🎶 d a n c e 🎶

5.1K 255 100
                                    

Mi auto ya funcionaba a la perfección, sin embargo estaba desesperada por encontrarme con el chico y seguir hablando con él.

Hoy me había vestido aún mejor que el día anterior. Tomé mi bolso y me dirigí a la parada a paso rápido, solo me tomaba 5 minutos llegar pero yo había salido 5:35 para llegar cinco minutos antes que él. Camine
a una velocidad normal, pues estaba segura de que iba a llegar antes.

Pero me equivoque, pues podía divisar fácilmente la cabellera negra brillante de Park Jimin que ahora se levanto para agitar su mano en el aire, saludandome, para percatarse de que soy yo.

Imito el gesto y también sacudo la mano rápidamente y el se levanta a alcanzarme, yo me quito los auriculares en los que sonaba EXID.

-Buenos días, veo que decidiste arreglarte hoy. -ese comentario me toma por sorpresa, tal vez él si notó ayer que yo lo miraba demasiado, y que él me atraía en una manera demasiado física, claro. Sonrío tomando el comentario como algo positivo y le doy un puño en el hombro, tomando un poco de confianza...

-Y yo veo que decidiste llegar temprano. -su eye smile avergonzada aparece de nuevo como ayer... A el le gusta reír. Es un chico alegre.

-Entonces, ¿A donde vas todos los días? -su pregunta me saca de el trance de estar observando su lindo rostro -de nuevo-.

-A trabajar, soy secretaria de un empresario. Y tú... ¿Trabajas? -era algo un poco atrevido para recién comenzar a conocernos pero qué mas da...

-Si, limpio baños en un McDonalds por las noches. -hubo unos ssegundos de silencio y luego el volvió a sonreírme, ¿Acaso se había comido un payaso?

-Y... ¿Que edad tienes? - pregunte, el no parecía tener mas de lo que yo tenia.

-21, ¿Y tu?

-Tengo 20.

-Ya decía yo que no sobre pasabas esa edad. -rayos, como telepatía.

Llegamos a la parada y nos sentamos, yo quería preguntarle tantas cosas, pero aún eran indebidas, piensa, piensa...

-¿Se puede ir a esa academia de danza aún? -¡No! ¿Por qué demonios pregunté eso?

-Claro que sí, yo estaba pensando en cambiar mi horario de practica para la tarde, puedes venir conmigo y será el doble de divertido. -su sonrisa ahora era monumental... Yo bailo las coreografías de K-Pop, sí, pero de ahí a estudiar danza... No me vendría mal, además aprendo rápido... ¿Que? ¡No! ¿Acaso estoy considerándolo?

-No sé mucho de danza, pero me encanta y quisiera aprender. -listo, estas perdida. ¿Por qué tenía que ser así, solo por un chico atractivo? Estúpida, estúpida, estúpida.

-Podemos ir ahora a hablar con Hoyong, es el instructor que me enseña, y podríamos ya fijar para empezar mañana mismo empezar por la tarde. ¿Vamos? -no parecía tan mala idea- de veras necesito comenzar a la tarde, pues trabajar de noche y dormir pocas horas para luego ir las practicas a la mañana me esta haciendo perder mucha energía.

-De acuerdo. -le sonreí.

El bus llegó, ese que decía "Busán Center", el número 3, y que todos los días pasaba a las 6 a.m en punto.

En el camino fuimos preguntándonos cosas como colores favoritos, de nuestra familia, etc.

-Mis colores favoritos son... Morado, naranja y celeste. ¿Y los tuyos? -Jimin parecía bastante emocionado por esta pequeñeces.

-Todos los pasteles. -no tenía un color favorito, pero mi gama favorita sí que era esa.

***

Entramos en la academia de danza, un lugar muy prestigioso al parecer. Jimin parecía alegre de haber cruzado esas puertas, se movía cómodamente, estaba en su elemento y se podía ver perfectamente en cada fibra de su cuerpo.

