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Las luces de las velas iluminaban el rostro de Marinette, podía ver a Rose abrazar a Jean y negar con la cabeza. Felix de brazos cruzados a la par de su novia, podía imaginar que estaba deseando estar en otro lado o tal vez leyendo. Alya y Nino se lanzaban miradas cómplices y por alguna razón comencé a sentirme sola.

Nathanaël...

Realmente lo extrañaba. Una pequeña punzada en mi pecho me alertó que debía dejar el tema por mi bien o terminaría arruinando el juego de todos, pero era más difícil de lo que pensaba.

— Juleka, ¿estás bien? — Alya movió su mano en frente de mis ojos.

— Sí, lo siento — tenía que estar sonrojada.

Hicimos la primera pregunta: "¿Hay alguien aquí?". No obtuvimos respuesta, el triángulo de madera seguía estático. Un rayo iluminó la habitación haciendo que todos saltamos. Nada malo podía pasar, era solo un tonto juego de mi padre y en definitiva solo nos estábamos divirtiendo, posiblemente más que Chloé y el resto de la clase.

— ¿Nos pueden escuchar? — preguntó Marinette.

Más silencio. Repetimos la pregunta varias veces. Incluso volvimos a "calentar" el tablero.

— Esto es absurdo, es un tonto juego. No hay fantasmas, no hay espíritus, no hay nada después de la muerte... — el tono frío de Felix invadió la habitación —. No es más que una tontería para hacernos perder el tiempo y el...

Su oración fue interrumpida por el sonido del triángulo moviéndose por el tablero. Marinette y yo nos miramos asustadas. Yo no estaba moviendo nada y ella tampoco. Rose ahogó un grito y Nino casi se cae. El triángulo se movió hacia el "Sí".

— ¿Quién eres? — pregunté tartamudeando.

El triángulo volvió a moverse, primero a E, luego a la S y siguió hasta formar "Es un secreto".

— ¿Nos dirás tu nombre? — preguntó Jean.

El "No" fue marcado. Volvimos a vernos como dudando si parar aquí o no. Rose sollozaba escondida en el pecho de su novio y Felix había perdido los colores del rostro. Alya comenzó a grabar todo.

— ¿No están moviendo nada? — preguntó Alya. Marinette y yo negamos

— Puedo jurarlo si quieren— me apresuré a contestar.

Marinette respondió con un "yo también".

Alya asintió y continuó — ¿Cómo moriste? — Nino negaba con la cabeza recibiendo una mirada severa de parte de la chica.

Me aterraba sentir como se movía en mis manos el triángulo, como si un imán me jalara. Pusimos atención a las letras.

A-H-O-G-A-D-O

— ¿Ahogado? — interrumpió Nino — ¿En dónde?

— ¡Nino! — lo regañó Alya.

Nuevos destellos de luz blanca interrumpían la habitación, no sabía si era mi idea pero el frío estaba comenzando a hacerse presente, quería abrazarme para buscar un poco de calor pero no podía soltar las manos. Al aparecer una tormenta se acercaba. Todo se mantuvo en silencio y sin movimiento. Felix miraba a Marinette quien se concentraba en no soltar sus dedos justo como yo, pero podía verla temblar debajo de su disfraz.

—¿Eres malo? — inmediatamente se movió al "No" — ¿A qué edad moriste? — continuó Marinette— No tengas miedo.

— Creo que deberíamos parar — pidió Jean, aferrando a Rose quien temblaba.

Escuché un "shhh" de Nino, iba a reírme de no ser porque volvió a moverse del 2 al 0.

— 20 años — aclaró Marinette —. ¿Te dolió morir? — de nuevo obtuvimos un "No" por respuesta.

OUIJA [Miraculous Ladybug]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora