Alphonse es contratado por un misterioso hombre para que organice un grupo de cacería con el fin de matar a un ser siniestro en un mundo paralelo al nuestro.
Alphonse, también conocido como «El Capitán del Mar», contrata a cinco cazadores experimen...
─¡Paren! ─grita Alphonse al tiempo que arranca una bolsa colgada de su cinturón.
Liam siente que su cabeza le da vueltas cuando ve que Alphonse saca de la bolsa un polvo rojizo que esparce sobre unas rocas, y luego surgen inscripciones luminiscentes.
─¡La parca nos va a joder! ─dice temblando de miedo a Carter.
─No sea supersticioso. ¡Concéntrese en lo que hace! ─le contesta Carter a Liam.
Alphonse coloca sus manos encima de las inscripciones y se abre una puerta que ni por imaginación alguien hubiera presentido que se encontraba allí. Ante los ojos de los cazadores se muestra un bosque extraño, pues la vegetación difiere totalmente de la que hasta el momento han visto en el parque Mazatzal. Liam siente escalofrío, ahora confirma sus sospechas de que tanto dinero no puede ser solo para cazar osos, como le dijo Alphonse cuando lo contrató.
─¡Qué frío! ─dice Liam frotándose los brazos─ Aquí no vamos a encontrar nada. Solo sombras y oscuridad. Este bosque está encantado.
«Liam es el único de los cazadores que tiene una familia para mantener; cuando salió de su hogar derramó muchas lágrimas en la cuna de su bebé recién nacido, y no tuvo el valor de mirar hacia atrás para ver el rostro de su pequeña hija de cuatro años, a la cual su madre casi no la puede desprender de la pierna de su padre».
El silencio espectral del brumoso bosque envuelve a los cazadores cuando atraviesan el pórtico. La vegetación parece una mezcla extraída de planetas desconocidos y vegetación terrícola de tiempos primitivos. Alphonse encabeza la marcha, su corazón intrépido jamás había conocido la creciente sensación de temor que poco a poco lo invadía como un parásito. Este sitio es demasiado inimaginable, su larga experiencia en diferentes terrenos de caza alrededor del mundo no basta en aquel bosque impensable.
Una lechuza desciende sobre los árboles y se posa sobre la copa de un roble. La lechuza es uno de los sigilosos vigilantes de Akasha y la reina puede ver a través de sus ojos. Usando estas facultades ella ve el tiempo en su forma cíclica, atraviesa la bruma, y recorre con esta visión distancias impensables para los mortales.
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La reina observa a través de los ojos de la lechuza que siete hombres entran en su sagrado bosque con el anhelo de usurpar la corona del rey; ella lo sabe, en muchas ocasiones se ha enfrentado a codiciosos seres que siempre vienen por lo mismo.
Con un suave soplo la Reina le susurra a los árboles que llamen a los guardianes del bosque, y en ese momento siete grifos salen por las torres del castillo. La belleza tenebrosa de los grifos se hace invisible a voluntad; poseen inmensas alas de color carmesí, cuyo hondo brillo refleja su esencia sagrada, inentendible para el conocimiento humano; enormes colmillos adornan sus fauces de león; dos cuernos de macho cabrío coronan su cabeza felina, y afiladas garras en sus patas destrozan cualquier metal o cristal de los innumerables reinos terrenos e intraterrenos. Los grifos guardianes en comunión con los árboles ven lo que ellos ven, e inician el acecho de aquellos siete cazadores furtivos.
Los cazadores encuentran restos de ropas desgarradas en su recorrido por aquel camino incierto:
─¡Estamos en el camino correcto! ─dice Alphonse, cogiendo de unas ramas carnívoras los restos de unos pantalones.
Más adelante les parece ver entre los árboles el brillo de una extraña sonrisa. Los cazadores se detienen y se acercan al oscuro trecho de donde parece provenir aquella sonrisa diabólica.
─¡La parca nos jodió, la parca nos jodió! ¡larguémonos mientras estamos vivos! ─grita Liam, con el impulso de abandonar la expedición. Solo el amor a su familia hace que no salga corriendo, desde hace un año solo lo contratan para trabajos menores de cacería que no le alcanzan para sostenerla.
─¡Callese! ─le grita Alphonse─ solo es una calavera que nos da su graciosa bienvenida... ¡ajajajjajajja!
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─No sólo es una calavera Capitán: ¡son muchas! ─dice Wapi observando a su alrededor.
«Wapi es un hombre orgulloso de sus ancestros americanos, es la mano derecha del Capitán del Mar. Alphonse salvó a Wapi de las fauces de un tiburón en una peligrosa expedición en el mar Atlántico, muy cerca al triángulo de las bermudas, desde ese momento han sido inseparables».
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Foto por: Skitterphoto (https://goo.gl/jy4AjD)
Los seis hombres observan detenidamente a su alrededor, su visión de temibles cazadores queda abrumada al verse rodeados de árboles cuyas hojas son los ropajes derruidos de otros exploradores; sus frutos son esqueletos forrados con pedazos de carne aún en descomposición, dando alimento a gusanos de colores desconocidos y formas extraterrestres. El panorama es espantoso, aún para aquellos valientes corsarios. Liam no puede soportar esta visión y vomita.
─Capitán, ¿no será mejor que le ordene a Liam que se vaya? ─susurra Carter a Alphonse.
─Para algo nos servirá. Al fin y al cabo él también es un cazador ─le contesta Alphonse a Carter suspirando.