¿Hasta ahí había llegado mi acoso silencioso?

Llegamos a un muy grande salón blanco en su totalidad, con una gran pantalla, y espejos cubriendo 3 de las paredes. Un hombre se acercó, para saludar a Jimin muy alegremente, y luego hacer una reverencia al mismo tiempo que yo.

-¿Quien es tu amiga? -pregunto el que supuse era Hoyong a Jimin.

-Ella es ______, quiere comenzar a aprender la disciplina, también quería avisarte que comenzaré a la tarde al igual que ella, pues debe trabajar.

-Ya veo, creo que te ha venido como anillo al dedo conocerla ayer. -Jimin rie ante ese comentario, pero... ¿Como lo sabía su instructor? ¿Acaso Jimin le había contado?

-¿Hasta que hora puedes quedarte? -Jimin me pregunta sacándome de mi mar de suposiciónes y pensamientos.

-Hasta las 10, puedo avisarle a mi compañera que cubra mi turno hasta esa hora. -claro que mi compañera la latina podría hacerlo.

Me retiré para llamarla, marque su numero y esperé.

-¿Alo? -odiaba cuando respondía en latino, español o castellano, como sea.

-¿Puedes quedarte hasta las diez? Tengo que hacer algo. -casi susurrando le hablaba, como si estuviese haciendo algo malo.

-Claro, claro cariño.-dijo usando esa palabra latina que significaba algo tierno, según ella, yo aún no la entendía.

-Gracias, te debo una, Lua. -y colgué.

***

Jimin ya me había enseñado las posturas, de pies y de brazos. Era algo fácil, sólo iban de primera a sexta y había que ir combinandolas.

-Ahora vamos a aprender a combinar eso con grandplié y algunos battements para dar ritmo a tu cuerpo. -esto último lo dijo observándome de cabeza a pies.

Una canción clásica de piano comenzó y yo empecé a copiarle una pequeña rutina que se me hizo fácil a la segunda vez.

-Tienes talento. -alcancé a escuchar antes de un gran salto que dió que no pude imitar.

Al terminar, no paramos.

-Ahora vamos a hacer eso, pero juntos.

-¿Juntos? -pero si ya lo hacíamos juntos.

-Un adagio, conmigo. -dijo riendo y tomando mi mano para levantarme en el aire, y casi causando un mini infarto en mí.-¡Relajate y haz la posición que te enseñé pero en el aire! -el se aguantaba la risa de mi susto.

Intenté y lo logré, maldita sea, iba a sacar músculos en mis piernas si debía mantenerme aguantando el peso de ellas en el aire. Jimin bajó mi cuerpo y puso sus manos en mi cintura, y me miraba a través del espejo, cada parte de mi cuerpo para asegurarse de que yo lo estaba haciendo bien. En un momento me miró a los ojos, con una mirada algo ¿Oscura, tal vez? Quisiera saber que es lo que está pensando.
Comienzo a sentir como sus manos en mi cintura comienzan a presionar, mucho.

Ahora demasiado.

Ahora extremo.

—¿Jimin? -pregunto intentando zafarme.

—Yo... Lo siento... Yo... No... -me suelta y se da la vuelta dándome la espalda, aunque puedo ver a través del otro espejo sus manos cubriendo su cara, como si estuviera realmente enojado, o decepcionado, o tal vez... ¿Avergonzado?

—¿Estas bien? ¿Acaso te hice algo? -me acerco a el, posando mi mano en su espalda.

—No, soy yo, es que tengo un problema, yo... Estoy mal de la cabeza... No se si te convenga acercarte a mí. -su mirada entristecida realmente me conmueve.

—Explícamelo.

—No puedo.

†††

ALV las photocards de DNA, simplemente hermosas <3

¿Que demonios le pasa al Shemen?

BUS en Busán [Jimin y tu] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora