Capítulo 2

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Capítulo 2:

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You tried a little too hard, now I'm calling that bluff

Big plans are coming undone

That's just typical, you're so cynical

Couldn't have me, I didn't want you

You're selling me out to the girl I can't afford to lose
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Para Garu, el día había empezado como normalmente lo hacía. Se había levantado, bañado, vestido y su cabello estaba cepillado y ordenado en sus muy usuales coletas. Cuando salió de su casa, estaba realmente sorprendido de que Pucca no estuviera acechando en la puerta, pero decidió restarle importancia.

Acarició a su gato y lo dejó cuidando la casa antes de salir.

Se supone que el día de hoy debería entrenar, pero incluso en la vida de un ninja, aún más de uno adolescente, habían días en que otras cosas llamaban su atención. Como pelear con Abyo o jugar videojuegos con el mismo (porque sí, habían de esos en Sooga desde el año pasado)

Y Garu se dirigía tranquilamente hacia alguno de sus objetivos (claro que antes pasaría por casa de Abyo a buscarlo o no llegaría a ningún lado), completamente ajeno de lo que estaba aconteciendo ese día; una Pucca en proceso de 'desenamorarse', junto a una Ching y su idea del fashion emergency. Claro que incluso en condiciones normales nada de esto le llamaría la atención, pues pensaría que era una etapa transitoria y que en dos días más Pucca volvería a perseguirlo por toda la aldea y a robarle besos a diestra y siniestra.

Pero no.

Pucca tenía determinación, y cuando esta chica se decidía por algo, detenerla era imposible.

Pero Garu era ignorante de todo esto.

Y como buen ignorante siguió tranquilo hasta llegar a casa de Abyo (donde inevitablemente luchó un poco con el chico, para demostrarle que era mejor), y luego de perder algunos minutos bromeando y escuchando una de las nuevas conquistas de Abyo, salieron de casa de su amigo en dirección al centro de la aldea.

Garu había crecido con el tiempo que había transcurrido, sus facciones había madurado, sus técnicas mejorado, y ahora era un tanto más alto que en ese entonces. A sus quince años era más guapo (una de las razones porqué Pucca seguía enamorada de él), y era un rompecorazones en la aldea. Si bien ninguna chica se atrevía a acercársele por temor a Pucca.

Al Igual que Abyo, que curiosamente, cada vez que una chica le decía que iba en serio con él y que no tenía problema con que establecieran una relación, el chico se acobardaba y aludía a que ya tenía novia y que tan sólo la quería molestar (si bien Garu no sabía si realmente se refería a Ching o sólo no sabía manejar la situación.)

Este dos chicos caminaban con toda la tranquilidad del mundo por las calles de la pacífica aldea de Sooga, ignorantes de todo. Abyo coqueteaba con las chicas como de costumbre y tan sólo la mitad le devolvía los coqueteos.

—Eh, tío —le soltó Abyo cuando vio que Garu estaba perdido en sus pensamientos—. ¿Y Pucca? No está revoloteando como de costumbre. Tampoco está Ching.

Garu sólo se encogió de hombros a modo de respuesta, su voto de silencio no le permitía hacer más. Le tenía sin cuidado donde estuviera Pucca mientras no alterara su paz matutina.

Abyo bufó mientras buscaba a las chicas con la mirada, ya que la aldea no era tan grande como para perder a un par de personas de vista.

Y justamente, al fondo, muy en el fondo vieron a las dos amiguitas riendo entre ellas, y a un lado de Ching (que aún acostumbraba a llevar a DWong en su cabeza), a Dada. Ambos iban cogidos del brazo. Pucca parecía estar haciendo bromas al respecto.

[PUCCA] Pagando la CuentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora