''Dice'' no recordar, y vivir con una persona por 25 años me parece razón suficiente para matarla.- dijo encogiendose de hombros.

-Dean, le arrancó el corazón con sus manos y se lo comió. Es un caso- extrañamente su hermano parecía no querer trabajar- y si fuera por pasar años juntos, nosotros ya tendríamos que habernos matado hace tiempo.

-Nuestro matrimonio funciona porque a ti no te importa que duerma con otras mujeres Samantha.- Dean reía por su chiste, pero a su hermano parecía no hacerle gracia.- vamos Sam ríete, es gracioso.

-Claro ja ja, muy gracioso- estaba arto de que Dean siempre se metiera con él llamándolo como mujer- Creo que nuestro secreto para que funcione es no tener sexo- su hermano abrió muy grande los ojos- ya sabes, tu duermes con mujeres y pierdes el interés. A mi me amaras por siempre.

Esas palabras salir de la boca de su hermano lo sacudieron por completo. Sabía que lo decía para seguirle la broma, pero era tan tan cierto. La única persona por la cual jamás perdería el interés era Sam, también era una persona a la que jamás podría tener. Claro que no podria, su pequeño hermano era muy correcto, nada parecido al corrompido y depravado Dean Winchester.
Esos pensamientos lo empujaron a dar el siguiente paso de su plan.

-Ok Sammy- dijo poniéndose de pie- iremos a investigar, pero primero un trago.

Sacó una botella de whisky, que tenía escondida y sirvió dos vasos, asegurándose de darle la espalda a Sam, y que este no viera las tres gotas de sangre que vertió en uno de los vasos.
Puso los vasos sobre la mesa y le acerco el que conteia la sangre.

-Gracias, pero no tengo ganas de beber ahora.

-Vamos Samantha, brindemos por nuestro feliz matrimonio.

-Imbécil.

-Perra... vamos bebe.

En cuanto dio un pequeño sorbo noto algo extraño, la bebida tenia un aroma que Sam conocía pero no recordaba. Algo delicioso que no tenía nada que ver con el whisky. Bebió todo de un trago, pero necesitaba más.

-¿Me sirves más? Por favor.

-Claro- dijo Dean tomando el vaso- Solo recuerda que tenemos trabajo.- esta vez vertió toda la sangre en la botella de whisky antes de servirle y luego la puso sobre la mesa.

-Pensándolo bien, quizás el tipo si mató a su esposa- volvió a beberse todo de un trago- digo, yo si te mataría a ti.

-¿Que?- de repente pensó que su plan no era tan bueno.

-Que tal vez el tipo se cansó de su esposa y sólo le arrancó el corazón en un ataque de ira... a veces...sólo a veces, tu me haces enojar mucho hermano- Dean intentó quitar la botella de la mesa pero Sam la tomo primero- como en este momento, estoy muy enojado contigo.- Pero su sonrisa no reflejaba enojo, sólo era escalofriante.

-Sam, creo que deberías pensar un poco- Su hermano se paró frente a él- Creo que estas borracho, mejor te acuestas un rato- con Sam frente a él y la mesa detrás no podia huir. Su corazón casi se detuvo cuando hablo en su oído.

-Estoy pensando muy, muuuy claramente y no estoy borracho, ambos sabemos que hay más que Whisky en esta botella.- Dean intentó negarlo pero su hermano pego su frente a la suya y encendio sus ojos en rojo- ¿Que pasa Dean, tu plan no esta saliendo bien? A decir verdad, no tengo idea de lo que pasaba por tu cabeza cuando planeaste esto.-

El peor de los tratos (Wincest)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora