Mirada

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A veces siento que vivo en una jaula cuya llave tiene la forma de tus brazos cuando me abrazas, pero eso ya no ocurre. Mi prisión permanece cerrada, como tus brazos y tu boca. Ya no hablas. Bueno, sí lo haces, pero no conmigo.

La indiferencia duele, los días duelen y mi alma se queja. El frío de la soledad adormece mis dedos. Tu sonrisa me mata.

Anhelo el calor que nunca he sentido. Quizá fue un error dejarme llevar tanto por el movimiento de tus labios. Quizá no debí haber escuchado tus suaves palabras. Tal vez fue mala idea fundir mis ojos con los tuyos. 

Ahora me sobra mirada.

DesenredoWhere stories live. Discover now