×IV×

177 21 5
                                    

Llevo MESES escribiendo algo tan corto y esto era para de Halloween, pero la Universidad está matándome. En fin, espero que hayan pasado bonito Halloween y Día de los Muertos (si sos de México), tengo que admitir que me muero por ir a ese país a ver la celebración.

×××××××××××××××××××

Era extraño no poder sentir nada. Mirar a tus padres y amigos entrar uno por uno. Algunos con intenciones más sinceras que otras. Cada uno con algo que decir o algo que contar.

Mamá era la principal afectada. Incluso Jagged entró un par de veces con ella. Théo seguía siendo su mayor soporte y no podía estar más agradecida por eso.

Flotar o volar (no sé cómo llamarlo) por el hospital era aterrador. Un lugar lleno de tanta tristeza y dolor. Después de un tiempo se aprende a diferenciar un vivo de un muerto, porque en este lado, todos convivimos. Unos sin ser vistos.

— Entonces estabas comprometido con Kagami, la famosa esgrimista, y te mataron para evitar la boda — traté de aclarar todo lo que Adrien acababa de relatarme.

Me había dado un tiempo para asimilar mi nuevo estado antes de contarme más de él.

El rubio asintió. Flotando un poco y extendiendo su mano para llevarme a la azotea del hospital. Podría acostumbrarme a atravesar paredes y ser invisible. Además, estar con Adrien me llenaba de paz.

Las naranjas hojas volaban por los edificios de París. Era extraño ver el otoño desde ahí, diría que lo más extraño era verlo en este nuevo estado. Volteé la mirada y sentí mi corazón estrujarse ante la melancólica mirada de Adrien. Todos estos años solo, en esa mansión, gritando por ayuda y viendo a su hermano convivir con su asesino. No quiero ni imaginar lo difícil que ha sido para él todo esto.

— Si te hace sentir mejor, Kagami está bien en Japón, me pareció verla en una de mis vacaciones con mi padre y Félix está feliz, Marinette es un gran chica — puse mi mano sobre su hombro y traté de darle mi mejor sonrisa.

Decidimos contemplar el atardecer juntos.

— Lo sé, ha crecido y me siento orgulloso de él — sonrió —. Aunque si me lo preguntas le hace falta sonreir. No es el chico alegre que dejé...

— Es difícil que sonría — aparté un poco mi pelo —. Perdió a su hermano y puedo apostar que ocultan todo su dolor detrás de esa máscara de chico serio. Marinette lo ha ablandado un poco, pero no puedes arrancar su dolor con tanta facilidad.

Pareció quedarse pensativo unos segundos. Como si miles de preguntas pasaran por su cabeza y ninguna de ellas pareciera tener una respuesta concreta.

— Si regreso...

— Vas a regresar — me interrumpió —. Tienes mucho por vivir. Además, creo que la chica Bourgeois no merece a ese pelirrojo.

Sí estuviese en mi cuerpo estoy segura que estaría roja, como el pelo de cierto chico. Volteé la mirada hacia mis manos, como si encontrara lo más interesante del mundo entre ellas.

Nathaniel me visitaba diariamente. Cambiando las flores en cada visita o agregando nuevas al florero al lado de mi cama. Todos los días llegaba con una anécdota nueva. Los retos de Kim, un nuevo cómic, incluso tenemos un compañero nuevo: se llama Marc y Nath dice que escribe hermoso.

— Lo de Nathaniel no tiene importancia ahora — respondí ocultando mi nerviosismo —. Tenemos que pensar cómo haremos para que esa persona confiese.

— Es la parte difícil... — soltó con pesar —. Si somos honestos, mi caso lleva mucho tiempo. Tienen que haberlo desechado de una forma u otra. Todos pensaron que fue un accidente, pero para alguien que sabe nadar es difícil que fuera así...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 03, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

OUIJA [Miraculous Ladybug]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora