Estoy hecha de cada noche que mi cabeza no ha dejado de pensarte.
Estoy hecha de cada latido de más que ha dado mi corazón por minuto al verte llegar por aquella esquina.
Estoy hecha de mil sueños, con sus respectivos mil sobresaltos al despertarme y ver que no estabas a mi lado.
Estoy hecha de células, tejidos y órganos que no saben cómo aguantar la compostura cuando sonríes.
Estoy hecha un nudo, pero me deshago al verte
y tu silencio
me
ata
otra
vez.