- Bien, si, gracias, muchas gracias no sabe cuán agradecida estoy con su trabajo señor. Si me permite colgar, para dar la maravillosa noticia y luego devolvérsela- doy saltitos emocionada en el loft de Matt, quien con su característica mirada perdidad, se mantiene serio y sé que ha escuchado toda la conversación. - y ¿que crees?
- ¿Sobre que?- sonríe haciéndose el desentendido.
- Matty, sé que has escuchado toda la conversación, es algo que haces a menudo.- agarro la taza de café y soplo para dar un sorbo, mientras me siento.
- No se de que estás hablando, (T/N) .- mis labios forman una línea recta, debido al fastidio que me causa el que me mienta.
- Si así lo quieres. Matty, era un oculista, me habló sobre una cirugía para ti, ya sabes...
- ¿Te molesta que no pueda ver?- me interrumpe.
-No! Claro que no, Matt. Solo... no quieres volver a ver, el amanecer, la puesta de sol, la luna, volver a ver el cielo repleto de estrellas. A mi.-no soy muy cursi que digamos pero a mi me gusta ver el sol, la luna y las estrellas, así que lo considero como algo natural, algo que a todos les gusta, ¿no?
- Te avergüenza salir con alguien que es ciego.- habla convencido.
- No, Matty. Creí que después de tanto tiempo querrías...
- Lo que tú quieres, (T/N). ¿Te has preguntado lo que probablemente yo quiero?- se recuesta del respaldo del sofá y sonríe decepcionado.
- Creí que tú querrías... lo siento. Llamaré y... voy a tomar una ducha, luego voy a... no importa, solo voy a tomar la ducha.- buscó disculparme y al no conseguir respuesta, camino a paso rápido a la cocina, frente al lavaplatos, colocó la taza y me dirijo al baño.
Enciendo la llave y dejó que la tina se llene lo suficiente como para recostarme a relajarme. Le lanzó algo de loción relajante y no estoy de humor, así que me deshago de la ropa, luego me adentro y recuesto dentro de la tina cerrando los ojos.
- Eres una idiota. No lo mereces.- me insulto, mientras alzó e intentó relajar mis hombros- Si claro, habla con un oculista sin pruebas de que esta incómodo sin ver nada. ¿Como se te ocurrió? Lleva toda su vida sin ver nada y solo por qué tú crees que querría ver, haces algo que crees que quiere solo porque tú quieres.- suspiró fastidiada, mientras mis ojos se llenan de lágrimas.- Egoísta. - restregó mis ojos, evitando llorar. Me levanto, enciendo la ducha, me tomo mi tiempo, cierro la llave, salgo y me enrollo en una toalla.
Camino a la habitación, donde Matt esta sentado de espalda a la puerta, con sus manos sobre la cama, sin camiseta y con un pantalón de pijama. Al escuchar mi pasos gira levemente la cabeza. Se corre hasta mi lado de la cama y se sienta de piernas abierta en el borde. Sé que sabe que estoy ahi, me acerco a él y me mantengo de pie entre medio de sus piernas, mientras mis manos se acomodan alrededor de su cuello.
- Lo lamento.- me disculpo, mientras el enrolla sus manos en mi cintura y yo beso su frente.
- Yo también lo lamento. Fue muy inmaduro de mi parte tratarte de esa manera, sé que solo querías ayudar. -habla recostando su cabeza en mi pecho y yo entrelazo una de mis manos con su cabello.
Masajea mi espalda con sus manos y apoyo mi mandíbula en su cabeza. Alza su cabeza y busca mis labios, los encuentra y antes de besarme susurra un "te amo", sonrió y le devuelvo el beso. El beso comienza a subir de tono y cuando encuentra el principio de mi toalla, la desenrolla. Comienzo a subirme en su regazo y apoyándolo en la cama, lo sigo besando. Sus besos suben a mi cuello y se gira junto conmigo para así quedar el encima y yo debajo. Sigue besando mi cuello, mientras yo dejó rasguños en su espalda. Y la noche toma un rumbo excitante y muy, muy caliente.
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