Simplemente la idea de pensar que se le había aparecido una señora del bosque, ya le excitaba a nuestra protagonista, cuyo nombre aún no he tenido la oportunidad de deciros. Se llamaba Cordelia, sí, un nombre que le hubiese venido mejor a la Bruja, pero no se lo puse.
Ay, que me desvío de la historia. No, si al final no voy a ser un buen narrador.
En efecto, no lo soy. Ni siquiera os he dicho aún mi nombre, me llamo KOthora.
Intentaré narraros correctamente la segunda historia que escribo para wattpad. ¿y la primera? Aún no está acabada.
Continuemos, por favor.
Cordelia, tras a pasar una tranquila noche en los recovecos del bosque, se despertó iluminada por el sol, un grandísimo sol que se alzaba sobre las afueras de Salem.
Notó que su herida aún estaba en mal estado, y que si se movía bruscamente, ésta sangraba.
Llevó uno de sus dedos a su ojo izquierdo, y se apartó las pitarras que la noche había dejado en ella. Lo mismo hizo con el ojo derecho. Claro, y todo esto mientras bostezaba, ¡qué de habilidades poseía nuestra Cordelia!
Tras un rato afrontado que había despertado, y ya se había hecho de día, decidió ir a la ciudad, ya que su familia debería de estar preocupada por ella.
Así que se levantó, se sacudió sus vestimentas, y sus manos palparon dos bultitos.
- ¡Las bolsitas! – exclamó mientras las desataba de su cinturón.
Las miró a contraluz del sol y pudo ver de nuevo los polvos.
Excitada por lo que se pudiese hacer con ellos, abrió la primera bolsita, pero al no prestarle la atención que se merecía, se le derramó. Todo el polvito de la primera bolsa se cayó al suelo, y un fétido olor apareció de repente.
Cordelia se agachó para tocar el polvo, pero éste había desaparecido. Y fue entonces, cuando notó una voz grave detrás suya.
- ¿Qué desea, mi ama? – dijo un… un…
- ¡UN CABALLERO! – Los ojos de Cordelia se iluminaron.- ¿Pero no estabas muerto?
- ¿Qué desea, mi ama?
- Vaya, parece que sólo sabe decir lo mismo. – Cordelia pensó un momento, ¿cómo podría utilizar a este muchacho? - ¿Sabes hacer algo útil? Derriba ese árbol, por ejemplo.
- Sí, mi ama.
El caballero se acercó a un árbol que había por allí y empezó a darle patadas descontroladamente, sin obtener ningún resultado.
“Qué ser más inservible.” Pensó. “marcharé antes de que me siga.”
Dio media vuelta y volvió corriendo a Salem, a las tierras de Salem.
***
Nada más entrar en la ciudad, se podía ver un gran cartel, que despertó auténtico miedo en Cordelia.
En el cartel se podía ver perfectamente cómo se pedía a los ciudadanos de Salem atraparla, si, atraparla a ella, a Cordelia. Viva o muerta.
“Pero… si no he hecho nada malo.”
Al final del cartel ponía: AYUDADNOS A ATRAPAR A LA BRUJA DE SALEM
Cordelia abrió los ojos y se llevó las manos a la cabeza. Fue cayendo poco a poco en el suelo, mientras que su herida comenzaba a pegar pequeños pinchazos conforme se iba agachando.
- ¡La bruja, ahí está! – dijo un humilde leñador.
Grandes cantidades de personas la miraron , y entraron rápidamente en sus casas.
“Se habrán asustado.”
Al poco rato, todos salieron con lanzas, espadas y antorchas, mientras que decían en grupo.
“MATAD A LA BRUJA”
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Witch Among Us
Fantasy"Un bosque verde y vegetativo por el día, oscuro y frío por la noche. El temblor invadía cada recoveco de aquel bosque, el cual un día ardió, por motivos desconocidos. Sólo algunas personas saben el por qué de ese incendio. Pero, si esas personas lo...