Capítulo 1

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Conoce a Eva...

Eva, era una adolescente común y corriente de 17 años que cursaba su ultimo año en el instituto "Cedar Ridge". A pesar de no ser una chica muy reconocida en el instituto, se ganó un puesto algo conocido al ser la rival de Mackenzie Miller, la chica más atractiva y popular del instituto. Por otro lado, Eva es graciosa, honesta, distraída, atrevida (cuando se lo propone) y no es muy social. Ah, y cuando está nerviosa sufre de vómito verbal.

La vida amorosa de eva será una montaña rusa de emociones, quédate y compañame a conocer este final inesperado.

Retrocedamos el tiempo y volvamos a donde comenzó todo...

Ya ha pasado una semana desde que mackenzie había colocado nueces en la comida del instituto, obvio...fue a propósito, ella sabía sobre mi alergia. Por suerte no se excedió con el nueces, aunque según el doctor "no fue grave", pero la picazón e hinchazón de mi boca decía todo lo contrario. Ahora tenía que vengarme...

Toda esta guerra entre ella y yo empezó por papá, es decir,nuestro papá....si, somos hermanastras y archienemigas al mismo tiempo. La furia se desató debido a que papá realmente amaba a mi mamá cuando el aún estaba casado con la señora Miller (la mamá de mackenzie quien ya tenía tres meses de embarazo). Ellos terminaron divorciándose y a los cuatro meses fui creada...finalmente mamá y papá se casaron.

Mackenzie y yo habíamos acordado mantener todo esto en secreto, ya que a ella le avergonzaba ser mi hermana debido a mi no popularidad y yo realmente no es que me sentía orgullosa de ser su hermana, además de eso, ella decidió ocultar su primer apellido y reemplazarlo por el de su madre para no levantar sospechas y cuando se creía que había paz, llegó mackenzie con los celos y las bromas pesadas y no pensaba dejarlo pasar.

En fin, había quedado en irme con liana (mi mejor amiga), a mi casa para hacer algunas tareas pendientes, aunque cuando nos reuníamos para hacer "tareas" terminábamos hablando sobre cualquier tontería lejos del tema de las tareas. Así que ella me esperaría en la entrada del instituto ya que teníamos diferentes clases.

-¿eva me estás escuchando?- Estaba tan distraída vagando por mi mente que no me había dado cuenta de que el salón estaba despejado y el profesor me estaba llamando.

Volviendo a la realidad, pronuncié un "¿ah?" Dando a entender al profesor Morgan que no había captado nada de lo que pudo haber dicho mientras estaba distraída. Me levanté de la silla junto a mi mochila y me acerqué al profesor.

- que necesito ayuda- dijo mientras miraba hacía su camiseta manchada y luego hacia el piso en donde se encontraba un líquido derramado- he derramado mi café- capté a lo que se refería, quería que buscara un trapeador en el cuarto del conserje.

Flojo.

-regreso enseguida- empecé a dirigirme hacía el cuarto del conserje.

Pensé en buscar al conserje, pero era un tanto extraño y causaba temor así que descarté esa idea. Los largos pasillos estaban solitarios, no había ni una alma caminado por ellos, además de mí y era fácil de saber gracias a que sólo se escuchaba el eco de mis zapatillas al caminar.

Una vez llegando al cuarto del conserje, unos extraños sonidos me asustaron y llamaron mi atención. No sabía de donde provenían, pero mientras me acercaba más al cuarto del conserje podía oír más claro los....gemidos.

La curiosidad (uno de mis dones) se despertó en mí, así que me acerqué aún más y confirmé que venían del cuarto del conserje. Lo que me sorprendió además de que claramente habían personas teniendo sexo en el cuarto del conserje, fue que los gemidos y exclamaciones de aquella chica me resultaron familiares.

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