En un lejano bosque, una joven se encontraba huyendo, de algún peligro, el cual no sabemos. Siquiera lo sabe ella, no sabe nada de lo que pudo haber sucedido para que esos dos caballeros la siguiesen desde las afueras de la ciudad, hasta el lejano bosque.
Un bosque verde y vegetativo por el día, oscuro y frío por la noche. El temblor invadía cada recoveco de aquel bosque, el cual un día ardió, por motivos desconocidos. Sólo algunas personas saben el por qué de ese incendio. Pero, si esas personas lo contasen, seguramente tendrían gran cantidad de problemas. El secreto de aquel incendio, que las gentes que lo saben lo guardan tan bien, sirvió para acabar, o medio-exterminar, a Las Brujas De Salem.
La muchacha aún seguía esquivando los árboles, arbustos, y demás plantas y hierbas, con tal de huir de esos caballeros, los cuales, parece que la querían asesinar. Llevar armas en alto y seguir a una chica en medio de la noche no puede significar otra cosa. Pocos metros les faltaban para atraparla, y degollarla, o matarla de cualquier otra violenta forma.
Cada pisada en el suelo era un grito de ayuda, pero ésta no venía. No gritaba, porque no quería llamar la atención de cualquier otro ser que por el bosque se encontrase, pero tuvo que gritar, puesto que la ayuda esta vez era urgente. Chillido que hizo que los caballeros fuesen aún más rápido a por ella, y ella iba cada vez más lento. Le faltaba el aire y tenía las piernas muy cansadas, y como que esto no ayudaba mucho a su huída.
De la nada salió un disparo, y la pobre chica tuvo la mala suerte de que, ese disparo la alcanzase. Sintió entrar en su piel, sintió el dolor de aquella maldita bala. Sus piernas optaron por dejar de correr, y todo su cuerpo cayó al suelo.
Los hombres la alcanzaron, por desgracia, y se colocaron a su lado. Empezaron a imaginar lo que con ella podían hacer.
- ¿Qué hacemos, Marcus? ¿La matamos directamente, o le quitamos la ropa?
- Lo segundo-. Contestó su simpatiquísimo amigo.
Se agacharon y le comunicaron a la chica lo que iban a hacer, la pobre empezó a gritar, y a llorar.
Los dos estaban tan concentrados en su propósito, que no vieron llegar a una anciana, vestida de una forma un tanto extraña. Ésta levantó la mano, en dirección al norte, y pronunció algunas palabras raras en una lengua aún desconocida para el ser humano. Cuando terminó, los dos caballeros comenzaron a arder, ante los ojos de la inocente muchacha. Los cuerpos desaparecieron, parecía que nunca hubiesen existido.
- Ahora son tuyos,- dijo la anciana- todo tuyos.
- G-gracias- la muchacha se puso en pie y le cogió la mano a la anciana- nunca podré devolverle el favor, usted me acaba de salvar la vida.
- Y tanto, pequeña-. Rió y desapareció.
La joven miró sus manos y en ellas había dos pequeñas bolsitas. Las meneó un poco y se dio cuenta de que era algún tipo de polvo. ¿Polvos mágicos? Rió, y pensó, “la magia no existe”.
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Witch Among Us
Fantasy"Un bosque verde y vegetativo por el día, oscuro y frío por la noche. El temblor invadía cada recoveco de aquel bosque, el cual un día ardió, por motivos desconocidos. Sólo algunas personas saben el por qué de ese incendio. Pero, si esas personas lo...