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Otabek Altin un joven serio, de semblante neutral y ojos obscuros; siempre había sentido una gran fascinación por las historias de antaño, en especial por aquellas que hablaban de seres míticos cuya fuerza, belleza y poder se encontraban muy por encima de los seres humanos. Sus favoritas los vampiros, seres llenos de hermosura y fríos como la luna de otoño en una noche despejada y sin estrellas; consciente de que en pleno siglo XXI se les considera personajes ficticios con su mayor apogeo en la edad media y descartados existencialmente por la ciencia moderna, no podía dejar de leer nuevos post en Internet en blogs dedicados a seres sobrenaturales, vídeos en YouTube y alguno que otro libro mientras este no fuera romántico. Sólo su mejor amigo de la infancia, Jean Jacques Leroy de origen canadiense, conocía los gustos del moreno y a su vez había decidido acompañarle en la descabellada y rara aventura en la que se encontraban actualmente.
Ambos desempacando sus maletas tras el largo viaje en avión y taxi hasta la residencia de alumnos en la ciudad de Bucarest, Rumanía. Otabek decidió estudiar la Universidad en dicho lugar no sólo porque esta fuera una de las mejores que impartía la carrera de médico veterinario, encontrándose en los primeros lugares del ranking mundial, sino también porque se encontraba en el mayor sitio de cultura y leyendas que podía desear. El conde Drácula, Transilvania y las mil y un versiones del conde sádico amante de la sangre, no podía pedir mejor lugar para encontrarse, rico en tradiciones e historia antigua, podía investigar y explorar cuánto el quisiera en su tiempo libre, saciar su curiosidad sobre los vampiros y armar el libro personal que tanto ha deseado, un manuscrito que contenga la mayor cantidad de datos e historias sobre estos seres.
Sabía que su decisión no era la más coherente y responsable del mundo, impulsado por su amor secreto a una existencia desconocida, abandonó su pais natal Kazajistán, dejando a su familia y conocidos atrás, obviamente también estaba bien justificado, desde que era muy joven le gustaba estar rodeado se mascotas y desarrollo la costumbre de curar animales cuándo se los encontraba en la calle mal heridos. Así que su vocación por cuidar y velar por la salud animal era innata, bajo una beca del 50% esperaba graduarse como uno de los mejores alumnos de su generación, así sus padres verían que no sólo fue un impulso por quererse independizar de ellos lo más lejos posible y sería un profesional hecho y derecho.
Leroy o como así mismo se nombraba JJ, era su compañero de cuarto, ciertamente en su caso, el haber ido a Rumanía se trataba más de un acto de rebeldía que otra cosa, quería más libertad aunque esto le hubiese costado un cero menos en su cuenta personal; era hijo de empresarios en la industria pesada y su familia era privilegiada desde que él nació a diferencia de Altin, que gracias al ascenso cómo vicepresidente de la compañía farmacologica en la que trabajaba su padre hace 5 años, su estilo de vida fue mucho más cómodo. El kazajo sospechaba que su amigo, haciendo uso del dinero que tenía, había manipulado la asignación de dormitorios y era la explicación más coherente de porqué ambos estaban juntos. Llegaron un viernes por la tarde, querían visitar lo más básico de la cuidad para sobrevivir en los próximos días y entrar a la escuela sin sentirse tan perdidos, JJ estaría en la carrera de ingeniero industrial por lo cuál no se verían hasta después de clases y en el cuarto que compartirían por los próximos años.
- Vamos Otabek, hay que conocer el lugar - el chico de ojos azules salía del baño, después de una merecida ducha.
- ¿Estás loco? Lo único que quiero es dormir un poco... ya mañana iremos a donde gustes - el moreno buscaba en sus pertenencias, su toalla y artículos de aseo para ser el siguiente en tomar un baño.
- Nada de eso, hoy es el día perfecto para salir - con una gran sonrisa animaba a su amigo a aceptar.
- Éstas loco y no, no es pregunta... ¿a que carajos quieres salir a esta hora? - preguntó un tanto molesto y al darse cuenta que eran más de las 9:30 de la noche.
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Sangre eterna... [Otabek x Yuuri] CANCELADA
Fiksi PenggemarYuuri Katsuki tenía una larga y tranquila vida, sus cinco siglos de vida le habían enseñado que lo mejor era estar en solitario y disfrutar de las maravillas terrenales de cada lugar que visitaba. La guerra vampirica en contra de los cambiantes term...