|Futuro|

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22/10/2021 Beacon Hills.  

—¿A que hora os iréis mañana?—pregunta Melissa a su hijo mientras que preparan la cena en su cocina.

—Sobre las seis y media de la tarde. —Scott parte las verduras y las echa en un gran bol, mientras que Melissa sigue preparando la sopa.

—Oh...—responde y se forma un silencio. La mujer mira de reojo a su hijo, que prepara la mesa distraído, con pasividad. Lleva así desde el funeral, después de que solucionara las cosas con Lydia. Ella piensa que puede que sea por Stiles, que la nostalgia le haya abofeteado de nuevo, pero algo dentro de ella le dice que no es así; que hay mas.

Scott se gira para quedarse enfrente de su madre, mirando a un punto fijo, pensativo. Melissa pone mas ímpetu en su comida e intenta ocultar su intriga por saber que le ocurre a su hijo.

—Mamá.—la llama, y ella se gira, mirándolo.

—¿Si?

—¿Como decidisteis papá y tu casaros?—pregunta, sorprendiendo a Melissa, que suelta la cuchara que sostiene en su mano y se limpia la manos en su mandil.

—Bueno... tu padre me lo pidió. Y yo... ¡acepté!—contesta, riendo nerviosa.

—Y... ¿como lo hizo?—pregunta curioso.

—Vino a recogerme al hospital una noche, cuando yo comenzaba a trabajar allí. Era casi una becaria.—suelta una pequeña risa—Cuando salí, el estaba en la puerta vestido con un impoluto y elegante traje, con una pequeña cajita roja en su mano. Tendrías que haberme visto...—sonríe al recordarlo.—El estaba tan guapo y refinado,  y yo llevaba el uniforme del hospital, con una coleta mal hecha y una cara de muerta increíble.—ambos sonríen—En cuanto me acerqué a el, se arrodilló, y me pidió matrimonio.—finaliza encogiéndose de hombros.—¿A que viene esa pregunta? Nunca te has interesado por ello...

—Supongo que necesito consejo para no fastidiarla cuando lo haga.—admite Scott, mirando al suelo, encogido de hombros.

Melissa frunce el ceño, confusa. 

—No entiendo...

Scott mete la mano en su bolsillo, y cuando la saca, sostiene un anillo de compromiso, cubierto de plata blanca, con un brillante diamante en el centro.

Melissa abre la boca y se la tapa con sus manos, sorprendida. Mira varias veces al anillo y a su hijo, que sigue encogido de hombros, pero con una pequeña sonrisa en su rostro.

Su madre camina hacia el, riendo y le abraza fuertemente, todavía perpleja.

—Eso supongo que es un "es genial".—comenta Scott y Melissa asiente y sonríe.


***

Querido Diario:

Es increíble como todo puede cambiar en cuestión de horas. Es decir, estoy saliendo con Lydia, ¡Lydia Martin! La chica mas inteligente, preciosa y buena que he conocido en mi vida. Todavía no me lo creo. 

Me encuentro bien, pero tengo un miedo constante de perderla, de decepcionarla, de no ser lo suficiente para ella. No se si esto durará mucho, o solo será pasajero, pero me da igual. Solo puedo centrarme en una cosa, y es Lydia.

Querido Diario:

Hoy he salido con Scott, los dos solos, para pasar un tiempo juntos como tanto tiempo llevábamos sin hacerlo. Hemos ido a dar una vuelta por el bosque, por donde encontramos hace unos años el cadáver tan famoso. Idea mía, obviamente.

El Diario de Stiles. {Teen Wolf}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora